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Educación

Carbayo afirma que el futuro de la ciudad está en manos de los salmantinos y de los miles de estudiantes abanderados de la “Marca Salamanca”

La Asociación de Antiguos Alumnos de la USAL distingue al Ayuntamiento de Salamanca socio de honor

Alumni Universidad de Salamanca nombra a los nuevos socios de honor propuestos por la Junta Directiva y ratificados por la Asamblea General de Socios, incluidos el Ayuntamiento de Salamanca, Antonio Jesús Fonseca-Herrero, Antonio Colinas, Helena González Burón y Katsuyuki Tanaka JESÚS FORMIGO/ICALAgencia ICAL

El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, ha destacado que el futuro de la ciudad de Salamanca está “en manos de los salmantinos”, pero también en las de los miles de estudiantes que cada año salen de las aulas de sus universidades, a los que ha reconocido como los “mejores embajadores” de la “Marca Salamanca” por todos los rincones del mundo, durante el acto de nombramiento de socio de honor al Ayuntamiento de Salamanca por parte de la Asociación de Antiguos Alumnos de la Universidad de Salamanca (Alumni-USAL), en la que también han sido distinguidos Antonio Jesús Fonseca-Herrero, Antonio Colinas, Helena González Burón y Katsuyuki Tanaka.

En este marco, García Carbayo aseguró que ser parte de esta red de antiguos alumnos formada por más de 50.000 personas conlleva una gran responsabilidad, ya que entre los socios de Alumni-USAL se encuentran líderes de gobiernos, grandes empresas o universidades, que “nos eligen para formarse cada año para liderar un mañana cada vez más competitivo”.

Salamanca es la Capital del Español, “así es y así seguirá siendo gracias al esfuerzo e implicación que pone la Universidad de Salamanca en ello”, pues el desarrollo de Salamanca se nutre del español, con más de 30.000 estudiantes extranjeros cada año, lo que convierte a la ciudad en uno de los principales destinos del turismo idiomático. El regidor municipal apuntó

también que Salamanca, como Ciudad del Talento, está ligado a la industria del conocimiento. En este sentido, señaló que a nuestro favor tenemos una gran comunidad universitaria y una red de investigadores de primer nivel, sin olvidar que el Ayuntamiento de Salamanca mantiene firme su compromiso con la formación, atracción y retención del talento, siendo pioneros en España en esta materia.

Por último, destacó que Salamanca y su Universidad son una empresa común en la que la Asociación de Antiguos Alumnos de la Universidad de Salamanca (Alumni) juega un papel vital para que la ciudad y la comunidad universitaria sigan creciendo y haciéndose más fuertes.

Junto al alcalde la Alumni-USAL también reconoció al magistrado del Tribunal Supremo Antonio Jesús Fonseca-Herrero, el poeta Antonio Colinas, la genetista y divulgadora científica Elena González y al embajador de Japón en España, Katsuyuki Tanaka.

El presidente de Alumni Usal y presidente de MAPFRE, Antonio Huertas, destacó en el “acto más importante del año” para la asociación la importancia que tienen las empresas e instituciones de conocer “qué ventanas se cierran” de cara al mundo laboral de los jóvenes. En referencia a los nuevos socios de honor, les calificó como “referentes para todos nosotros y para la sociedad en general”, una de las “virtudes” de la Usal, “que ha sido capaz de generar siempre personas ejemplares que han podido después seguir siendo modelo y ayudarnos a mejorar las condiciones de vida de las personas”.

El nombramiento de estas “personas ejemplares” unidas a Salamanca y a su universidad comenzó con el reconocimiento a Antonio Jesús Fonseca-Herrero. Presentado por el catedrático de la Usal, José María Lago, quien reconoció como principales virtudes la prudencia y el alto criterio técnico, “Antonio Fonseca es el prototipo de juez que vigila que los gobiernos y las administraciones sirvan con objetividad a los intereses generales y no a otros”, incidió. Por su parte, Fonseca-Herrero destacó a la Usal y a la ciudad como “dos partes esenciales” en su vida, y reflexionó sobre la condición de juez. Con ello, destacó la “conciencia humana y social” de estas figuras y su papel esencial, “que no debe olvidarse”: resolver los conflictos que se presenta en la sociedad y asumir justicia de forma imparcial.

Por su parte, Antonio Colinas contó con las palabras introductorias del presidente del Capítulo Salamanticense de Alumni Usal, Román Álvarez. En ellas, destacó su trabajo realizado durante más de 50 años dedicados a la traducción, al periodismo, a la opinión y a la literatura en general. “Antonio Colinas irradia a la sociedad un profundo humanismo a través de su obra y es un referente de los valores más importantes del ser humano”, ensalzó. Colinas, conciso, destacó tan solo cuatro palabras: “Mil gracias de corazón”. Además, recordó su etapa universitaria y su posterior participación en congresos y conferencias, y mencionó a la Usal “como admirada amiga” en parte de sus poemas, artículos y libros.

En el campo de la ciencia, Elena González Burón fue la protagonista. Propuesta para Alumni de honor por la vicepresidenta de la Junta Directiva de la asociación, Marina Gordaliza, fue ella quien destacó su compromiso con la Universidad en su etapa de estudiante y su dedicación a la divulgación, complementada con investigaciones pedagógicas para enseñar la biología dentro del aula. Fue González Burón quien profundizó en esta tarea de divulgación, que asumió como su labor y pasión gracias a la capacidad por sus profesores durante su formación “por transmitir el amor por la ciencia”. Una cualidad que ha hecho suya para su desarrollo personal y profesional.

Por otro lado, durante la presentación del embajador japonés Katsuyuki Tanaka, llevada a cabo por el catedrático José Abel Flores, el punto más destacado fue su colaboración en cada una de las actividades del Centro Cultural hispano-japonés de la Universidad, además de la cercanía con la Casa Imperial de Japón. Dos vertientes en las que profundizó el embajador, además de recordar numerosas vivencias de su juventud en la ciudad. Con ello, recordó dos visitas de los emperadores japoneses, en 1985 y 1994. Con la primera, consiguieron reparar el órgano barroco de la Catedral Nueva y, la segunda, fue el origen de la creación del Centro hispano-japonés. Con ello, incidió en que “para que un proyecto de cooperación bilateral como este tenga éxito, hay que recordar quién lo consiguió y cómo se materializó. Si se pierde esta memoria, ningún proyecto va a durar”.

El último de los socios de honor nombrados en el Paraninfo de la Universidad fue el Ayuntamiento de Salamanca. Según recordó el presidente del CES, Enrique Cabero, su colaboración fue esencial a lo largo de la historia de ambas entidades, principalmente en dos momentos: la Capitalidad Europea de la Cultura y el VIII Centenario de la USAL.

Por su parte, el rector de la Universidad salmantina, Ricardo Rivero, destacó también que esta relación no se da en otras ciudades. “Esta colaboración es la sensación que se transmite hacia el resto de agentes públicos y privados de nuestro entorno de que Salamanca es una”, afirmó. Además, reivindicó la figura de Japón como país “que ha demostrado al mundo que se puede crecer y progresar para alcanzar la calidad de vida más elevada del planeta desde una constitución que defiende la paz”.

Rivero también tuvo palabras para el resto de homenajeados, a quienes se refirió recorriendo las imágenes de justicia y poesía que se encuentran reflejadas en la piedra del edificio de las Escuelas Mayores. No sin olvidar que la ciencia como mujer necesitaría más imágenes que la representen en el icónico lugar de la Universidad de Salamanca.

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