Cultura
La conexión “humana” de Atapuerca y la Colegiata de Santa María de Valpuesta
Separados por 70 kilómetros, ambos lugares emblemáticos de Burgos comparten un viaje a nuestros orígenes
La Casa de Cultura de la localidad burgalesa de Aranda de Duero acoger hasta el próximo 9 de junio una sugerente y divulgativa exposición que conecta en un mismo espacio los orígenes del ser humano con los de la lengua española, ambos en la provincia de Burgos y separados por tan solo 70 kilómetros de distancia, que son los que hay entre la sierra de Atapuerca y la Colegiata de Santa María de Valpuesta, en el valle de Valdegobia.
“Del bifaz a la palabra. De Atapuerca a Valpuesta, un viaje a nuestros orígenes”, es el título de esta muestra que reúne en un mismo espacio réplicas de los fósiles humanos más emblemáticos descubiertos en la sierra burgalesa, como la cara de la niña de la Gran Dolina de hace 850.000 años o el cráneo número 5 conocido como “Miguelón”, en homenaje al ciclista Miguel Induráin, con documentos qsobre los primeros testimonios en lengua romance.
Es el caso de las Glosas Silenses, además de la Biblia Visigótica, de las ediciones facsímiles del cartulario gótico y galicano de Valpuesta o de un fragmento de Beato del Monasterio de Silos y otros escritos sobre otros asuntos. Como por ejemplo sobre donaciones y ventas que documentan cómo era la intensa actividad económica y civil de la Edad Media, forman parte de este ambicioso proyecto expositivo.
El visitante podrá disfrutar por lo tanto de la colección de réplicas más importante realizada sobre materiales arqueológicos y paleontológicos de la Sierra de Atapuerca, cuyos originales se pueden contemplar en el Museo de la Evolución Humana de Burgos, así como de los documentos sobre el principio del castellano cuya plasmación gráfica se produjo en el siglo IX en este rincón del norte de la provincia burgalesa.
El material gráfico que se expone también en esta muestra permite al visitante conocer cómo podemos estudiar cuándo los homínidos comenzaron a hablar. El estudio de los fósiles humanos de la Sima de los Huesos resulta esencial para comprender la aparición del habla en estas poblaciones de preneandertales que ocuparon la Sierra de Atapuerca hace medio millón de año.
A partir de este momento los diferentes homínidos fueron desarrollando unas frecuencias de audición que posibilitaron que tanto sus descendientes, los neandertales, como nosotros, homo sapiens, pudiéramos desarrollar un lenguaje articulado tal y como hoy lo conocemos, según señalan fuentes del Instituto de la Lengua.
Un espacio singular que recoge la importancia y evolución que tuvo en el proceso de hominización la aparición del lenguaje articulado y cómo este, con el paso del tiempo, acabó desembocando en una nueva forma de comunicación: la escritura.
Tanto Atapuerca como la Colegiata de Santa María de Valpuesta han posibilitado descubrir cómo evolucionaron en la Europa occidental los grupos humanos, su tecnología y sus formas de comunicarse desde hace más de un millón de años hasta nuestros días.
El Ayuntamiento de Aranda de Duero, la Consejería de Cultura y Turismo y la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua promueven esta exposición en colaboración con el Museo de la Evolución Humana.
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