Sociedad

Cencerros, cuernos y personajes perturbadores en la cuna de la mascarada europea

La declaración BIC se considera un primer paso para el objetivo último de lograr que sean declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad de carácter inmaterial

El vicepresidente en funciones de la Diputación de Zamora, Jesús María Prada, presenta Mascaraza
El vicepresidente en funciones de la Diputación de Zamora, Jesús María Prada, presenta MascarazaTwitterTwitter

Suman una treintena de manifestaciones tradicionales, algunas de ellas con hasta doce personajes distintos, que se desarrollan o están en fase de recuperación en la provincia de Zamora y aunque cada una de ellas mantiene sus propios personajes en la mayoría de los casos comparten elementos como los cuernos, los cencerros, la numerología simbólica del tres o el protagonismo de seres perturbadores.

Por todo ello, la federación de asociaciones de mascaradas de Zamora Mascaraza, que agrupa a la mitad de esas fiestas tradicionales que se celebran en distintos puntos de la geografía provincial, no tiene dudas de que su ámbito de actuación constituye la cuna de la mascarada europea porque no hay otra zona con tanta variedad y diversidad de rituales de este tipo.

Esa afirmación, avalada por antropólogos y profesores universitarios que han estudiado estas tradiciones, la ha realizado a EFE el presidente de Mascaraza y responsable de la asociación que promueve la salida de El Zangarrón cada 26 de diciembre en Sanzoles, José Javier Sánchez.

DIFERENTES Y ORIGINALES

Sánchez ha subrayado que aunque en Galicia algunas mascaradas mueven un mayor número de personas todas encarnan un mismo personaje, por lo que "como mascaradas diferentes y originales como Zamora no hay ninguna provincia que aporte tanto en toda la franja de mascaradas de Europa".

La asociación ha hecho este domingo su presentación pública con un ciclo de conferencias, actuaciones folclóricas y de representación de algunas de las estas mascaradas y una exposición en la que se muestran una veintena de esos estrafalarios personajes de los que se disfrazan vecinos de pueblos de Zamora en fechas señaladas en rituales mantenidos de generación en generación.

Al margen de la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional que tienen algunas de esas celebraciones como el propio Zangarrón de Sanzoles, Zamora cuenta con el mayor número de mascaradas de Castilla y León declaradas Bien de Interés Cultural, con una veintena que cuentan con ese marchamo de protección patrimonial.

UNIR FUERZAS PARA SER PATRIMONIO MUNDIAL

La declaración BIC se considera un primer paso para el objetivo último de lograr que sean declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad de carácter inmaterial.

Para conseguirlo, Sánchez considera necesario unir fuerzas entre la Junta de Castilla y León, la Diputación de Zamora, la Academia Ibérica de la Máscara y agrupaciones como Duero-Douro, Zasnet y Mascaraza.

Este promotor de la mascarada del Zangarrón de Sanzoles, de la que se ha documentado quienes han encarnado ese personaje de antruejo cada 26 de diciembre durante los últimos 150 años, ha resaltado las similitudes existentes entre mascaradas aparentemente muy diferentes.

El tres como número mágico, los dientes de animales, los cencerros, los cuernos o el aspecto perturbador y un tanto diabólico de los protagonistas son aspectos que comparten las distintas mascaradas.

LA TEORÍA DE LOS "ESPANTALOBOS"

Aunque en muchas ocasiones se asocian estas celebraciones a los ritos del cambio de año o del paso a la edad adulta y se asocian también con fiestas romanas saturnales, José Javier Sánchez ha añadido una teoría más sobre el personaje principal de cada mascarada que le atribuye la función de "espantalobos".

Al respecto, ha explicado que la franja de mascaradas de toda Europa coincide con la de población de lobos.

"Donde hay lobos hay mascaradas, con dientes blancos, cuernos y un tamaño aumentado del ser humano", ha señalado para recordar que antiguos pastores de la comarca zamorana de Aliste certifican que cuando en el pasado el burro avisaba de la llegada del lobo el pastor se vestía con trajes estrafalarios, de algo grande y ruidoso para que el lobo no lo atacara a él.