Turismo

El coqueto pueblo fronterizo con uno de los mejores conjuntos etnológicos de España

Se sitúa al oeste de la provincia de Zamora y a escasos kilómetros de Portugal

Santa Cruz de los Cuerragos en la provincia de Zamora
Santa Cruz de los Cuerregos en la provincia de ZamoraJcyl

Al oeste de la provincia de Zamora y en la frontera con Portugal se encuentra un pequeño pueblo coqueto, con apenas una decena de habitantes, pero que destaca por su extraordinaria belleza y arquitectura. De hecho es uno de los pocas localidades en España que está declarado de interés turístico en la categoría de conjunto etnológico.

 

Estamos hablando de Santa Cruz de los Cuerragos, ubicado en la confluencia de tres comarcas zamoranas como son las de Aliste, Sanabria y Carballeda. Un conjunto que constituye un caso único de conservación de la arquitectura popular de la sierra, adaptada a las condiciones naturales, así como a los usos y a aprovechamientos tradicionales y de los materiales que predominan en esta zona.

Perteneciente al municipio de Manzanal de Arriba, está integrado en el Espacio Natural de la Sierra de la Culebra. Rememorando un poco de historia, el municipio quedó integrado en la Edad Media en el Reino de León, donde sus monarcas acometieron la repoblación del oeste zamorano. No fue hasta el siglo XIX cuando Santa Cruz pasó a formar parte de la provincia zamorana, aunque dentro de la Región Leonesa, pero en 1834 queda integrado en el partido judicial de Puebla de Sanabria y en 1900 pasó a renombrarse como Manzanal de Arriba.

Casa de piedra en Santa Cruz de Cuerragos
Casa de piedra en Santa Cruz de CuerragosJcyl

Pero lo más llamativo de esta localidad son sus construcciones, con características similares a las de Sanabria, con la utilización de la pizarra incluso en los muros. Un conjunto que constituye un caso único de conservación integral de la arquitectura popular de esta zona de la Sierra de la Culebra, donde la arquitectura de las casas se han ido adaptando, a lo largo de los años a las condiciones naturales del lugar, a los usos y aprovechamientos tradicionales y a los materiales predominantes en estos lares, como piedra, pizarra y madera. Construcciones que rememoran, en muchos casos, a la cultura castreña y a un marcado carácter primitivo.

Si nos adentramos en una de las casas, vemos que generalmente está compuesta por dos pisos y la cuadra estaba situada en el piso de abajo. Una sencilla escalera de piedra servía de acceso a la vivienda que se situaba en el piso superior, y que contaba o con un balcón o un corredor. No podía faltar el horno de pan, que formaba parte de casi todas las cocinas y la "candonga", una chimenea construida de losa o pizarra y adobe en forma de pirámide con una sola abertura para favorecer la salida del humo.

El principal monumento de este lugar es la iglesia de la Santa Cruz, pero uno puede darse una vuelta por el Puente de los Infiernos que atraviesa el río Manzanas o el antiguo molino.

Como costumbres arraigadas, y pese a la escasa población, continúan celebrándose fiestas locales, como la que tiene lugar cada 13 de mayo, la Virgen de Fátima, o el 14 de septiembre, donde todos los vecinos procesionan y se reúnen para comer.

Y otra de las costumbres más arraigadas de este pueblo es la recogida de castañas, producto estrella de la zona. Y merece la pena visitar el lugar en cualquier época del año, pero principalmente en otoño con la caída de las hojas de los castaños, que dan al lugar