Medio Ambiente
El operativo contra incendios de Castilla y León contará con más de 4.500 profesionales, 770 medios terrestres y 31 aéreos
El consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones apela a la responsabilidad en la presentación de un dispositivo que describió como “uno de los más eficaces” de España
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones –acompañado por delegados y secretarios territoriales de las nueve provincias-, ha presentado en el Centro de Defensa del Fuego, en León, el operativo de lucha contra incendios forestales en la Comunidad de Castilla y León, que coordina la Junta con los medios personales y materiales del Gobierno, de las diputaciones, los ayuntamientos y las mancomunidades.
Un total de 4.504 profesionales forman el operativo de medios personales que entrará en su máximo despliegue desde el próximo 1 de julio hasta el 30 de septiembre, período en el que se ha declarado época de peligro alto. Los medios materiales con los que contará este año la Comunidad son 770 unidades terrestres y 31 medios aéreos ubicados en bases de Castilla y León, tanto de la administración autonómica como central.
Para Suárez-Quiñones, “la lucha contra los incendios forestales es una prioridad de la Junta, garantizando por ello la disponibilidad de recursos para dotar un modelo que ha demostrado su alta eficiencia y eficacia e introduciendo progresivamente las oportunas mejoras estructurales y organizativas y de las condiciones laborales del personal que integra el operativo”.
Al igual que el pasado año, en 2021 la época de peligro alto de incendios viene precedida por un descenso muy significativo en todos los índices de enero a mayo, salvo en el porcentaje de conatos que sube un 14 por ciento (73 frente a una media del 59 del último decenio), produciéndose de enero a mayo 419 incendios (menos del 38 respecto a la media del último decenio, 671), 1.421 hectáreas forestales quemadas (menos del 70 respecto a la media del último decenio 4.737 hectáreas) y 136 hectáreas arboladas quemadas (menos del 78 por ciento respecto a la media del último decenio, 622 hectáreas), no habiéndose producido ningún gran incendio forestal (GIF) en este período.
Los datos estadísticos se pueden considerar como buenos, con bajas cifras de siniestralidad, a pesar de las condiciones meteorológicas no muy favorables: noviembre fue un mes cálido y seco, sobre todo en el norte donde hubo un déficit importante de precipitación; diciembre y enero fueron unos meses dentro de la normalidad y destacó el mes de febrero por su abundancia de precipitación y temperaturas superiores a las normales para ese mes; marzo fue cálido y muy seco (llovió un 37 por ciento de la media para ese mes); abril fue un mes dentro de la normalidad y mayo fue un mes con temperaturas normales pero seco (llovió un 57 por ciento de la media para ese mes); el actual mes de junio comenzó con altas temperaturas y escasas precipitaciones, pero esa tónica cambió a partir de mediados, convirtiéndose ahora en un mes donde la precipitación acumulada está por encima de la media y las temperaturas son más bajas de lo habitual para esta época.
No obstante, debido a las condiciones de riesgo, se han declarado en varias ocasiones época de peligro medio de incendios forestales (EPA): del 19 al 31 de marzo, en las provincias Ávila, León, Salamanca y Zamora; del 28 al 30 de mayo en las provincias de Ávila y León y en las provincias del Oeste y Sur, que son las que contemplan mayor siniestralidad, y del 1 al 4 de abril y del 11 al 30 de junio, en toda la Comunidad.
Desde el pasado día 11 de junio, aunque la dinámica del número incendios es inferior a la habitual en esta época del año, ante el incremento significativo de riesgo meteorológico y la inestabilidad atmosférica prevista, se ha declarado peligro medio de incendios en toda la Comunidad, lo que implica un incremento de los medios disponibles y la movilización de personal de guardias. El operativo dispone de un amplio despliegue de medios que se completará al entrar en julio, según se señala más adelante en esta información.
La estadística señala que si se llega a junio con elevados contenidos de humedad leñosa en arbolado y arbustiva y pocos incendios, tenemos veranos más bien de riesgo moderado y baja incidencia de incendios. Esa humedad hace que los incendios sean menos agresivos, rápidos y convectivos. Pero en cualquier caso es aventurado pronosticar que va a ocurrir este verano pues el tiempo atmosférico puede trastocar las previsiones, si existe una intensa ola de calor y bajas precipitaciones. Por ello hay que insistir en la prevención y en las recomendaciones a los ciudadanos.
