Patrimonio

Este es el claustro español más espectácular para National Geographic

Forma parte de un monasterio cisterciense fundado en el siglo XII

Claustro del Monasterio de Santa María de Valbuena
Claustro del Monasterio de Santa María de ValbuenaEduardo MargaretoIcal

España se caracteriza por contar el patrimonio más impresionante del mundo. Castillos, murallas, monasterios, etc, inundan los parajes de cualquier rincon de nuestro país. Por este motivo, la prestigiosa publicación National Geographic ha decidido hacer un ranking con los claustros más espectáculares. Y el preferido es uno que está situado en un pequeño pueblo, que forma parte de un impresionante monasterio cisterciense y que fue fundado en el siglo XII.

Un claustro es un tipo de patio que en sus cuatro lados tiene una galería porticada con arquerías que descansan en columnas o dobles columnas. Está edificado a continuación de una de las naves laterales de una catedral o de la iglesia de un monasterio. Cada galería toma el nombre de panda y en cada panda se distribuyen los distintos espacios necesarios para la vida monacal o catedralicia. Suele ser lugar de recogimiento. El patio está casi siempre ajardinado y en el centro se encuentra una fuente o un pozo. La palabra viene del latín claudere, con el significado de «cerrar». También llamado «clausura”.

El claustro es una planta cuadrada y cada uno de los cuatro lados recibe el nombre de benedictos. En el centro suele haber un pozo en el que confluyen cuatro caminos, y en el espacio restante, un pequeño jardín. En cada lado del claustro hay una galería o corredor (también denominado panda) cubierto y limitado por arcadas. En la panda este se halla casi siempre una pequeña estancia que servía como habitación o biblioteca, independientemente de la gran biblioteca que tenían algunos monasterios importantes. A continuación se hallaba la sala capitular, pieza que se consideraba de gran importancia y que generalmente se construía con rica ornamentación arquitectónica. Era el lugar de reunión de la comunidad, donde se leían los capítulos de la regla de la orden y donde el abad organizaba las distintas tareas a seguir por los monjes. En esta sala era donde se exponían posibles faltas de alguno de ellos para que el superior le reprendiese. Se decía llamar a capítulo.

En la parte sur solía estar el calefactorio, lugar caldeado donde podían ir los monjes de vez en cuando para descansar y entrar en calor. A su lado, el refectorio, que era el comedor, y colindante con él, la cocina.

La oeste se solía llamar de legos y tenía el callejón también de legos y la cilla con la bodega. Las celdas de los monjes o el gran dormitorio común (depende de la época y de las distintas órdenes) estaban en el piso superior.

Los capiteles de las columnas de los claustros románicos están especialmente decorados y tallados y a veces constituyen verdaderas obras de arte.

Pues según National Geographic el más espectacular de España se encuentra en el Monasterio de Santa María de Valbuena, en un pequeño pueblo de Valladolid, Valbuena de Duero. Se trata de un monasterio cisterciense fundado en el siglo XII, más concretamente en el año 1143, por Estefanía Armengol, hija de Armengol V, conde de Urgel, y de su esposa María Pérez y nieta del conde Pedro Ansúrez. Sus primeros monjes vinieron de la Abadía de Berdona (Francia) que, a la vez, era filial de la abadía de Morimond.

Tras muchos avatares a lo largo de su historia, pasando por la Desamortización de Mendizábal, solo se mantuvo activa su iglesia, la cual fue parroquia de la nueva pedanía de San Bernardo, por lo que se conserva en muy buen estado. En 1967, el arzobispado de Valladolid compró a sus propietarios de entonces los edificios monacales. A finales de los años 1990, el monasterio fue cedido a la Fundación de Las Edades del Hombre para establecer en él su sede. En la actualidad pertenece a la cadena de hoteles de lujo Castilla Termal.

El conjunto constaba de iglesia, claustro (con todas sus dependencias), hospedería, dormitorios, zona de conversos y todos los demás departamentos propios de un monasterio cisterciense. La iglesia fue tomando forma a lo largo del siglo XII y las dependencias monacales siguieron construyéndose ya entrado el siglo XIII. Estaba rodeado de una cerca.

