Patrimonio
Los "cielos mudéjares" del Renacimiento español que asombran al mundo por su "perfecta" conservación
Se agrupan en seis iglesias de cuatro municipios terracampinos en los que se puede ver una de las mayores concentraciones de este arte en nuestro país
En la provincia de Palencia, y en plena Tierra de Campos, el amante de la cultura, el patrimonio y de la historia tiene su hueco. Una comarca que destaca por ser cuna de la revolución artística y cultural que supuso el Renacimiento en la península ibérica donde convivieron artistas de la talla de Pedro y Alonso Berruguete, Jorge Manrique, Alejo de Vahía o Francisco Giralte.
De hecho, en cuatro de sus localidades se puede ver una de las mayores concentraciones de arte renacentista de nuestro país y presume de algunos ejemplos de artesonado mudéjar, únicos en el mundo, que además lucen en todo su esplendor y en un perfecto estado de conservación.
Se trata de un conjunto de techumbres que se encuentran en seis iglesias de cuatro municipios terracampinos que forman parte del ambicioso proyecto cultural, el Museo Territorial "Campos del Renacimiento".
La primera de ellas es la iglesia de Santa María de la localidad palentina de Fuentes de Nava, que ofrece uno de los "cielos" más impresionantes de Castilla y León. Construida con sillería y mampostería entre finales del siglo XV y comienzos del XVI, cuenta con tres naves separadas por pilares, con capiteles prismáticos muy toscos, sobre los que se elevan columnas que recogen las terchas de los artesones. En ella se encuentra la Capilla de la Virgen del Castillo y en el extremo opuesto de la misma nave, el baptisterio con bóveda estrellada.
El edificio presenta tres fases constructivas; la primera corresponde a la iglesia propiamente dicha, a la que sucedió una ampliación con ábside adosado al antiguo y, finalmente, se añadió el pórtico en el lado sur.
Ubicada en el casco urbano la iglesia, Bien de Interés Cultural (BIC) y declarada Monumento en 1978, es de singular belleza. En su interior sobresale también la talla de “La Asunción de la Virgen” del siglo XV realizada por Alejo de Vahía.
Digno de mención es el órgano barroco de 1790, del taller de Tadeo Ortega. Magnífica caja de resonancia en el más puro estilo castellano, catalogado como uno de los más importantes de España por su calidad y conservación.
En Fuentes de Nava destaca también la torre de la iglesia de San Pedro, de 65 metros y de estilo tardogótico. Esta torre campanario es conocida como la ‘Estrella de Campos’ y es la imagen más característica de este municipio terracampino. En el interior del templo, brilla con luz propia su retablo mayor, obra de Juan de Valmaseda, así como otras obras de Alonso Berruguete y Juan de Villoldo, entre otros. En esta localidad palentina se encuentra también el humedal de la Laguna de la Nava, conocido popularmente como ‘Mar de Campos’, que forma parte del Espacio Natural la Nava y Campos de Palencia.
En Becerril de Campos se encuentra otro cielo mudejar espectacular. En concreto, en la Iglesia de Santa María de Becerril de Campos, un templo que nació como románico en el siglo XII, pero que ganó peculiaridad a finales del XV e inicios del XVI al reedificarse al estilo gótico. Llama la atención su fachada, pero principalmente la «singularidad» de su artesonado, situado en el sotacoro. Una techumbre mudéjar del gótico tardío.
Este templo, además, alberga obras de Pedro Berruguete y una importante colección de quien fuera vecino de la localidad, Alejo de Vahía. Esta primera sede, ya convertida en museo en el año 1973, cuenta, además, con tallas de Juan de Juni y Francisco Giralte y se caracteriza por ser un edificio en el que aprecia su estilo predominantemente gótico junto a restos románicos e incorporaciones renacentistas y barrocas.
En Paredes de Nava se encuentra la iglesia de Santa Eulalia, en cuya torre se pueden distinguir diferentes estilos, como el románico, gótico y mudéjar,.
Su interior es simplemente impresionante, ya que cuenta con un conjunto de pinturas, esculturas, documentos y orfebrería, además de una colección de vestimentas litúrgicas única que bien merecen una visita alguna vez en la vida.
Pero la joya de la corona se encuentra en las salas que rodean el templo, en sus lados norte y sur: las pinturas de Reyes de Judá, en el retablo mayor de la iglesia, obra maestra de Pedro Berruguete. Destacan en la serie el Rey David, de penetrante mirada, el Rey Salomón y el Rey Ezequías.
El último tesoro de este recorrido lo encontramos en la Iglesia de San Pedro de Cisneros, que cuenta con un numeroso conjunto de obras de arte, fundamentalmente esculturas, y en la que sobresale su grandioso retablo mayor, obra de Francisco Giralte.
También en Cisneros está la iglesia de San Facundo y San Primitivo, que acoge, junto a la iglesia de Santa María de Fuentes de Nava, el Centro de Interpretación de las Techumbres Mudéjares.
Toda la iglesia está cubierta con artesonados mudéjares dorados y policromados de principios del XVI, de gran calidad y variedad. De hecho, en la nave mayor son de casetones rombolidales, de lazo y clave pinjante en el almizate el del presbiterio, mientras que en el primer tramo de la nave de la Epístola son también de lazo y con figuras estrelladas el ochavado y, en el resto, son de par y nudillo.
En el interior sobresale su retablo mayor de finales del siglo XV, con tablas pintadas de este siglo y el siguiente y esculturas del siglo XVI y Sepulcro con yacente de don Rodrigo Ximénez de Cisneros, de finales del siglo XV.