Principales novedades
Para la Junta de Castilla y León, “la lucha contra los incendios forestales es una prioridad, garantizando por ello la disponibilidad de recursos para dotar un modelo que ha demostrado su alta eficiencia y eficacia e introduciendo progresivamente las oportunas mejoras estructurales y organizativas y de las condiciones laborales del personal que integra el operativo”, ha señalado el consejero de Fomento y Medio Ambiente, quien ha recordado que se trata de un operativo, en este caso en época de peligro alto (EPA), que presta un servicio “básico, esencial, durante todo el año, y organizado y dimensionado semanalmente en función de las circunstancias de riesgo y de las actividades a realizar, y reforzado hasta su máximo despliegue durante la época de mayor riesgo en la que entramos, la época de peligro alto de incendios”.
Suárez-Quiñones también ha señalado que se trata de un “operativo de carácter autonómico, para atender a todo el territorio, donde se le necesite; con medios distribuidos estratégicamente, según las características de nuestro territorio, para actuar en todas las provincias, pudiendo desplazarse fácilmente de unos lugares a otros, cuando las circunstancias lo requieren, mediante los protocolos establecidos al efecto, y colaborando con las comunidades autónomas limítrofes y con Portugal, además de con Ayuntamientos, Diputaciones en incendios no forestales”.
El operativo de lucha contra incendios forestales en Castilla y León, que hoy se presenta en su nivel de máximo despliegue (EPA), está jntegrado por los siguientes medios profesionales personales y materiales:
Incorporaciones
Un total de 4.504 profesionales forestales (316 ingenieros; 775 agentes medioambientales, celadores y otros; 1.434 trabajadores fijos discontinuos y otros; 516 trabajadores de cuadrillas helitransportadas; 1.236 trabajadores de cuadrillas de tratamientos selvícolas; 227 profesionales de tripulación de medios aéreos y retenes de maquinaria) integran el dispositivo.
Entre estos medios personales se encuentran 202 cuadrillas (127 terrestres y 75 helitransportadas).
Como novedades destaca la incorporación de 18 nuevos agentes medioambientales y 7 ingenieros interinos desde este verano, con el fin de reforzar las comarcas y provincias más necesitadas; asimismo la contratación de 30 técnicos de apoyo titulados en Ingeniería Forestal en los Centros Provinciales de Mando (CPM) y en el Centro Autonómico de Mando (CAM) para la época de peligro alto (EPA).
Asimismo señalar la labor preventiva de las cuadrillas contratadas en el marco del Plan de Empleo Forestal Local puesto en marcha en 2016 por la Junta de Castilla y León con la colaboración con las Diputaciones Provinciales, que actúan en el entorno de los pueblos y zonas urbanas y de esparcimiento, que minimizan riesgo de incendios en entornos urbanizados al crear zonas limpias de combustible. Desde 2016 se han realizado 330 contratos anuales para realizar actuaciones forestales y de mejora medioambiental.
Renovaciones de los medios materiales
Los medios materiales con los que contará este año la Comunidad son 546, unidades terrestres y 31 medios aéreos ubicados en bases de Castilla y León, además de 224 puntos de vigilancia.
- 187 autobombas y 125 vehículos Pick-up. Se continúa con la renovación de la flota de autobombas, incorporándose 3 camiones nuevos en esta campaña y se está tramitando la compra de 7 más.
- 32 retenes de maquinaria y buldócer cortafuegos.
- Medios materiales de las 202 cuadrillas forestales.
- 224 puestos y cámaras de vigilancia, con la renovación de 3 puestos en Burgos y mejoras en Segovia.
- 31 medios aéreos ubicados en bases de la Comunidad: 21 helicópteros de la Junta de Castilla y León (ubicados en Cebreros, Piedralaves, El Barco de Ávila –provincia de Ávila-, Medina de Pomar, Pradoluengo –Burgos-, Cueto, Rabanal, Camposagrado, Sahechores –León-, Villaeles –Palencia-, El Bodón, El Maíllo, Guadramiro –Salamanca-, Coca, Las Casillas –Segovia-, Garray –Soria-, Valladolid, Quintanilla –Valladolid-, Rosinos, Villardeciervos y Villaralbo –Zamora-) más 5 helicópteros y 5 aviones del MITERD (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), a los que se suman el resto de medios aéreos del Estado de cobertura nacional, si fuera necesario.
- Un ACO, avión de coordinación y observación, que estaciona en el aeropuerto de La Virgen del Camino (León) desde 2019 y que cuenta con medios de grabación de imágenes.
- Asimismo se da continuidad al Convenio de Campos de Tiro de Defensa (único en España), lo que permite colaborar e incorporar al operativo 4 cuadrillas de tierra (1 en Burgos, 2 en León y 1 en Valladolid) más 1 buldócer en León.
Coordinación entre administraciones públicas
La Junta de Castilla y León cuenta con un operativo permanente, con despliegues estratégicos en todas las provincias, pero autonómico y flexible, con plena coordinación con otras administraciones, lo que garantiza el buen funcionamiento de las labores de prevención y extinción de incendios forestales.
