Castilla y León vuelve a liderar en España la gestión forestal y de sostenibilidad de sus montes. Así lo certifica Cesefor, que destaca que a cierre del año 2023, la Comunidad castellano y leonesa se posiciona como la que más superficie aporta a la certificación forestal en el sistema PEFC a escala nacional, con un total de 824.589 hectáreas. De esta superficie, aproximadamente un 92 por ciento corresponde a unidades de gestión pública, mientras que el 8 por ciento restante, es de ámbito privado.

La certificación forestal es un mecanismo que garantiza al consumidor que los productos forestales y los derivados que adquiere proceden de montes gestionados de manera sostenible, y el cumplimiento de los requisitos es evaluado por una auditoría externa en base a estándares reconocidos de manera internacional.

Cesefor ha participado en este proceso de certificación de los montes de la Comunidad desde su papel en la Mesa Intersectorial de la Madera regional, órgano para el que además realiza las labores de seguimiento y control del sistema de certificación, así como de asistencia técnica en las auditorias anuales.

Estas cifras de bosques sostenibles se han alcanzado de la mano de MIMCyL, la entidad que colabora con la Junta y que promueve e impulsa la gestión forestal sostenible y que ya hace 15 años estableció un sistema voluntario por el que cualquier propietario o gestor de un monte ubicado en la Comunidad, que puede formar parte de la Certificación Forestal Regional. En la actualidad, la superficie certificada se encuentra repartida en un total de 640 unidades, siendo el 72 por ciento de titularidad pública y el 28 por ciento en materia privada.

El certificado de sostenibilidad beneficia tanto a los propietarios de los terrenos forestales como a la sociedad en general y se trata de una herramienta que permite hacer un seguimiento y un mejor control de la gestión que se hace en los montes.

Además, facilita el acceso al mercado de los productos obtenidos, convirtiéndose en una marca de calidad y facilita asimismo la gestión integral, permitiendo un aprovechamiento racional de los recursos y una optimización de los procesos.