Patrimonio
Las excavaciones de Atapuerca (Burgos) entran en un “ciclo virtuoso” que aportará “resultados relevantes” hasta 2024. Así lo sostuvieron hoy en la Trinchera del Ferrocarril de los yacimientos arqueológicos dos de sus codirectores Eudald Carbonell y Juan Luis Arsuaga durante la presentación de los objetivos de la 43 edición de la campaña de excavaciones 2021 en la sierra burgalesa, que comenzó ayer jueves, día 1, y que se desarrollará hasta finales de julio.
Se trata de un ciclo, explicó Carbonell, que comenzó el año pasado 2020 y que comprende hasta el año 2024, que tiene “una gran aportación de información de la evolución de los homínidos en Europa a través de un solo yacimiento”. “Mi impresión como arqueólogo es que en este ciclo que entramos es muy aproximado al que vivimos en los años 90”, afirmó, década en la que aparecieron los principales hallazgos y que situaron a Atapuerca entre los yacimientos más importantes del mundo.
Así, sostuvo que en este ciclo, “con mucha probabilidad”, precisó, “se encontrarán fósiles en dos o tres yacimientos a la vez”. “Vamos a vivir un momento importante en Atapuerca”, exclamó el científico, al tiempo que aseveró que en la actualidad se está trabajando “en los niveles en los que están los fósiles más importantes”. “Vamos a vivir otra edad de oro de Atapuerca porque trabajamos en los yacimientos con registros más interesantes”, exclamó.
De esta forma, en la presente campaña de excavaciones, se intervendrá en once yacimientos arqueológicos que darán “un puzzle de la evolución que tiene todas las especies y toda la información que permite en un solo lugar obtener toda la evolución de los homínidos de nuestro género”, aseveró Carbonell.
Un grupo de unos 120 investigadores -el doble que el pasado año- participa durante el mes de julio en todos los yacimientos abiertos hasta el momento en la Sierra, tal y como se venía haciendo en las campañas anteriores a la pandemia. Un año más, este equipo se aloja en la residencia ‘Gil de Siloé’ en la capital de Burgos, gracias a la colaboración de la Junta de Castilla y León que recupera los niveles de financiación, tanto en la investigación como en la difusión llevada a cabo por la Universidad de Burgos (UBU) y por la Fundación Atapuerca, con más de 440.000 euros.
El director general de Patrimonio Cultural, Gumersindo Bueno, aprovechó su presencia para anunciar el apoyo del Gobierno autonómico a la actividad arqueológica en Castilla y León a través de una nueva línea de subvenciones. Se trata, dijo, de unas ayudas a la investigación arqueológica con las que se pretende apoyar a “aquellos proyectos más innovadores con una capacidad de generar más conocimiento y difusión”. En definitiva, señaló Bueno, se pretende “generar conocimiento, antera de investigadores y divulgación de las investigaciones al público en general”.
El pasado año, según recordó, la Consejería de Cultura y Turismo llevó a cabo la construcción de estructura de refuerzo de la cubierta del yacimiento de Gran Dolina y se procedió a la reparación de los desperfectos en Cueva Fantasma causados por las inclemencias meteorológicas. A la vez, se iniciaron los trámites para la redacción del proyecto de otra cubierta de protección en el yacimiento Penal, actualmente en supervisión y que está previsto se acometa en 2022.
Once yacimientos
Así, el Equipo de Investigación de Atapuerca comenzó ayer a trabajar en los yacimientos de la Sima del Elefante, Galería, Gran Dolina, y Cueva Fantasma -todos ellos ubicados en la Trinchera del Ferrocarril-; en Portalón, Galería de las Estatuas Interior y Exterior, Sima de los Huesos y en la Sala de los Cíclopes, situados en Cueva Mayor; así como en la Cueva del Mirador, La Paredeja y en el tren de lavado y triado situado en las orillas del río Arlanzón a su paso por Ibeas de Juarros.
Este año el grupo de personas que vienen a excavar pertenecen principalmente a los centros de investigación incluidos en el Proyecto Atapuerca: Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos (Cenieh), Universidad de Burgos (UBU), Universidad Rovira i Virgili (URV), Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (Iphes), Centro Mixto Universidad Complutense de Madrid-Instituto de Salud Carlos III de Evolución y Comportamiento Humano (UCM-ISCIII), Universidad Alcalá de Henares (UAH) y Universidad de Zaragoza (UNIZAR).