Por un lado, la coordinación a nivel interno. Desde el Centro Autonómico de Mando (CAM), ubicado en Valladolid, es el órgano encargado de mantener la coordinación interna de la propia Junta de Castilla y León, estando permanentemente en coordinación con la Sala de Emergencias del 112 y con los nueve Centros Provinciales de Mando (CPM) situados en las Delegaciones Territoriales de las nueve provincias mediante la coordinación y apoyo de la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal a las nueve provincias. A su vez, está en constante comunicación con el resto de administraciones central, autonómicas y locales.
De otro lado, coordinación con los medios de extinción de otras administraciones públicas: con la Administración del Estado (Delegación y Subdelegaciones de Gobierno, a través de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, medios aéreos del Ministerio de Transición Ecológica y del Ministerio de Defensa con la UME); con Ayuntamientos, Mancomunidades y Diputaciones Provinciales, mediante convenios para que sus vehículos colaboren en la lucha contra los incendios forestales (93 autobombas conveniadas) y acudiendo a auxiliar a estas administraciones con los medios de la Junta en el 49% del territorio Castilla y León que no es forestal (en 2020, 813 intervenciones en incendios no forestales, urbanos, agrícolas, es decir, más de un tercio del total); con otras Comunidades Autónomas limítrofes y con Portugal (en 2020, 40 intervenciones de Castilla y León en otras CCAA y Portugal), país vecino con el que se está trabajando en un nuevo protocolo de colaboración.
El consejero de Fomento y Medio Ambiente ha agradecido la “fácil y fluida coordinación y colaboración con las distintas administraciones implicadas”.
Mejoras organizativas y tecnológicas en el operativo contra incendios
Estos medios personales y materiales garantizan un operativo convenientemente dotado en el que en la presente campaña la Junta continúa introduciendo importantes mejoras organizativas y tecnológicas.
A este respecto destaca la mejora de la cobertura anual del personal fijo discontinuo del operativo autonómico, en el marco del Diálogo Social, con la incorporación de un operador por CPM/CAM (incremento de 54 meses de trabajo), nueve en total; el incremento del tiempo medio de las cuadrillas de tierra, alcanzando en 2021 los 7,5 meses de media; todas las autobombas de León y Zamora continúan nueve meses; incremento de meses de autobomba (un total de 98,5 meses en las provincias de Ávila, Burgos, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria y Valladolid); y todas las primeras dotaciones de la autobombas han quedado de 9/6 meses y las segundas dotaciones de 6/4,5 meses.
Respecto al helicóptero de coordinación de la Junta, se produce un aumento del período de trabajo del equipo de coordinación a seis meses; se cuenta con un piloto de refuerzo para minimizar las paradas técnicas del helicóptero de coordinación, y habrá disponibilidad de piloto y un coordinador de medios aéreos suplementarios, a incendios con nivel 1 y 2, desde 15 junio hasta 15 octubre, durante toda la duración del contrato.
Asimismo, este año 2021 estarán en funcionamiento 4 unidades de apoyo técnico al Puesto de Mando Avanzado (PMA).
También se cuenta con nuevas apuestas tecnológicas, que mejoran la gestión del incendio y refuerzan la seguridad del operativo: control operacional de las aeronaves; mejoras en la captación y transmisión de imágenes y vídeo; se dota al PMA de estación meteorológica que envía directamente los datos a la plataforma de territorio inteligente JCYL; adquisición de equipos de radio y 4 repetidores móviles más para dar mejor cobertura de comunicaciones en los incendios..
Labor de prevención activa y formación
Destacar también la labor de prevención activa y de formación que realiza el Centro de Defensa del Fuego (CDF), dependiente de la Junta y con sede en León, en cuanto a formación del operativo: desde el mes de mayo ha retomado la formación parcialmente presencial de todo el operativo adaptado a cada tipo de perfil, con todas las medidas de seguridad; con conferencias de actualización para técnicos con formato virtual para permitir llegar a mayor número de componentes del operativo; con acciones de sensibilización y prevención a través del Aula del Fuego, que ha tenido más de 51.000 visitantes desde la apertura al público del equipamiento educativo en abril de 2007, el 80 por ciento de las cuales han sido escolares. Todo ello adaptándose a la situación epidemiológica, a través de actividades con recursos digitales para desarrollar en los centros escolares (desde el inicio de este curso han participado 4.980 alumnos de todas las provincias, pertenecientes a 158 centros de Educación Primaria y 91 de Secundaria).
