Sociedad

Este es el único pueblo de España que cuenta con dos husos horarios y dos idiomas

Se encuentra en la frontera más antigua de Europa

La localidad zamorana de Rihonor
La localidad zamorana de RihonorIcalIcal

España cuenta con numerosas particularidades que la hacen especial. Su rica historia hace que su situación estratégica sorprenda a propios y extraños. Tal es así que un pequeño pueblo de nuestro país habla dos idiomas y cuenta con dos husos horarios. Forma parte de la frontera más antigua de Europa, la que divide España y Portugal, más conocida como "La Raya". Cuenta con 1214 kilómetros de longitud, por lo que es la frontera más larga entre dos Estados de la Unión Europea, constituida a través de los siglos, a partir de los tratados de Zamora de 1143, Badajoz de 1267 y Alcañices de 1297, pactos que delimitaron, en lo esencial, la frontera tal y como la conocemos en nuestros días; aunque será con la firma del tratado de Lisboa de 1864, complementado por el Acuerdo de Límites de 1926, cuando se llegó al trazado actual.

 

En un concepto más amplio, la denominación «La Raya» también se refiere al espacio geográfico próximo a esta frontera, donde las poblaciones portuguesas y españolas, separadas por una frontera política, comparten de alguna manera elementos históricos, culturales o económicos. Así, estas poblaciones son calificadas como «rayanas».

A lo largo de su recorrido se atraviesa las cuencas hidrográficas del Miño, Limia, Duero, Tajo y Guadiana. De hecho, no en pocas ocasiones los ríos han sido utilizados para delimitar la frontera entre ambos países. Es el caso del Miño en Pontevedra; del Manzanas en Zamora; del Turones en Salamanca; del Duero en Zamora y Salamanca; del Erges y el Tajo en Cáceres; del Ardila en Badajoz; del Guadiana en Badajoz y Huelva, o del Chanza en Huelva. El conjunto de estos tramos fluviales internacionales suma unos 400 km lineales de frontera entre España y Portugal.

Rihonor de Castillla, «La Raya», Zamora
Rihonor de Castillla, «La Raya», ZamoraT. GallardoLa Razón

Pues en este territorio hay un pueblo sorprendente, ya que cuenta con dos idiomas y dos husos horarios. No es otro que Rihonor de Castilla, en español, y Rio de Onor en portugués. No obstante, sus habitantes, que consideran que viven en un solo pueblo, prefieren llamar a la parte portuguesa povo de abaixo (pueblo de abajo) y a la española povo de cima (pueblo de arriba). El municipio ha sido distinguido por Portugal como una de sus siete maravillas, atrayendo así a turistas de Francia, Alemania e Italia.

Está situado al norte de la Sierra de la Culebra, junto a la frontera portuguesa, el caserío es atravesado por el río Fontano, también conocido como Comtensa o río Onor en su tramo portugués. Dista 14 kilómetros de la capital comarcal y 21 de la capital de su municipio, estando a 22 kilómetros de Braganza, capital portuguesa más próxima que a su vez es sede de la localidad al que pertenece la freguesia de Río de Onor.

Tradicionalmente se denominó simplemente Rionor, denominación con la que aparece en el Real Decreto de 21 de abril de 1834 que creaba los partidos judiciales, así como en el censo de 1842. Asimismo, el único documento que recoge sobre la localidad la Gazeta (actual BOE), que data de abril de 1936, también recoge la localidad denominada como Rionor a secas, por lo que a la denominación oficial de la localidad se le habría añadido el de Castilla. El topónimo Rionor o Rihonor se debe al río de Onor, que cruza la localidad.

Durante la Edad Media, Rihonor quedó integrado en el Reino de León, cuyos monarcas habrían acometido la repoblación de la localidad dentro del proceso repoblador llevado a cabo en Sanabria. Tras la independencia de Portugal del reino leonés en 1143 la localidad habría sufrido por su situación geográfica los conflictos entre los reinos leonés y portugués por el control de la frontera, quedando estabilizada la situación a inicios del siglo XIII.

Posteriormente, en la Edad Moderna, fue una de las localidades que se integraron en la provincia de las Tierras del Conde de Benavente y dentro de esta en la receptoría de Sanabria. No obstante, al reestructurarse las provincias y crearse las actuales en 1833, Rihonor, aún como municipio independiente, pasó a formar parte de la provincia de Zamora, quedando integrado en 1834 en el partido judicial de Puebla de Sanabria, entonces denominado oficialmente simplemente como Rionor.

