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El sueño literario cumplido de Victorino Murciego

Poco antes de morir a los cien años por covid, este leonés disfrutaba entre sus manos de un ejemplar de “Poesías de un campesino”, con versos sobre su vida y la de su familia en la dura posguerra

Victorino Murciego Merino, con el poemario entre sus manos en la cama del hospital
Victorino Murciego Merino, con el poemario entre sus manos en la cama del hospitalLa RazónLa Razón

Dicen que cualquier buen sueño empieza con un gran soñador, que nunca es tarde para emprender un nuevo rumbo, vivir una nueva historia o construir una ilusión. También que los sueños nunca envejecen y que ningún soñador es demasiado pequeño ni ningún anhelo demasiado grande y, sobre todo, que los sueños, con perseverancia, se pueden hacer realidad.

Así pensaba el protagonista de esta triste pero bonita historia a la vez, de nombre Victorino Murciego Merino,leonés de Laguna de Negrillos, que fallecía el pasado mes de febrero a los 100 años victima del coronavirus, tras contagiarse en uno de sus habituales ingresos hospitalarios por los problemas respiratorios que padecía.

Pero antes de este fatal desenlace, este hombre de campo, hijo de familia campesina humilde al que le tocó vivir la Guerra Civil y la dura posguerra en su páramo leonés, inquieto en lo cultural y con una cabeza privilegiada según cuentan los que le conocían, veía cumplido un sueño forjado en la última etapa de su vida: escribir y tener entre sus manos antes de dejar este mundo un librode poesías sobre su vida y su familia, sobre la dura vida en el campo, los animales, la naturaleza que tanto amaba, el amor que sentía hacia su madre y su esposa, y como homenaje a sus antepasados. Un poemario sobre la magia de lo sencillo y lo cotidiano. Sobre la vida misma.

De hecho, no fue hasta los 70 años, recién jubilado, cuando Victorino empezó a escribir poemas, con los que respiraba vida e insuflaba esperanza a los demás en una etapa vital en la que a otros muchos se le apagan las ilusiones.

“Era un encanto de hombre, muy cariñoso, y que recitaba fragmentos enteros de El Quijote o cantaba canciones de hace más de 80 años; me recordaba mucho a mi abuelo”, señala a LA RAZÓN Miguel Ángel de la Calle, amigo de la familia, y una persona que ha ayudado a que Victorino pudiera autoeditar “Poesías de un campesino”, como así se titula el libro, en Letrame. Una editorial que vio en esta publicación una enorme sensibilidad y una pluma sencilla, natural y directa que llega a lo más hondo del alma y emociona, en la que su autor traslada sus vivencias y conocimientos acumulados en un siglo de existencia, ya sea sobre la vejez, la soledad o acerca del caminar por la vida, con una humanidad desbordante que nos reconcilia con el mundo.

La vida tiene de todo,

alegría y desconsuelo,

así nos lleva al abismo

del que nunca más saldremos

Así transcurre la vida

pasándola día a día,

siempre subiendo peldaños

hasta llegar a la cima

Y cuando estamos en este

volvemos la vista atrás

y solo se ven recuerdos

lo demás oscuridad

Portada de "Poesías de un campesino", de Victorino Muricego
Portada de "Poesías de un campesino", de Victorino MuricegoLa RazónLa Razón

“Le estimulaba las ganas que tenía de contar historias, sus vivencias labrando campos entre los ríos Órbigo y Esla, ya fueran tristes o alegres, dulces o amargas, para dejar constancia de su paso en una época muy dura y de miseria en la historia de España, todavía muy presente en nuestro país, pero cada vez con menos voces y ojos presentes de quienes la sufrieron en primea persona”, cuenta Miguel Ángel.

El mundo quedó hecho así

no se puede remediar

no es pura casualidad

nada podemos decir,

nos podemos lamentar

¡Qué triste es la soledad

para los seres humanos

para los viudos y ancianos,

sin poderla remediar!

Nuestra vida está pasado

sonreír casualidad,

la vejez, la soledad,

las dos están asociadas

También escribe sobre la naturaleza en estado salvaje o sobre los animales a los que tanto quiso y le ayudaron en sus tareas agrícolas bajo el sol o el frío helador.

Aves que estáis en el campo

volando entre la arboleda,

de rama en rama cantando

al llegar la primavera

Cantar, cantar, pajaritos,

en esta estación tan bella,

entre geranios y rosas,

entre nardos y azucenas

Un poemario, en definitiva, que Victorino tuvo en su manos en la cama del hospital antes de morir, cuyos versos hacen reflexionar y en el que las gentes del campo se sentirán identificados.

De momento se han editado medio millar de ejemplares en una primera edición que puede adquirirse en El Corte Inglés, en Amazon, Google o en la Casa del Libro, tanto en papel a un precio que ronda los 20 euros, como en Ebook, más barato, sobre los cuatro o cinco euros.