Turismo

Este impresionante pueblo es una de las joyas del Camino de Santiago

Los peregrinos pueden disfrutar de la gran riqueza monumental del municipio

Iglesia de Castrojeriz (Burgos)
Iglesia de Castrojeriz (Burgos)Ical

Ya empiezan a divisarse peregrinos. El Camino de Santiago es una de las rutas más visitadas en estos momentos, y una de las paradas obligatorias es uno de los pueblos más bonitos de España, sobre todo si estamos hablando del Camino de Santiago Fránces. Este recorrido de la Ruta Jacobea es en el que confluyen la mayoría de las vías medievales de peregrinación europeas, siendo por tanto el camino de mayor relevancia histórica y el más seguido por los peregrinos. Pasa por las regiones de Aragón, Navarra, La Rioja, Castilla y León y Galicia en un trayecto que cada año recorren más de 150.000 peregrinos. Se realiza desde el descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago en el siglo IX y alcanzó fama internacional al aparecer de forma detallada en el Códice Calixtino (publicación del siglo XII).

El Camino Francés en España puede comenzar desde la localidad de Orreaga - Roncesvalles (en Navarra) o desde Somport (Aragón) y ambos trazados se unen en la villa de Puente de la Reina para llegar a la Catedral de Santiago de Compostela unos 800 kilómetros después. En el trayecto, encontrarás paradas tan esperadas como Jaca, Pamplona, Logroño, Nájera, Santo Domingo de la Calzada, Burgos, Frómista, León, Astorga o Ponferrada. Fue el primer itinerario del Camino de Santiago declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO y es el primer Itinerario Cultural Europeo.

Pues una de las principales joyas que reúne este recorrido forma para de la Asociación de Pueblos más Bonitos de España. Y bien que se merece ese reconocimiento, ya que se trata de un municipio impresionante que enamora a sus visitantes. Esta localidad se encuentra en la provincia de Burgos y es Castrojeriz.

Su origen es incierto. Por diversos autores ha sido identificado como Sisaraca de los Murgobos, Ambisna, Segisama Julia o Castrum Caesaris, ciudades antiguas indígenas o ya romanas. Aparece documentada por primera vez en el Cronicón Albeldense, en él se la nombra como Castrum Sigerici, aunque en documentos posteriores evoluciona a Castro Xeriz, Castro Sorit, Castro Surit, y Castra Sorecia, del Códice Calíxtino, guía para peregrinos del siglo XII.

Lo que es seguro es que Castrojeriz tiene su origen en lo alto del cerro, sobre el que se asienta el castillo el cual recibe el apelativo de Castro. La cerámica aparecida en la superficie y excavaciones en lo alto del cerro, ponen de manifiesto que hubo un poblado en la edad del bronce, con una antigüedad de unos 1.500 años a.C, según asegura la web: www.castrojeriz.es

El castro se romanizó como emplazamiento militar, cuyo primer nombre se cree que fue Sisaraca, ciudad de los Murgobos. Sabemos sin embargo, que el emperador Augusto en su lucha contra los cántabros asentó sus tropas en este castro y se le dio el nombre de la ciudad romana de Segisama Julia, campamento apud Segisamam.

La pacificación de España lograda por Augusto dio paso a una lenta pero positiva romanización, que contribuyó al asentamiento de las tribus, convirtiéndose en una sociedad dedicada a la agricultura y a la ganadería. Con la llegada de los pueblos germanos, el poder romano fue sustituido por el visigodo y posteriormente el árabe, ocupando esta parte de la meseta. Castrojeriz jugará un papel importante en los primeros intentos de reconquista y repoblación de los reyes asturianos.

Castrojeriz era uno de los principales condados, junto con los de Amaya, Burgos, Cerezo de Río Tirón, Lara y Palencia. También era un foco importante de repoblación de las tierras al norte del Duero, ya que desde Castrojeriz salta con frecuencia su conde, Nuño Núñez, a repoblar los valles del Arlanzón y del Arlanza; llegando hasta el propio Duero donde en el año 912 restaura Roa. En estos momentos Castrojeriz dicta leyes a gran parte de las tierras, e interviene en la estructuración y formación de Castilla.

Llegamos a la época de la Reconquista, en donde adquirió una gran importancia. El poblado original fue abandonado tras la invasión árabe en el siglo VIII, de la que sólo se salvó el castillo. Vuelve al poder de los cristianos en el año 746 cuando Alfonso I el católico, rey de Asturias, destruyó los asentamientos árabes. A su vez el empuje musulmán persiguiendo los establecimientos cristianos hicieron que estas tierras quedaran semi desiertas durante más de un siglo.

Con el paso del tiempo la localidad burgalesa se fue convirtiendo en un lugar muy valorado por los monarcas, y una zona importante en la historia de España.

