Miles de personas han salido a las calles este sábado 1 de mayo en Castilla y León, convocados por UGT y CCOO, a las distintas protestas que se han organizado en las grandes ciudades de la Comunidad con motivo del Día del Trabajador.

Concentraciones en lugar de manifestaciones en las que se ha intentado mantener todas las medidas de seguridad establecidas para evitar una mayor exposición al virus, y en las que han participado también los principales líderes sindicales y políticos de la izquierda en esta Comunidad.

En todas ellas se leían manifiestos en los que se agradecía la labor de los sanitarios durante toda esta pandemia, así como a la clase trabajadora en su conjunto por el esfuerzo y sacrificio que están teniendo que soportar, y se apelaba a la vacunación como la esperanza para poder salir más pronto que tarde de esta complicada situación. También se pedía a las distintas administraciones, tanto central, como regional y loca y provincial, que las personas sean siempre la prioridad en esta crisis sanitaria y económica.

Durante las concentraciones se podían leer pancartas como ‘Prometer y prometer hasta llegar al poder’, ‘Por la igualdad. Contra la violencia hacia las mujeres’, ‘Nativa o extranjera, la misma clase obrera’ y ellas se exigía también al Gobierno de España que recupere la subida del Salario Mínimo Interprofesional o que derogue la reforma laboral y de las pensiones, como la vía para que los trabajadores recuperen los derechos perdidos estos años.

En León, por ejemplo, también se daba un toque de atención en defensa de la democracia, porque según apuntaban los líderes sindicales, “últimamente la crispación nos está llevando a que no se atiendan los problemas de los trabajadores y de la ciudadanía”.

La protesta en la capital leonesa servía también de escaparate para numerosas reclamaciones o quejas de colectivos de trabajadores; desde los empleados del transporte sanitario a trabajadoras de la marca sueca H&M y plantillas de hostelería, turismo y ocio “abandonadas por las administraciones”.

Y en lo local, denunciaban que la situación de la provincia esté “en declive”, y en una “deriva muy peligrosa”, por lo que reclamaban a las administraciones un esfuerzo, “hechos y no palabras” y que trabajen para atraer más inversiones y, de paso, ayudar a repoblar la provincia.

Que las administraciones que sean “justas” con la clase trabajadora, para evitar que de nuevo los trabajadores y los más humildes sean los que paguen la crisis como ya ocurrió en 2008, y que se sigan adoptando medidas que protejan a la población y que no dejen a la clase trabajadora “arrinconada” y en riesgo de máxima pobreza, eran otras de las proclamas que se lanzaban.

Y en Salamanca, también se hacía referencia a la llegada de los fondos europeos para la recuperación y resiliencia ante la covid como un elemento clave y llamado a cambiar el sistema productivo, ahora dependiente del sector servicios.

El Diálogo Social en Castilla y León y las peticiones en este caso al Gobierno que preside Fernández Mañueco de que lo impulse y ponga sobre la mesa nuevas ayudas a los damnificados por la pandemia y que complemente las subvenciones a los trabajadores afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) también se colaban en las protestas llevadas a cabo por toda la Comunidad.

En Valladolid se celebraba la concentración más numerosa, con alrededor de medio millar de personas reunidas en la Acera de Recoletos junto a la Plaza de Colón de la capital vallisoletana. En esta protesta participaban los dos líderes sindicales de UGT y CCOO en Castilla y León, Faustino temprano y Vicente Andrés, respectivamente, quienes coincidían en sus intervenciones en apuntar a los Gobiernos central y regional que “cumplan” porque están en deuda con los trabajadores”

Ambos pedía la mejora de convenios laborales, el fomento del empleo de calidad y la subida de los salarios. Al Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez le ha exigido que se deroguen las reformas laborales que llevó a cabo el PP bajo en el mandato de Mariano Rajoy, así como la reforma de las pensiones de 2013. También reclamaban la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y que se apuesta decididamente por el estado del bienestar aumentando las inversiones en servicios públicos.

También tenían palabras para los empresarios, a quienes pedían que “no miren para otro lado” y respeten el salario mínimo de convenio de 1.000 euros.

El líder autonómico de CCOO, Vicente Andrés, iba más allá al centrar buena parte de su intervención en la Junta de Castilla y León, a la que advertía que los sindicatos no van a aceptar que se quiten ayudas a los trabajadores de empresas en crisis.

La supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones también se colaba en la protesta sindical para atacar al Gobierno de Fernández Mañueco “por favorecer a los más ricos” con esta medida.

“Recortar eso a los ricos y quitárselo a los trabajadores que cobran 600 o 700 euros de la hostelería, el comercio o el turismo no tiene ninguna explicación”, denunciaba Andrés.

Líderes políticos

La docena manifestaciones y concentraciones, bajo el lema ‘Ahora toca cumplir’, reunieron en Castilla y León a más de 3.000 personas según la Delegación del Gobierno y 14.000 según UGT. En Valladolid participaba el secretario regional del PSOE, Luis Tudanca, quien demandaba al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que “rectifique, escuche la voz de los trabajadores y regrese a la Mesa del Dialogo Social para cumplir los acuerdos y avanzar en las medidas que beneficien a Castilla y León”.

Tudanca aseguraba que “en medio de una de las peores crisis de la historia, con grandes consecuencias sociales y económicas, es necesario defender, proteger y consolidar más que nunca los derechos de los trabajadores”. Igualmente, reivindicaba junto a los sindicatos, el “esfuerzo” demostrado a lo largo de la crisis por los trabajadores, especialmente en los servicios públicos, “que se han jugado su vida por protegernos”.

Mientras que en León lo hacía e secretario general de Podemos Castilla y León, Pablo Fernández, donde reivindicaba “el valor de lo colectivo, la fuerza de la solidaridad y fortalecer los servicios públicos realizando políticas para proteger a los trabajadores”.

En declaraciones a los periodistas, Fernández defendía las políticas llevadas a cabo por el Gobierno en el que participa Podemos con instrumentos como los ERTE que “han salvaguardado cientos de miles de puestos de trabajo y han permitido que muchas empresas hayan podido sobrevivir”.

Asimismo, señalaba que este Primero de Mayo es muy especial ya que por primera vez una ministra de Trabajo acude a la manifestación junto con los trabajadores y los sindicatos. ”Hay un Gobierno que ha demostrado que sí es posible legislar para proteger a los trabajadores”, apuntaba.

Desde el Gobierno autonómico, el presidente Fernández Mañueco, apostaba en este primero de mayo por sentar las bases de la recuperación del empleo tras la pandemia de la covid de la mano del diálogo social, la colaboración público privada y los fondos europeos.

En un mensaje a través de su cuenta de Twitter,el jefe del Ejecutivo autonómico destacaba que el buen ritmo de vacunación y las medidas de protección “hacen que cada día veamos más cerca la salida de la pandemia”. ”De la mano del Diálogo Social, la colaboración público privada y los Fondos Europeos sentaremos las bases de la recuperación del empleo”, apuntaba.

Y desde el PP, el secretario regional, Francisco Vázquez, lanzaba un mensaje con motivo del Día del Trabajador, también desde su red social Twitter mostrando su orgullo hacia todas las personas que se esfuerzan a diario por mantener una sociedad justa y equitativa. Todos tenemos algo que aportar para que el mundo sea un poco mejor.