Ornitología
Castilla y León goza de una biodiversidad que es la envidia de Europa. Su amplia extensión, más de 94.000 metros cuadrados hace que albergue cerca de 400 especies de vertebrados y entre ellas unas 280 especies de ave. Y todo en un territorio con cerca de un 26 por ciento de su superficie bajo una figura de protección de su medio natural.
Es por ello que Castilla y León se ha ganado, por derecho propio, un lugar preeminente en lo que se refiere al turismo ornitológico. Sólo en el año 2020 se contabilizaron en la Comunidad más de 167.900 ejemplares de aves acuáticas migratorias pertenecientes a 81 especies en 18 humedales de la región.
Desde la Razón les proponemos siete rutas para sumergirse en el apasionante mundo de los pájaros y para descubrir también los parajes naturales de los que goza esta tierra castellano y leonesa.
Lagunas de Villafáfila (Zamora)
Estamos en el humedal que más especies suele recibir cada año. En el último casi 70.000 ejemplares de 62 especies. Las Lagunas de Villafáfila se han convertido en un referente europeo natural protegido y donde “descansan” miles de aves.
Para empezar la visita, recomendable empezar por la Casa del Parque, para conocer de primera mano todo aquello que vamos a tener ante nuestro ojos y para saber un poco más de la naturaleza de las aves. Los humedales dan refugio a un sinfín a un gran número de aves migratorias y las parcelas de secano conservan una de las mayores poblaciones de avutarda de Europa.
Además de la avutarda, se pueden ver aves como el sisón, el cernícalo primilla, el aguilucho cenizo, el ánsar común (invernante), la grulla o la cigüeñuela.
Lagunas de Cantalejo (Segovia)
Nos hallamos en plena Tierra de Pinares. Entre las cuencas de los ríos Duratón y Cega se ubica el humedal de las Lagunas de Cantalejo, conformada por veinte lagunas, y donde acuden año tras año una gran variedad de aves acuáticas para refugiarse y descansar.
¿Qué aves podemos encontrar aquí? Pues dependiendo de la época se pueden avistar garzas reales, fochas y azulones, garcillas, cercetas, avocetas, avefrías, chorliejos y correlimos. Todo un paraíso para los ornitólogos y los aficionados.
Laguna de la Nava (Palencia)
Situada a dos kilómetros de la localidad palentina Fuentes de Nava. Un humedal artificial que cuenta con 307 hectáreas. Estamos ante uno de los espacios más importantes de Castilla y León a nivel faunístico al contar con 221 especies de ave, que suponen alrededor del 40 por ciento de las existentes en España.
Ahora, a partir de este mes, comienzan a llegar numerosos contingentes de aves, donde destaca la presencia del ánsar común, que pueden llegar a concentarse hasta 10.000 animales, pero sin olvidar otras especies de patos como azulones, cercetas, silbones o cucharas.
Para el ornitólogo más especializado, aquí se suelen ver especies raras o escasas como la barnacla cariblanca, el ansar piquicorto o el pequeño carricerín cejudo.
Hoces del Río Duratón (Segovia)
Nos hallamos ante uno de los parajes más apasionantes con los que cuenta Castilla y León. Para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Pero también para disfrutar, además de unas inigualables vistas desde la ermita de San Frutos, para los amantes de las aves es un auténtico paraíso.
Entre las especies a contemplar, pequeños cernícalos, halcones peregrinos, alimoches águilas reales, hasta búhos reales, aunque más difíciles de ver. Y entre todos ellos sobresale uno, por su singularidad y grandeza: el buitre leonado.
Las Hoces del Duratón cuenta con una de las colonias más grandes de Europa y no deja a nadie indiferente. Se la puede ver sobrevolando los amplios cielos segovianos.
Pero también, entre tanta variedad destaca la alondra de Dupont, una de las grandes estrellas del lugar, que se encuentra amenazada, y que es muy complicada de encontrar. Paciencia y suerte.
La Moraña (Ávila)
Esta comarca situada en la provincia de Ávila presenta una rica diversidad ornitológica, donde multitud de aves pueden ser avistadas en los humedales, riberas, estepas cerealistas y pinares de la zona.
Colonias de cernícalos primilla, ganas ortegas, avutardas, sisones, además de rapaces como milanos o aguiluchos.
Desde Castellanos de Zapardiel y por caminos se llega hasta Aldeaseca donde se puede disfrutar de una colonia de cigüeña blanca o de águila calzada.
Ribera de Castronuño (Valladolid)
En la localidad vallisoletana de Castronuño nos encontramos con un gran humedal y grandes carrizales como consecuencia de la construcción del Embalse de San José. El bosque de la ribera es refugio de numerosas aves, algunas de ellas en peligro de extinción como la garza imperial, el aguilucho lagunero y el martinete, pero también se puede observar al águila pescadora y avetorrillo.
La localidad también cuenta con la Casa de la Reserva Natural para conocer también un poco más de la zona. El paseo habilitado por la ribera del Duero es toda una delicia. Una senda muy accesible para todas las edades, a través de sotos y encinares repletos de aves forestales y acuáticas.
Arribes del Duero (Salamanca y Zamora)
El Parque Natural de Arribes del Duero es uno de los espacios protegidos con mayor superficie de la Comunidad con más 107.000 hectáreas.
Profundos cañones de los ríos Duero, Tormes, Huebra y Águeda aunque la importancia ornitológica se encuentra en las especies que nidifican en los cantiles entre las que cabe destacar las poblaciones de cigüeña negra, águila perdicera, águila real, buitre leonado o el alimoche.
Recomendamos dos rutas, una que va desde Aldeadávila de la Ribera hasta Sobradillo y otra desde Ledesma a Villarino de los Aires.