La disposición de los edificios son un fiel reflejo de los monasterios concebidos por los benedictinos y llevados a la perfección por la orden del Císter. Las trazas de todo el complejo requieren siempre que el claustro esté pegado a la iglesia bien sea por el lado norte o por el lado sur, de forma que los brazos del crucero compongan un rincón con él. Así las dependencias monacales quedan situadas al norte o al sur de la iglesia; en el caso de Valbuena se ven ubicadas al sur que es la situación más frecuente porque es la mejor forma de protegerse del viento frío mientras que la panda norte del claustro abierta hacia el sur aprovecha el calor del sol. Cuando estas reglas constructivas están ausentes es debido por lo general a exigencias de la topografía; los condicionantes más frecuentes son una elevación del terreno o un curso de agua.

Al oeste del claustro y en paralelo se construyeron en planta baja los graneros y cillas (despensas y bodegas) y sobre ellos los dormitorios de los conversos. También en la parte oeste se hallaba la portería y el edificio de la antigua hospedería o noviciado de monjes.

En cuanto al claustro, se accede por una puerta llamada puerta de los monjes, llamada así porque era por donde los monjes entraban a la iglesia desde el claustro. Por el interior es un simple arco rebajado; por el exterior y vista desde el claustro consta de dos arquivoltas apuntadas y una chambrana decorada. Las arquivoltas descansan sobre jambas y columnas acodilladas que tienen capiteles de palmetas estilizadas con terminación de bolas, decoración que se repite bastante en todo el monasterio.

El claustro o patio consta de dos alturas siendo la de abajo del siglo XIII y la superior del XVI. Las galerías o pandas están divididas por arcos fajones —que corresponden por el exterior a los contrafuertes— en seis tramos cuadrangulares más el tramo común de las esquinas, cubriéndose con bóveda de crucería.

Las arquerías del piso bajo que se abren al patio constan de tres arcos de medio punto inscritos en otro arco apuntado, de descarga, en cuyo tímpano se abren pequeños rosetones y óculos —salvo en el ala este en que el tímpano está liso—. Las columnas son dobles y su fuste es de una pieza. Los capiteles presentan temas vegetales. La arquería de esta panda este es la más antigua y es más baja que las restantes pues por encima estaba situado el dormitorio.

La distribución de las dependencias que en su día se diseñaron para este claustro siguieron las mismas pautas que en otros monasterios cistercienses. La colocación y medidas de cada una de las salas estaba en consonancia con las necesidades y vida comunitaria de los monjes. Las cuatro galerías —comúnmente llamadas pandas— acogían estos espacios de convivencia siguiendo siempre la misma disposición.

En algunos monasterios como es el caso de Valbuena se edificó siglos más tarde una planta alta siguiendo otros criterios y necesidades de acuerdo con la época. Por esta pandas deambulaban los monjes para llegar de una sala a otra o para pasear y meditar, incluso leer o celebrar algún acto religioso. La panda más antigua, la que se construía primero era la del lado oriental llamada por lo general por estar construida en ella la sala capitular.

Según la publicación: “El resultado es una delicia gótica de dos plantas, cuyo principal rasgo va más allá de los alegres capiteles y de sus arcos. Está en los murales del siglo XVI de estilo manierista italiano que decoran las diversas pandas y que están dedicados a los padres de la iglesia y a la pasión de Cristo”.

Otros claustros de gran belleza

- Claustro de San Juan de la Peña: Situado en Botaya, al suroeste de Jaca, Huesca, fue el monasterio más importante de Aragón en la alta Edad Media. En su Panteón Real fueron enterrados un buen número de reyes de Aragón. Forma parte del camino aragonés del Camino de Santiago.

Probablemente existiera algún tipo de cenobio anterior al siglo XI, pero la construcción de mayor importancia empieza el año 1026 por iniciativa de Sancho el Mayor de Pamplona. En el año 1071 el rey Sancho Ramírez cede el conjunto existente a los monjes cluniacenses y favorece su reforma. En este momento se levanta el conjunto que hoy queda, en mayor o menor medida. La reforma benedictina de Cluny no podía obviar la construcción de un claustro que se finalizará ya entrado el siglo XII.

Según National Geographic “La ubicación dota a este claustro de una atmósfera cinematográfica a lo Indiana Jones. Basta verlo para no extrañarse que durante la Edad Media se le diera carácter legendario y se relacionara el lugar con el Santo Grial. A una media hora de Jaca, el monasterio de San Juan de la Peña es una visita inexcusable si se viaja a Huesca. El Monasterio Viejo de San Juan de la Peña fue el primer panteón real de Aragón, una joya del románico en la que destaca su poderoso claustro, levantado en la segunda mitad del siglo XII, cuya techumbre se limita a la roca en bruto que da nombre al lugar. Una ausencia de techo que lo que hace es resaltar los bellos capiteles del Maestro de Agüero”.

