Literatura

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Reeditan “Meditación española sobre la libertad religiosa” de José Jiménez Lozano

La Diputación de Ávila y y la Institución Gran Duque de Alba distribuyen 500 ejemplares editados por Encuentro

El escritor José Jiménez Lozano , Premio Cervantes 2002, fallecido el pasado año
El escritor José Jiménez Lozano , Premio Cervantes 2002, fallecido el pasado añolarazonEFE

Cuando el año pasado murió el escritor abulense José Jiménez Lozano (Langa, 1930-2020), desde la Diputación de Ávila, su presidente, Carlos García, estimó que a partir de entonces la labor de la institución provincial debía ser la de proteger, divulgar, enaltecer y tomar ejemplo del que es sin duda uno de los grandes de la literatura de la segunda mitad del siglo XX y parte del siglo XXI.

Poco tiempo después, la institución provincial abulense instituyó el Premio de las Letras José Jiménez Lozano, que se convocará en 2022, para después hacerlo cada tres años.

Motivos sobran para valorar esta figura tanto por su talento, por su premiada trayectoria y también por su sencillez y así lo tienen claro en la Diputación. Por ello, para mostrar que las intenciones de proteger el legado de Jiménez Lozano son reales se presentó la reedición de uno de sus libros de ensayo: “Meditación española sobre la libertad religiosa”, del que se ha hecho cargo la editorial Encuentro, cuyo presidente, Manuel Oriol, hizo un detallado retrato de lo que supuso la figura de Jiménez Lozano y la literatura que ha dejado en herencia.

La Diputación de Ávila y la Institución Gran Duque de Alba han hecho posible la reedición de este libro del que salen 500 ejemplares a la luz. 200 de ellos, el 40 por ciento, han sido adquiridos por ellos para llevarlos a bibliotecas, ayuntamientos, en el Bibliobús, e instituciones de la provincia así como a centros escolares de aquellos lugares en los que Jiménez Lozano dejó su impronta con su presencia, en Langa donde nació, pero también en Arévalo donde vivió y por supuesto en la capital.

La figura del escritor abulense merece blindarse para que quede constancia de su buen hacer con el arte de la palabra y, además, defendieron tanto el director de la IGDA, Maximiliano Fernández, como el presidente de la editorial, Manuel Oriol, y el diputado de Cultura, Eduardo Duque, la “vigencia” de este ensayo en la sociedad actual.

Portada del libro de Jiménez Lozano
Portada del libro de Jiménez LozanoEditorial Encuentro

La realidad que se traslada al libro data de la época en la que el Jiménez Lozano periodista tuvo que trasladarse como corresponsal a Roma del periódico El Norte de Castilla, que por entonces dirigía Miguel Delibes, para narrar el Concilio Vaticano II, también lo hacía para el semanario Destino (eran los años 1964 y 1965).

Fruto de aquella estancia se publicó en 1966 esta ‘Meditación española sobre la libertad religiosa’ que ahora vive su reedición. Ya estaba en la mente de los que lo han hecho posible, aunque en un primer momento quería ser el homenaje en vida a Jiménez Lozano por su 90 cumpleaños. No pudo ser porque esa edad la hubiera alcanzado un 13 de mayo de 2020 y, sin embargo, se marchó unos meses antes. El caso es que ahora se ha convertido en el homenaje póstumo a un grande, cuya trayectoria vital y profesional esbozó este jueves el director de la IGDA destacando entre otros logros esos Premios Cervantes, el de las Letras, la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, Medalla de Oro de la provincia (que le fue entregada en junio de 2019).

La obra que retorna muestra la visión de Jiménez Lozano ante un Concilio Vaticano II del que se mostró defensor pues allí se defendía nada menos que la libertad religiosa. Una libertad que no sentó del todo bien a algunos de los obispos españoles que mostraron su radicalidad y la negación a aceptar esa libertad.

Para Oriol, la vigencia que se esconde en las páginas de esta obra es la que pasa por dos mensajes, uno a la iglesia y otro a la sociedad. A la iglesia les dice que “no pueden vivir con miedo a la libertad pues esa libertad la que puede liberar y salvar”, y a la sociedad “que no existe libertad sin libertad religiosa, como fundamento de nuestras libertades”.

Además, asegura que la obra se lee “con enorme gusto y de corrido porque está magníficamente escrita”. Para Duque esta obra muestra al humanista cristiano castellano, el más importante del siglo XX y también a esa persona que es portador de valores y que puede dar la respuesta a muchas preguntas, subrayó.