Asimismo, desde el CDF se ha desarrollado el Programa Plantémonos de la ULE (Campus de Ponferrada), donde los estudiantes universitarios han trabajado en actividades de sensibilización a través de talleres prácticos a la población sobre la problemática de los incendios forestales. Y se ha colaborado con REE, a través de un convenio de cuatro años, para elaborar un manual de incendios para personal técnico y vídeos divulgativos y de formación.
En definitiva, mejoras estructurales, organizativas, preventivas y tecnológicas que redundan en la mejora de la gestión y en la mejora de las condiciones laborales del personal que integra el operativo de lucha contra incendios forestales en Castilla y León, en el que continúan las medidas de protección frente al COVID-19 de adaptación de procedimientos y protocolos de centros y medios para garantizar la seguridad del personal.
Colaboración de la población
El consejero de Fomento y Medio Ambiente ha insistido en recomendar a la población la necesidad de extremar las precauciones, y evitar imprudencias es esencial para evitar que los incendios forestales se produzcan, durante todo el año, pero especialmente en los difíciles meses de verano en los que el riesgo de incendios es mayor. “Siempre lo repito, y los medios de comunicación, también. Sabemos que sólo un porcentaje muy bajo de los incendios se producen por causas naturales, que más del 90% de los incendios que se producen derivan de la intervención del hombre, es decir, más del 90% de los incendios se podrían evitar”, ha recordado Juan Carlos Suárez-Quiñones.
“Sabemos que, a pesar de las labores de prevención y la prudencia de la población –ha añadido el consejero-, un porcentaje muy alto de los incendios son intencionados, más del 50% se producen porque alguien de forma deliberada y criminal prende el monte; por lo general, son los incendios más peligrosos y concentrados en las mismas zonas, aun conociendo sus enormes riesgos y sus terribles consecuencias: peligro para las localidades, la población y los medios que participan en la extinción, importantes pérdidas tanto desde el punto de vista ecológico como socioeconómico para las poblaciones locales, e importantes gastos tanto de extinción como de restauración y regeneración de las superficies arrasadas”.
“Las condiciones meteorológicas están ahí, no podemos evitarlas –ha continuado Suárez-Quiñones-, pero sí podemos reducir el número de incendios, observando las normas establecidas y adoptando las debidas medidas preventivas y de seguridad”. Por ello resulta capital “la colaboración de la población en la denuncia del que prende el monte, para identificar, detener y sancionar a los culpables”.
Recomendaciones
Desde la Consejería de Fomento y Medio Ambiente se recomienda a la población que extreme las precauciones y evite acumulaciones de combustible en el entorno de las zonas habitadas, segando y desbrozando el entorno antes de que se agoste y retirando los restos eliminados.
Es especialmente importante en los entornos periurbanos y zonas agrícolas, en general zonas fuera del ámbito de los incendios forestales. Es absolutamente importante concienciarse y que ayuntamientos, polígonos industriales, urbanizaciones, y particulares en el entorno de las zonas habitadas y las administraciones públicas en el entorno de las vías de comunicación de su competencia, realicen labores de desbroce y eliminación de vegetación anual agostada creando una franja de protección pasiva. A este respecto la Junta tomará medidas en los montes que gestiona y carreteras próximos a terrenos urbanizados eliminando ese combustible para disminuir el riesgo.
Y durante la época de peligro alto (EPA) se insistirá en las recomendaciones habituales: prohibición de hacer hogueras fuera de los lugares autorizados, atención en labores de apicultura en días de viento, precaución en la utilización de herramientas que generan chispas en el medio natural o agrícola y máxima atención durante la cosecha del cereal, sobre todo los días con altas temperaturas y fuertes vientos (+ 30ºC y viento de + 30 Km/h); es importante este año disponer de tractor con gradas para sofocar los conatos que la cosecha pueda producir.
De otro lado, este año, ante un previsible aumento del turismo interior y actividades al aire libre - aunque los incendios por negligencia o accidente se dan principalmente en la ejecución de labores agrícolas y forestales y no en el disfrute de la población de la naturaleza-, hay que insistir, a través de la concienciación y de la vigilancia, en la importancia de evitar los incendios intencionados que se puedan provocar en momentos de elevado riesgo, ya que un solo gran incendio forestal (GIF) puede ser responsable de la mayor parte de la superficie afectada anual.
Labores de prevención
Concienciación y colaboración de la población son elementos fundamentales en la estrategia de lucha contra los incendios forestales, y también, junto a las labores de extinción, ocupan un lugar destacado las labores de prevención que los profesionales forestales llevan a cabo durante todo el año, destacando los tratamientos selvícolas preventivos contra incendios contratados por la Junta de Castilla y León, tanto con cuadrillas de trabajo (las cuadrillas de tierra realizan anualmente actuaciones selvícolas en 13.750 hectáreas) como con maquinaria.
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