- Real Monasterio de Santa María de Guadalupe: Es un monasterio del siglo XIV situado en la localidad española de Guadalupe, en la provincia de Cáceres. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993. En su interior se aprecian los estilos gótico, mudéjar, renacentista, barroco y neoclásico.

El claustro fue edificado entre los siglos XIV y XV en estilo gótico-mudéjar. Es de planta rectangular, tiene dos pisos y una superficie de 1680 metros cuadrados. El de la planta baja se define por arcos islámicos apuntados unidos en la parte inferior por un pequeño muro construido a base de arcos seriados, también apuntados. La galería de la primera planta tiene arcos de influencia islámica de herradura que apoyan en pilares unidos por un pretil corrido.

En el centro se levanta un templete, el elemento más característico del claustro. Edificado en 1405, es de planta cuadrada, con cuatro arcos góticos en cada fachada que a su vez se subdividen en otros dos arcos apuntados de menor altura. Lo rematan tres pisos de planta octogonal con frontones apuntados que decrecen hasta rematar con una pirámide. Dominan los motivos ornamentales mudéjares que, como es habitual en este estilo, se resaltan con piezas de cerámica en las que predomina el verde.

En el ángulo noroeste se encuentra el lavatorio; es decir, la fuente que servía a los monjes para el lavado antes de entrar al comedor, que se encontraba próximo. Está decorado con azulejos vidriados de estilo islámico. La fuente es copia de que la se encuentra en el baptisterio.

Según National Geographic: “Este monasterio no conoce el significado del término sobriedad. Al contrario, es de una opulencia desmesurada de arte gótico, renacentista, barroco y mudéjar. Lejos de resultar un horror vacui terrible, esa riqueza arquitectónica le valió para ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993. Y entre tanta fastuosidad, dos claustros excepcionales, uno gótico, conocido también como claustro de la enfermería o de la botica y actualmente utilizado dentro de las instalaciones de la Hospedería del Monasterio, y otro claustro mudéjar, el más impresionante, llamado de Los Milagros, con un templete decorado con azulejos y yeserías en el centro de su jardín”.

- San Juan de Duero: Forma un conjunto de arquitectura románica castellana situado a las afueras de la ciudad de Soria, y es la Sección Medieval del Museo Numantino. Lo que hoy se ve, la iglesia y el claustro, no son sino los restos de un monasterio de la Orden militar de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén o caballeros sanjuanistas, levantado en la primera mitad del siglo XII a orillas del río Duero y que se mantuvo habitado hasta el siglo XVIII.

El claustro forma un cuadrilátero irregular cuyos cuatro ángulos, esto es, la propia esquina achaflanada y los semilados que en ella concurren, son diferentes entre sí. El ángulo noroccidental, anterior a los demás, es típicamente románico, con arcos de medio punto y basamento corrido. El nororiental no tiene basamento, siendo sus columnas de fustes cuádruples dispuestos en forma de cruz, y sus arcos túmidos.

El vértice sudeste posee columnas acanaladas de sección cuadrada y arcos túmidos que se cruzan entre sí. El otro ángulo, el suroeste, tiene columnas de doble fuste circular y capiteles ornamentados, sobre los que apoyan los arcos apuntados que se cruzan de forma parecida a los del ángulo anterior, pero con mayor simplicidad. Se trata sin duda de uno de los espacios claustrales más excepcionales no ya de España, sino de todo Occidente.

Según la prestigiosa revista: “El Duero llega a Soria para acariciar una de las ruinas más románticas de España. En este monasterio se asentó la Orden de los Hospitalarios de San Juan de Duero, procedentes de Tierra Santa y no faltos de capital. La contemplación del claustro románico produce fascinación como si se tratara de un escenario épico de la Tierra Media. La construcción es una fantasía de arcos entrelazados de diferentes tipos: los hay de medio punto descansando en columnas pareadas; arcos de herradura apuntados, arcos de herradura entrelazados sin capiteles; y arcos de sugerida herradura y salteados con decoración vegetal”.