Desarrollo rural

Así es la primera granja de Castilla y León que cría insectos para alimentar animales y fertilizar la tierra

El joven emprendedor Israel Benito planta cara a la burocracia para hacer realidad este proyecto pionero con tenebrios que se ubica en la localidad vallisoletana de Villanueva de los Caballeros

Cría tenebrios para alimentar animales y abono en Insectropía
Cría tenebrios para alimentar animales y abono en InsectropíaIcalLa Razón

Castilla y León ya puede presumir de contar con su primera granja dedicada a la cría de tenebrios, un insecto conocido como gusano de la harina, del que se alimentan muchas especies de animales que van desde peces como las carpas, peces de ornato o pirañas y cíclicos hasta mamíferos como los hámster, las cobayas, los erizos y las musarañas, e incluso reptiles, anfibios y arañas como por ejemplo camaleones, escorpiones, iguanas, ranas, sapos, tortugas y tarántulas.

También aves como las perdices, faisanes, pollos y gallinas, que es el caso que ocupa en esta información, aunque también se trata de un insector apto para su consumo por parte del ser humano. De hecho, hace apenas un par de años lo decía la propia Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), al considerar que el consumo del gusano de la harina (’Tenebrio molitor’), ya sea como insecto seco entero o en forma de polvo, no plantea preocupaciones de seguridad. Si bien, alimentarse de insectos no es algo habitual en la cultura occidental, pero cada vez está más extendido, y es allgo que sí está aceptado en otros lugares del planeta como África, Asia o Sudamérica.

El joven emprendedor vallisoletano de 41 años Israel Benito dejó su profesión como diseñador gráfico para lanzarse a esta aventura junto a su mujer en la localidad vallisoletana de Villanueva de los Caballeros, que es donde se ha instalado este proyecto que le ha costado sangre sudor y lágrimas ponerlo en marcha, como se suele decir por estos lares, debido a la negativa de bancos y otras entidades a facilitarle financiación, y, después, por la tremenda burocracia que se encontró cuando decidió incorporarse como ganadero para poder optar a alguna ayuda.

Una iniciativa ambiciosa, de nombre Insectropía, con la que este audaz empresario quiere también aportar su granito de arena contra la despoblación en el medio rural generando nuevas oportunidades desde la investigación y a través de un producto que, en su opinión, pone en valor la producción local y los recursos del medio rural castellano y leonés. “La gente del pueblo está encantada, les genera mucha curiosidad y es algo nuevo que nadie ha visto y todo el mundo quiere conocer”, asegura este ganadero en declaraciones recogidas por Ical, mientras avanza que ha invertido alrededor de cien mil euros ya en este proyecto.

Tenebrios que cría Israel en Insectropía
Tenebrios que cría Israel en InsectropíaIcalLa Razón

Tras arrancar oficialmente el 2 de enero y adquirir en los tenebrios en otra granja, la empresa comenzó a recriar a partir de aquella primera colonia, ya que tienen una vida cíclica. Los inicios fueron positivos, con 150 kilos de producción. Hoy, en fase de recría, ya la ha triplicado, pero su objetivo es llenar la cámara frigorífica, donde se crían a 25 grados de temperaturas y 65 de humedad. Es más, se muestra optimista y confía en que un año podría llegar a las dos toneladas.

Superalimento

A día de hoy, afirma que vende ya tenebrios como alimento vivo para granjas de pollos, gallina, faisanes o perdices, donde “es muy requerido” porque está considerado un producto “superalimenticio”, aunque también se producen deshidratados y molidos.

Y es que entre las ventajas que ofrece el consumo de tenebrios se encuentra su alto contenido proteico y en minerales como calcio, hierro, magnesio, zinc, potasio y Omega 3 y 6. Igualmente, la parte dedica a abono, denominado ‘guano’, se comercializa en viveros y empresas y particulares con huertas y empresas.

Por el momento, la idea es “crecer y contratar gente” para una instalación en la que de momento solo trabaja él, pero prevé ampliar el espacio con más cámaras y animales. Para ello, ya cuenta con la facilidad de la conectividad a través de móvil, con el que mantiene el control a distancia de la cámara frigorífica para corregir posibles cortes de luz, temperatura o humedad.

¿ Y cómo es este gusano de harina?

El tenebrio molitor es de un color dorado, por lo que en algunas zonas se le conoce como oro vivo, y tiene seis patas. Su cabeza es pequeña y en cuanto a su tamaño, se encuentra entre 1mm y 3 cm con un peso de entre 130-160 mg. Su fase larvaria suele durar sobre 10 semanas, aunque dependerá de las condiciones de temperatura, humedad, alimentos y agua en las que se encuentre. Se trata de un insecto lento, que aunque en su estado adulto tiene alas, no vuela ni escala paredes lisas, no muerde, no huele mal y es silencioso; es por ello por lo que su cría se hace más fácil y llevadera que la de otras especies.

Su ciclo vital dura medio año dura y en este tiempo existen cuatro fases (Huevo, larva, pupa y escarabajo

Israel Benito Vegas, creador de Insectropía
Israel Benito Vegas, creador de InsectropíaIcalLa Razón

“Es un animal bastante resistente", señala Israel, quien explica que necesita sus condiciones para criarse correctamente y que el ciclo funcione, pero si falla la luz no se mueren inmediatamente. Por ello, señala que Insectropía está equipada con las últimas tecnologías en iluminación y control de temperatura y humedad para garantizar el bienestar de los insecto.

Entre los beneficios que pueden derivarse de esta granja de insectos sostenible, este joven emprendedor apunta al "inexistente" nivel de residuos y el "escaso" uso de agua en el proceso de cría.

Esta empresa es la única granja de cría de tenebrio registrada en el Registro Ganadero de Castilla y León (REGA), y los animales criados están alimentados con productos naturales - como cereales y verduras - y cuidados de manera totalmente segura e higiénica, con lo que cumplen con las normas impuestas por el Ministerio de Agricultura y Ganadería, señala Israel, convencido también de que esta iniciativa puede tener un impacto positivo en la imagen de la Región, tanto a nivel nacional como internacional.

"Es proyecto único en Castilla y León, lo que puede atraer la atención de inversores y expertos en la industria alimentaria. Esto, a su vez, puede contribuir al posicionamiento de la región como un lugar innovador y atractivo para la inversión", finaliza.