Sima del Elefante
En las últimas campañas se está interviniendo en el nivel 7 de la Sima del Elefante. Dicho nivel es el más antiguo de los localizados en la sierra de Atapuerca con una cronología de 1,3 millones de años. Hasta el momento, en este nivel se han recuperado restos paleontológicos que han permitido establecer que las condiciones ambientales en la sierra de Atapuerca, durante dicha cronología, eran más templadas y húmedas que en la actualidad.
Sin embargo, hasta ahora no se había podido excavar la zona del yacimiento en la que el nivel 7 presenta una mayor potencia estratigráfica y en la que previsiblemente, si se guían por la dinámica observada en los niveles anteriormente excavados, se concentra un mayor número de fósiles. La fuerte pendiente que presenta esa zona del paquete sedimentario dificultaba su excavación de forma segura y hacía necesario la colocación de una estructura en el interior del yacimiento. De este modo, durante la campaña anterior eliminaron algunos grandes bloques de caída de techo y regularizaron la superficie del yacimiento con el fin de poder instalar dicha estructura.
Actualmente, la estructura ya ha sido colocada y esto permitirá excavar la zona del nivel TE7 que consideran más fructífera y en la que esperan poder recuperar evidencias de la presencia de grupos humanos en las inmediaciones de la sierra de Atapuerca. Por otro lado, durante esta campaña de excavación continuaran trabajando en el sondeo de 4 metros cuadrados localizado en la zona norte del yacimiento. El objetivo de dicho sondeo es localizar la base de la cavidad y, de este modo tener localizados el techo y la base de la cueva como ya se ha documentado en otros yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril.
Galería
El objetivo fundamental de la campaña de 2021 es continuar con la excavación del tramo inferior de la Unidad GIIIa en todos los sectores del yacimiento (TZ, TG, TN). Tras el parón del año pasado, se centrarán en definir y reseguir la concentración de fósiles que empezaron a aparecer al final de la campaña de 2019 y que corresponden al nivel TG10A. Este tramo de la secuencia es uno de los más ricos arqueológicamente, y está datado en torno a los 300.000 años. Según las excavaciones antiguas, estos niveles arqueológicos se caracterizan por una preservación excepcional de restos de fauna, en asociación con industria lítica Achelense. Para estos trabajos cuentan con una decena de excavadores.
Gran Dolina
En el Nivel superior, durante la campaña de julio de 2021, un grupo de unas 10 personas continuará trabajando en el tramo medio del yacimiento de Gran Dolina, en la extensión de unos 35 m2 que se abrió en 2020. Concretamente, se trabajará en el sedimento encostrado y parcialmente erosionado de las unidades TD8 y TD8/9.
El principal objetivo es esclarecer la relación estratigráfica de los niveles expuestos, y continuar excavándolos con dos cometidos principales: desvelar su contenido paleontológico y arqueológico, y delimitarlos para entender bien su relación respecto a las unidades inmediatamente subyacentes, TD7 y TD6.
El tramo medio en el que están trabajando tiene un innegable interés científico, ya que está aportando datos relevantes sobre una fase relativamente desconocida, no solo en Atapuerca, sino en gran parte de Europa. Se trata del lapso situado entre las intensas ocupaciones documentadas en la unidad TD6 (con unos 900.000 años de antigüedad) y las que se corresponden con el gran impacto registrado en la sierra de Atapuerca en momentos ya del Achelense (documentada en el yacimiento por la unidad TD10, a partir de hace unos 450.000 años).
En definitiva, el objetivo inmediato es documentar bien las unidades mencionadas, para comprender qué representan los todavía escasos indicios de presencia humana encontrados hasta el presente en toda la sierra de Atapuerca para dicha fase. Con ello, pretenden contribuir a rellenar los pocos huecos que tiene la secuencia de Atapuerca para el último millón de años de nuestra historia.
En el Nivel inferior, en cuanto a la excavación en el nivel TD4, este año se retomará la excavación que no pudo llevarse a cabo en el año 2020 debido a las restricciones impuestas por el COVID. Se espera excavar con un equipo de entre 7 y 9 personas. Los objetivos se centran en la excavación de los fértiles sedimentos rojizos procedentes del exterior de la cueva (sector W teórico) y en los que previsiblemente se hallarán más restos de ungulados y carnívoros, especialmente cérvidos y úrsidos (Ursus dolinensis).
