Economía
Los inmigrantes son necesarios para el tejido productivo y para repoblar
Así lo revela un estudio de la patronal de Burgos ante el que la Junta reafirma su apuesta por mejorar la capacidad de emprendimiento de los extranjeros que llegan a Castilla y León
Los inmigrantes son necesarios para el tejido productivo y para conseguir frenar la despoblación que padece Castilla y León. Así lo revela el estudio “Situación y Caracterización de los Trabajadores Inmigrantes en Burgos en 2020”, elaborado por la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos con el respaldo económico del Gobierno autonómico, en el que se pone de manifiesto, también, la elevada temporalidad de los contratos de extranjeros en la provincia y un leve descenso en la afiliación a la Seguridad Social.
Concretamente, la temporalidad afectaba al 92 por ciento de los contratos mientras que la afiliación bajaba de 12.047 a 12.011 personas. Además, el informe revela que cuatro de cada diez contratos se concentran en el sector servicios, seguido del agrario y ganadero, con un 30 por ciento, mientras que el industrial y la construcción, acaparan el 22 y el seis por ciento, respectivamente, de las contrataciones durante 2020 entre los inmigrantes que llegaron a Burgos.
La consejera de Empleo e Industria de la Junta de Castilla y León, Ana Carlota Amigo, presentaba esta mañana el estudio, acompañada por el presidente de FAE, Miguel Ángel Benavente, y del director del Instituto Tecnológico de Castilla y León (ITCL), José María Vela, que es la persona que se ha encargado de coordinar dicho documento.
En su intervención, y a tenor de los resultados del estudio, la consejera reafirmaba la apuesta del Gobierno autonómico por mejorar el apoyo a la capacidad de emprendimiento de los inmigrantes así como de impulsar y potenciar sus competencias digitales.
Si bien, Carlota Amigo destacaba que la mayor parte de los que llegan a Castilla y León reciben información, asesoramiento o ayuda para la creación de empleo. De hecho, según apuntaba, durante el pasado año Castilla y León atendió a más de 24.000 extranjeros a través de los programas del servicio de empleo (Ecyl).
El coordinador del estudio, por su parte, llamaba la atención sobre el hecho de que el doce por ciento de los inmigrantes en Burgos tiene una alta cualificación, lo que supera la media nacional. Además, según el estudio, el 15,8 por ciento de los desempleados de Burgos en 2020 eran extranjeros, sobre todo en los sectores servicios y agricultura.
“Es precisamente en estos sectores en los que más se valora la importancia de la mano de obra procedente del extranjero”, destacaba Benavente, quien apuntaba que, en muchas ocasiones, se encargan de oficios que no quieren la mayoría de los trabajadores nacionales.
Digitalización
Asimismo, la necesidad de capacitación tecnológica se presenta como “una prioridad” en un mercado de trabajo cambiante y muy exigente, y uno de los grandes reto desde el punto de la tecnología para el mercado laboral de la población inmigrante, y de otros sectores como los desempleados o las personas con perfiles profesionales menos cualificados.
Finalmente, Vela destacaba cómo “la realidad hoy es que los efectos de la pandemia han acelerado los procesos de digitalización, acortando los plazos”, lo que plantea un mercado de trabajo que nada tiene que ver con el de hace una década”.
Así, el responsable de ITCL ha dicho que “estamos ya en un mercado laboral que cada vez es más complejo y competitivo y donde la necesidad de capacitación tecnológica es una prioridad para todos los trabajadores, y especialmente lo es para las personas migrantes si queremos facilitar su acceso al empleo o su permanencia en los puestos de trabajo”.
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