Vivienda

La Covid-19 empuja al mercado inmobiliario fuera de las capitales de provincia de Castilla y León

Las grandes ciudades pierden peso en las compraventas de vivienda en la Comunidad, aunque siguen acaparando el 47%

Porcentaje de compraventas de viviendas en las capitales sobre el total provincial 2020 (10cmx8cm)
Porcentaje de compraventas de viviendas en las capitales sobre el total provincial 2020 (10cmx8cm)F. S./Ical

La pandemia de la Covid-19 espolea al mercado inmobiliario de Castilla y León a dejar las capitales de provincia como núcleos de mayor actividad, puesto que han perdido peso en las compraventas de viviendas en relación al resto de municipios de la provincia. El cambio de tendencia, que se produce también en gran parte del país, indica una mayor apuesta por poblaciones de menor tamaño, frente a las grandes ciudades.

Este comportamiento se registró en siete de las nueve provincias de la Comunidad, así como en un total de 41 de España, lo que refleja que el sector inmobiliario está dejando las ciudades para invertir en otras localidades, si bien siguen siendo el epicentro de las transacciones sobre viviendas, aunque el coronavirus está amenazando su ‘reinado’ en este mercado, según los datos del Colegio de Registradores de la Propiedad, Bienes Muebles y Mercantiles de España, consultados por Ical.

De esta forma, Valladolid es la tercera capital de provincia de España con más compraventas respecto a su provincia, con más del 63,5 por ciento en 2020, por detrás de Vitoria (81 por ciento) y Zaragoza (70,18 por ciento). En el lado opuesto se sitúa en la Comunidad la capital segoviana, que solo acapara el 28,51 por ciento, mientras en el conjunto del país, los últimos puestos son para Cádiz y Gerona, con poco más del nueve y el ocho por ciento.

No obstante, de media en la Comunidad, las capitales de provincia absorben el 47,19 por ciento de las compraventas totales, por lo tanto, nueve ciudades son las que generan cuatro de cada diez operaciones de Castilla y León. Destaca Segovia, puesto que su bajo porcentaje es similar a los que presentan otras ciudades de costa, como Murcia (26,05), Málaga (25,56) o Barcelona (23,93).

Asimismo, el peso de las capitales de provincia descendió en todas las provincias, excepto en Burgos y Valladolid, donde creció, pasando en el primer caso del 43,87 al 52,33 por ciento, mientras en la segunda aumentó del 62,99 al 63,03, siendo la ciudad de la Comunidad que más centraliza las compraventas.

Además, perdieron pujanza respecto a su provincia las ciudades de Zamora, que absorbe todavía el 53,61 por ciento, Salamanca, con un 53,19 por ciento; Palencia, con un 47,65 por ciento; Ávila, con un 46,52 por ciento; Soria, con un 44,84 por ciento; León, con un 37,47 por ciento, y Segovia, con un 27,61 por ciento.

Igualmente, la evolución trimestral muestra descensos en el cuarto trimestre en siete de las nueve provincias de las Comunidad. Los dos aumentos corresponden a la capital palentina, que anotó el 43,8 por ciento de las compraventas y Burgos, que aportó el 48,84 por ciento. En el lado opuesto figuran Valladolid con un 62,54 por ciento; Zamora, con un 50 por ciento; Salamanca con un 48,88 por ciento; Ávila, con un 43,1 por ciento; Soria, con un 42,68 por ciento; León, con un 33,92 por ciento, y Segovia, con un 23,91 por ciento.

Cinco grandes ciudades

De esta forma, las cinco grandes capitales de provincia repiten esta tendencia. Madrid registró al cierre del cuarto trimestre 2020 un peso del 42,73 por ciento, mientras a mediados de 2015 suponía el 57,68 por ciento de las compraventas de la provincia y en el tercer trimestre el 47,28 por ciento. En Barcelona el peso es del 22,18 por ciento y a mediados de 2014 representaba el 36,1 por ciento de las compraventas de la provincia, y el trimestre precedente el 23,84 por ciento.

Valencia acapara el 25,69 por ciento de las operaciones, mientras a finales de 2016 estaba en el 37,3 por ciento, y el trimestre precedente en el 28,05 por ciento. Sevilla registra el 34,56 por ciento de las compraventas de vivienda de la provincia, mientras que a finales de 2016 superaba el 50 por ciento, y el trimestre precedente el 36,8 por ciento. Finalmente, Zaragoza registra un peso del 66,86 por ciento y hace apenas un año alcanzaba el 75,41 por ciento, y el trimestre precedente el 72,24 por ciento.

Por tanto, en los cinco casos se está produciendo una reducción de pesos relativos, que ya venía originada con carácter previo a la crisis sanitaria, pero que con ella se está intensificado.