Estos restos aportarán información sobre la fauna del Pleistoceno inferior de Eurasia y su ecología. La microfauna servirá para obtener información sobre las condiciones ambientales existentes hace 1 millón de años y, junto con la macrofauna, pueden funcionar como indicadores biocronológicos para correlacionar el nivel de TD4 con otros yacimientos euroasiáticos o incluso de la propia sierra de Atapuerca.
Aunque los indicios de presencia humana en este nivel no son intensos, no se descarta la posibilidad de que, como en campañas anteriores, se puedan hallar piezas de industria lítica. Esta industria es importante para explorar la relación entre los humanos hallados en TD4, TD6 y TE9 e investigar el carácter continuo o discontinuo del poblamiento de Europa en el Pleistoceno inferior.
Cueva Fantasma
La intervención arqueológica en Cueva Fantasma en esta campaña tiene como objetivo seguir profundizando en el sector de entrada de Cueva Fantasma (CF), y en gran sector interior de la Sala Fantasma. La actuación en la zona de Cueva Fantasma (CF) continuará los trabajos de sondeo estratigráfico, con el fin de caracterizar en vertical la secuencia arqueo-paleontológica de la cavidad, que este año se enlazará con secuencia descubierta en Sala Fantasma. La intervención en Sala Fantasma va a seguir avanzando en la excavación en extensión del excepcional nivel arqueo-paleontológico que preserva, aportando gran información sobre la ocupación y caracterización de este yacimiento.
Cueva El Mirador
En la cueva El Mirador se continuará la excavación en los sectores 100 y 200 con un equipo de cuatro a seis personas. En ambos se trabajará sobre niveles del Neolítico, correspondientes a la fase de uso de la cavidad como cueva redil. En concreto, en el sector 200 se excavarán niveles con una edad aproximada de unos 5.700 años, mientras que en el sector 100, se hará sobre niveles del neolítico antiguo, de unos 6700 años de antigüedad, que aportarán información relevante sobre el proceso de implantación de la ganadería en la Península Ibérica.
La Paredeja
El objetivo esta campaña es muestrear la secuencia que se ha excavado en estos años atrás, tomar datos y muestras importantes para finalizar su comprensión y estudio. Este yacimiento se cierra esta campaña al haber conseguido los objetivos marcados que eran documentar bien las ocupaciones en ese paraje. El equipo estará formado por cuatro a seis personas.
Cueva Mayor
En Cueva Mayor se volverá a excavar el yacimiento del Portalón, en el que el año pasado excepcionalmente no se intervino. Este yacimiento contiene una importante secuencia del Holoceno que ha dado lugar a publicaciones de primerísimo nivel mundial. El año pasado se empezó a excavar el yacimiento de neandertales de Galería de las Estatuas Exterior y una vez delimitado y conocido en esta campaña se va a aumentar el ritmo de excavación.
Galería de las Estatuas Interior es la continuación del anterior yacimiento en el interior de la Cueva Mayor y se ha publicado recientemente el hallazgo del genoma nuclear de más de cinco neandertales en el propio sedimento, lo que ha constituido un hito histórico en las ciencias prehistóricas.
Este año se continuará excavando en Estatuas Interior. Y finalmente se excavará en la Sima de los Huesos y en la Sala de los Cíclopes, la gran sala donde se encuentra enclavada la Sima. En la Sala de los Cíclopes se han excavado en el pasado numerosos fósiles de osos en varios puntos y los investigadores que trabajan en este yacimiento piensan que es en esa gran sala donde se encuentran las claves para entender la acumulación de cadáveres humanos de la Sima de los Huesos.
Lavado del río Arlanzón y bioestratigrafía
Durante la campaña de excavación se lava todo el sedimento que se extrae de los yacimientos en los que trabaja el Equipo de Investigación de Atapuerca. Esta actividad, dirigida por la paleontóloga y vicerrectora de Transferencia e Innovación Tecnológica de la Universidad de Zaragoza, Gloria Cuenca, sirve para recuperar la microfauna de la sierra de Atapuerca, es decir los diminutos fósiles de mamíferos, anfibios, aves, reptiles y peces de los yacimientos de la sierra Atapuerca. Se realiza a la orilla del río Arlanzón a su paso por Ibeas de Juarros. En la estación de lavado del Arlanzón se lava y criba el material de cada yacimiento, y se procesa hasta una tonelada de sedimento al día.