 

Posteriormente, en torno a 1850, Rionor, que en el censo de 1842 aún permanecía como municipio independiente, pasó a integrarse en el término de Pedralba de la Pradería, en el cual ha permanecido hasta la actualidad.

El número de habitantes ha ido descendiendo en la localidad de modo paulatino desde mediados del siglo XX, llegando a los 32 que en 2016 continúan censados, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). En los últimos años hay algunas familias foráneas que han adquirido casas para establecer su lugar de descanso en el pueblo, atraídos por la belleza de sus paisajes, la idiosincrasia de sus habitantes y las posibilidades de desarrollo con que cuenta la aldea.

En cuanto a los atractivos de la zona destacan las rutas senderistas que se pueden llevar a cabo gracias a su riqueza natural. En cuanto a los patrimoniales resaltan, en la parte española, La Iglesia de Santa María, que fue construida en el siglo XII; El Molino comunitario, que en la actualidad es la oficina de Turismo. Mientras en la zona portuguesa; El Molino comunitario; el Puente, que cuenta con una pasarela que recorre la parte de abajo y lleva hasta la pequeña cascada; el Lavadero; y la Iglesia de San Juan Bautista, que cuenta con una sencilla fachada con un reloj y una espadaña con dos campanas.

Sierra de la Culebra

Al pertenecer a la Sierra de la Culebra, cerca de Rihonor existen otros atractivos turísticos como: El Centro de Interpretación del Lobo Ibérico, situado en la localidad de Robledo. Una actividad siempre recomendable para niños y adultos. En este espacio es posible observar a los lobos ibéricos en estado de semi-libertad desde los distintos miradores habilitados para ello, algo que no se ve todos los días.

El centro también dispone de abundante información sobre la especie, tanto desde el punto de vista biológico como acerca de la cultura lobera que la presencia de este animal ha generado en la zona, incluyendo los diferentes sistemas de defensa de los rebaños ante la amenaza que el lobo suponía. Recomendamos contratar las visitas guiadas que ofrece el propio centro, ya que los monitores son muy buenos.

 

La Berrea del Ciervo: Esta zona ofrece este espectáculo de la naturaleza. De hecho se trata de uno de los mejores lugares de España para descubrirlo. La alta presencia de ciervos en este territorio lo hace perfecto para contemplar su ritual de apareamiento. La berrea del ciervo es el sonido gutural que emiten los machos durante el celo desde finales de verano hasta principios del otoño.

Museo de los Carochos: Este museo de Riofrío ocupa el antiguo edificio del veterinario y de los maestros desde 2015 con el fin de transmitir la importancia de la historia de la comarca de Aliste. El espacio de centra, principalmente, en la tradición milenaria de los carochos, una mascarada de invierno que incluye curiosos personajes típicos de las fiestas romanas y griegas. Concretamente, hay 11 personajes e instrumentos relacionados con la celebración de cada 1 de enero.

 

Pueblos “con encanto”

En la Sierra de la Culebra hay varios lugares que no se pueden dejar de visitar. No se trata de grandes poblaciones, sino de pequeños pueblos, en algunos casos incluso de diminutas aldeas de montaña. Uno de los lugares más recomendable es Villardeciervos, verdadero centro neurálgico de la Sierra y cuyo núcleo urbano está declarado Conjunto Histórico, por su arquitectura popular bien conservada.

 

Además, Villardeciervos cuenta con una oficina de turismo (ubicada en una magnífica casona del pueblo) donde se ofrece información sobre toda la Sierra de la Culebra. Pueblos más pequeños, pero no menos pintorescos, son Riomanzanas y Flechas, en la comarca de Aliste, o Santa Cruz de los Cuérragos, en la Carballeda. Éste último ha sido declarado Conjunto Etnológico y apenas muestra indicios de modernidad en sus construcciones. Es como si el tiempo se hubiera detenido en él desde la Edad Media.

Gastronomía

Como no puede ser de otra manera la zona cuenta con una variada y rica gastronomía, entre la que destaca famosa Ternera de Aliste, las setas silvestres e incluso la carne de caza, que algunos restaurantes ya están ofreciendo a sus clientes.

 

También es muy apreciada la miel producida en la zona, miel sobre todo de brezo, que es una de las mejor consideradas de cuantas existen. De hecho, el propio espacio natural cuenta con un pequeño pero interesante Centro de Interpretación de la Miel situado en la localidad de Sagallos.