
Economía
José Luis Díaz, financiero: “Si cobras 30.000 euros al año, no es una locura destinar entre 1.500-3.000 euros para vacaciones”
El experto financiero explica cómo organizar los gastos de verano sin caer en el endeudamiento ni renunciar al bienestar

Verano tras verano, muchas familias se embarcan en escapadas al mar, a la montaña o a destinos exóticos... con la tarjeta de crédito en la mano. Es una rutina peligrosa que, según el formador e inversor financiero José Luis Díaz, puede arruinar tu presupuesto anual si no se planifica con cabeza.
¿La solución? Tratar las vacaciones como un gasto fijo más -como el alquiler o el seguro- y automatizar el ahorro para disfrutarlas sin culpa ni sobresaltos financieros.
Las vacaciones deben formar parte del presupuesto anual
“Las vacaciones no son opcionales”, afirma Díaz. “Son una inversión en salud mental y física, y deben presupuestarse como un gasto necesario y recurrente”.
La idea es sencilla pero poderosa: en lugar de improvisar a última hora o recurrir a préstamos, el experto propone incluir un apartado de vacaciones en el presupuesto anual, de la misma forma que se haría con una hipoteca. Así, se puede anticipar el gasto, fraccionarlo durante el año y evitar los errores más comunes:
Endeudarse para cubrir gastos vacacionales.
Romper la planificación financiera del resto del año.
Sufrir ansiedad o culpa durante o después del viaje.
¿Cuánto destinar a vacaciones?
Díaz recomienda dedicar entre un 5% y un 10% de los ingresos anuales a vacaciones. Por ejemplo, si una persona gana 30.000 euros al año, lo razonable sería reservar entre 1.500 y 3.000 euros para este fin.
El peligro de "prestarse" dinero a uno mismo
Una práctica frecuente es “coger prestado” de los ahorros con la promesa de devolverlo más adelante. Para Díaz, esta estrategia es un autoengaño.
“Es una trampa mental. Rompes la disciplina del ahorro, generas una deuda contigo mismo —que es la más fácil de perdonar— y abres la puerta a hábitos financieros tóxicos.”
Este tipo de autojustificaciones terminan generando ansiedad, falta de control y dependencia del crédito. Por ello, la mejor forma de protegerse es eliminar la voluntad de la ecuación.

Automatiza el ahorro: el truco que sí funciona
La clave del sistema de Díaz es lo que él llama “págate a ti mismo primero”:
En cuanto ingreses dinero, automáticamente transfiere un 10-15% a una cuenta separada y de difícil acceso.
Usa porcentajes, no cantidades fijas, para que el sistema se adapte a tus ingresos reales.
Este método garantiza que siempre estás ahorrando, sin depender de tu estado de ánimo, voluntad o gastos imprevistos.
Además, separar el ahorro por objetivos ayuda a mantener la motivación y la claridad. Una cuenta para vacaciones, otra para emergencias y otra para inversiones, por ejemplo, permite tener control sin rigidez ni sacrificios extremos.
Herramientas para controlar el gasto vacacional
José Luis Díaz también recomienda usar tecnología para tener visibilidad sin agobios:
Splitwise: ideal para viajes en grupo, permite dividir los gastos y saber quién debe qué a quién sin discusiones.
YNAB (You Need a Budget) y PocketGuard: permiten establecer límites por categoría y recibir alertas cuando te acercas al tope.
Notificaciones bancarias en tiempo real: ayudan a mantener el control al momento, sin tener que revisar constantemente la app bancaria.
Para quienes prefieren lo clásico, una hoja de cálculo en Excel o Google Sheets sigue siendo una herramienta válida: basta con dividir el presupuesto en categorías (alojamiento, comidas, transporte, ocio) y registrar los gastos reales para mantener el rumbo.
Equilibrio entre el presente y el futuro
¿Es posible disfrutar de las vacaciones sin hipotecar el futuro? Para Díaz, no solo es posible, sino necesario para la salud financiera y emocional:
“No me privo de vivir esperando a ‘algún día’ tener suficiente dinero, pero tampoco sacrifico mi futuro por placeres inmediatos.”
La solución está en entender que vivir el presente y construir el futuro no son metas opuestas, sino complementarias. Asignar porcentajes fijos tanto al ahorro como al ocio permite que ambos objetivos convivan sin conflictos.

Vacaciones sin deuda, ahorro sin esfuerzo
El enfoque de José Luis Díaz rompe con la creencia de que disfrutar ahora y tener estabilidad futura son mutuamente excluyentes. La clave está en la planificación y en la automatización. Con un presupuesto realista, ahorro constante y herramientas simples, es posible disfrutar de unas vacaciones plenas, sin culpa y sin arruinar tu economía.
Porque al final, como él mismo resume:
“La verdadera riqueza no es cuánto ganas, sino cuánta libertad te da tu dinero.”
Y eso incluye, por supuesto, el placer de desconectar... sabiendo que todo está bajo control.
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