Sociedad

Castilla y León financia 34 proyectos contra la pobreza en países en desarrollo

La Consejería de la Presidencia destina casi cuatro millones para este fin

Proyecto higiénico-sanitario en Tanzania financiado con estas ayudas
Proyecto higiénico-sanitario en Tanzania financiado con estas ayudas Jcyl

En línea con su compromiso por la lucha contra la pobreza y la promoción del desarrollo y los derechos humanos en los países más pobres del mundo, la Consejería de Presidencia ha resuelto la convocatoria pública de subvenciones para la Cooperación Internacional para el Desarrollo, que suma casi cuatro millones de euros y que supone un incremento de casi un 8 por ciento respecto a los fondos destinados el pasado año, lo que permitirá ejecutar un total de 34 proyectos.

De esta manera, se realizarán 18 iniciativas de desarrollo y otros 16 microproyectos y microacciones en el exterior que serán ejecutados en 13 países empobrecidos y que beneficiarán a casi 200.000 personas de África (Senegal, Mali, Burkina Faso, Camerún, República Democrática del Congo, Guinea-Bisáu, Tanzania y Mozambique), de América Latina (Bolivia, Guatemala, El Salvador, y República Dominicana) y de India.

El consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, destaca que el objetivo de estas intervenciones es el de "mejorar las condiciones de vida de las personas más vulnerables en países empobrecidos" y ha afirmado que, sin duda "Castilla y León es una tierra solidaria y la Junta está a la altura de esta solidaridad".

Un 35 por ciento de las intervenciones que van a financiarse se dirigen a contribuir al derecho humano al agua potable y a su saneamiento, el 26,5 por ciento al derecho humano a la alimentación, el 20,6 por ciento al derecho humano a la salud, y el 17,6 por ciento al derecho humano a la educación.

González Gago explica que “todas las acciones se dirigirán a los colectivos más vulnerables de los territorios apoyados, con una atención especial a las mujeres, niños y jóvenes, pueblos indígenas, población desplazada, poblaciones campesinas y personas enfermas o dependientes”.

En las intervenciones de agua y saneamiento, hay tres líneas principales de trabajo: el fortalecimiento institucional de los sistemas públicos de abastecimiento de agua, la mejora del acceso al agua potable con la construcción de pozos o canalizaciones de agua, y, por último, los programas integrales de gestión de agua, en los que el saneamiento y el tratamiento de las aguas negras tiene un peso importante, junto a la gestión de los recursos hídricos. En ese sentido se desarrollarán proyectos en Burkina Faso o El Salvador.

En lo que se refiere al derecho a la alimentación, se financian proyectos productivos de carácter agrario y avícola, o intervenciones para garantizar el derecho a una alimentación saludable en mujeres embarazadas y niños menores de cinco años en comunidades vulnerables rurales e indígenas. Especialmente significativos son también los proyectos dirigidos a agrupaciones campesinas de mujeres para garantizar la seguridad alimentaria, y los proyectos de prevención de la malnutrición. Destacan en este ámbito los proyectos en Senegal y Guatemala

En el terreno sanitario, las intervenciones se centrarán en la salud materno-infantil, así como en las infraestructuras y equipamientos en maternidades, y en el diagnostico de enfermedades como la tuberculosis. También se contemplan proyectos relacionados con la prevención de enfermedades comunes con prácticas higiénicas y nutricionales, o con la mejora de la atención sanitaria integral de niños con diversidad funcional. Destacan las intervenciones que se van a desarrollar en este sentido en los países del África Subsahariana.

Por último, en lo referente a las intervenciones de carácter educativo, estas se centrarán en facilitar el acceso a la educación y la calidad educativa de niños y adolescentes indígenas y de comunidades aisladas y altamente vulnerables. Se financiarán infraestructuras y equipamientos para el suministro eléctrico adecuado en las aulas, así como intervenciones dirigidas a ofrecer servicios complementarios para el acceso a la educación, como alojamientos de internado o comedores. Destacan los proyectos educativos en Guatemala y República Dominicana.