En la actualidad Castrojeriz es parada obligatoria para todos aquellos peregrinos que deseen sumergirse en una villa milenaria, con una atractiva oferta cultural y hospitalaria desde la antigüedad.

Para los peregrinos que llegan a la villa, la primera gran sorpresa la constituye el Hospital General de San Antón, situado a dos kilómetros y medio de Castrojeriz; uno de los hitos más importantes de todo el Camino de Santiago. Por desgracia, en estos momentos se ha tenido que cerrar, hasta que no se lleve a cabo su restauración, por peligro de derrumbe.

El primer templo con el que se encuentra el viajero al entrar en la villa es la Colegiata de Nuestra Señora del Manzano. Se trata de un templo con un estilo que está en transición entre el románico y el gótico. Fue erigido en el año 1214, por disposición de Berenguela la Grande, Reina de Castilla y León. Aunque el rosetón de la fachada se añadió con posterioridad, en el s. XVI, y se realizaron obras de reforma a mediados del siglo XVIII.

El edificio, de planta basilical, cuenta con tres naves y tres capillas laterales. El ábside primitivo desapareció tras la reforma del siglo XVIII cuando fue sustituido por la actual cabecera rectangular. Las naves laterales, que rematan en cabecera plana, tienen arcos formeros tardorrománicos y bóvedas góticas de piedra.

En su interior alberga interesantes pinturas y retablos. Destaca en el baptisterio el sepulcro gótico de doña Leonor de Castilla, reina de Aragón, que permaneció encarcelada en el castillo de Castrojeriz, donde fue ajusticiada por su sobrino Pedro I de Castilla en 1358.

Además, entre las preciosas calles de Castrojeriz se erige la increíble Iglesia de Santo Domingo de Guzmán, un imponente templo del siglo XVI que perteneció a los Templarios, y que experimentó una notable transformación en el siglo XVIII.

Destaca su portada de estilo plateresco español de la segunda mitad del siglo XVI. En su interior se encuentra el Centro de Interpretación Iacobeus, dedicado al Camino de Santiago, a su historia, a los peregrinos y al sentido de esta gran ruta por España.

En el extremo oeste de la plaza porticada, Plaza Mayor de la villa, se encontraba la Iglesia de San Esteban que, lo mismo que la de Santiago de los Caballeros, resultó seriamente dañada por el terremoto de Lisboa. Hoy es un albergue de peregrinos.

El recorrido por la ruta de peregrinos termina en la Iglesia de San Juan. Es el templo más esbelto, respuesta a una etapa de prosperidad y de fuertes relaciones comerciales, de importantes familias castreñas con Italia y los Países Bajos principalmente.

La construcción de la iglesia actual, de estilo gótico y ubicada en el extremo occidental del núcleo urbano, se dataría a comienzos del siglo XVI.

La iglesia de salón columnaria cuenta con tres naves y tres ábsides, pilares redondos y bóvedas nervadas. A los pies hay una torre, del siglo XIV, y un claustro románico, tosco, hermoseado por una cubierta mudéjar, de artesón y tirantes, toda pintada con adornos y escudos de castillos, leones y bandas. Según Vicente Lampérez se trataría de una construcción de principios del siglo XIII, a la que pertenecen la torre y el claustro, que fue reconstruida en el XVI, conservando la torre y techando de nuevo el claustro. El 29 de junio de 1990 fue declarada Bien de Interés Cultural, con categoría de monumento, informa Wikipedia.

Entre sus atractivos, también destaca su castillo, que perteneciente a la época romana, y construido entre mediados y finales del siglo VIII. Esta infraestructura fue construida en lo alto de una colina, a 900 metros de altura. Con un difícil acceso, para el uso militar y defensivo, con el fin de poder resistir y ganar los ataques de las tropas enemigas del Norte de Europa y África y del propio territorio de Hispania. Estas tropas estaban formadas por visigodos, celtas, árabes, romanos y cristianos.

La historia de esta edificación cristiana de la Edad Media estuvo expuesta a los enfrentamientos entre tropas de los ejércitos moros y cristianos entre los siglos VIII y IX.

Poco después, en el año 882 hubo un capitán llamado Munio Núñez de los foramontanos, que se encargó de reformar esta fortificación que fue destruida anteriormente por los árabes y en el año 1131 fue anexionada por el Condado de Castilla.

Este castillo es el monumento arquitectónico más antiguo de Castrojeriz, pero ha tenido numerosas reformas como la ampliación de sus muros por los visigodos, y en 1755 padeció el gran terremoto de Lisboa, que provocó que se encuentre casi en ruinas.

Gastronomía

Además, es un lugar único para que los peregrinos puedan reponer fuerzas con los productos típicos de la zona como son la morcilla, el queso fresco de Burgos y, como no, el lechazo, y existe una gran oferta hotelera para poder degustar estos manjares y descanar.