Política

Carriedo: "Castilla y León quiere pagar sus deudas, no las de los demás"

El consejero deja claro que la "mal llamada condonación” de lo que deben las comunidades supondrá que cada castellano y leonés deberá asumir 523 euros más de deuda que antes de este acuerdo

Fernández Carriedo saluda a la ministra María Jesús Montero a su llegada al Consejo de Política Fiscal y Financiera
Fernández Carriedo saluda a la ministra María Jesús Montero a su llegada al Consejo de Política Fiscal y FinancieraJuan LázaroIcal

Los consejeros de Hacienda de las comunidades gobernadas por el PP, entre ellos el castellano y leonés Carlos Fernández Carriedo, han abonadonado esta tarde la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera que debate la propuesta del Gobierno de condonar más de 83.000 millones de euros de deuda autonómica, ya que se consideran que esta medida es una "trampa", además de un "teatrillo" y un "engaño" a los españoles.

Además, echaban en cara a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que haya traído a la reunión un orden del día impuesto por los independentistas catalanes, cuando las comunidades del PP además de Ceuta y Melilla llevan años pidiendo un nuevo sistema de financiación.

Fernández Carriedo, a su entrada al Consejo, ya dejaba claro que la "mal llamada condonación” de la deuda autonómica supondrá que cada ciudadano de Castilla y León deberá asumir 523 euros más de deuda que antes de este acuerdo. "No se nos ha escuchado ni se ha dialogado nada con las comunidades autónomas”, se quejaba el también portavoz de la Junta, para quien esta quita "es simplemente el pago del precio político para que Pedro Sánchez siga en La Moncloa”.

Mientras que, a la salida, mostraba su indignación por lo ocurrido dentro de la misma, pero sobre todo su impotencia. "Hemos ido a una reunión donde ya valía solo con el voto del Gobierno y de una comunidad para que se aprobara el acuerdo", se quejaba el consejero, molesto por que las comunidades no hayan podido ser escuchadas para dialogar y llegar a un acuerdo, pero también por comprobar como una vez más el Gobierno de Sánchez ha decidido que haya unos partidos separatistas que sean quienes dirigjan la hoja de ruta de España.

"En Castilla y León no somos ciudadanos de Segunda División ni queremos que se nos escuche cuando ya se ha decidido antes. Queremos multilateralidad. igualdad y participar como los demás", afirmaba Carriedo, mientras insistía en la "impotencia" que sienten al ver que el Gobierno "toma decisiones sin contar con las comunidades autónomas y se pliega a los intereses de los separatistas para después endosárselo a todos los españoles".

Preguntado por cómo se va llevar a cabo este acuerdo entre el Gobierno y ERC, el consejero aseguraba que tampoco sabe en qué va a consistir porque no se lo han querido contar, ni tampoco conoce los apoyos con los que podrá contar en el Congreso de los Diputados.

En cualquier caso, Carriedo asegura que la quita no es la solucuión. "Castilla y León paga lo que debe, ya que estamos acostumbrados a hacer frente a sus deudas", decía el consejero, quien aseguraba que lo quiere la comunidad es un nuevo modelo de financiación que les ayude a costear los servicios sociale,s la educación o la sanidad y asegurar el Estado de Bienestar. "El actual modelo está caducado desde hace 14 años y no se ha negociado ningún modelo nuevo desde entonces y eso que hemos padecido una crisis financiera, una pandemia y una crisis de inflación", apuntaba el consejero.

El portavoz de la Junta insistía en que Castilla y León no tiene ningún problema de endeudamiento, "aunque quizas los separatistas sí, por sus embajadas en el exterior o el referendum ilegal que llevaron a cabo y ahora quieren que lo paguen todos los españoles.

"El que se endeuda debe hacer frente a sus compromisos, y Castilla y León quiere pagar sus deudas, pero no las de los demás", denunciaba el consejero, al tiempo que defendía que se pueda hablar de equilibrar deuda pero nunca de condonarla.

Finalmente, Carriedo echaba en cara al Gobierno que no quiera hablar con las comunidades, "porque nosotros defendemos el interés general de España y eso les molesta a los separatistas".