El albergue del convento de San Antón en Castrojeriz (Burgos) estrena un observatorio astronómico

El Planetario Antoniano, situado en el interior del albergue del monasterio de San Antón de Castrojeriz (Burgos), aprovecha una antigua base de columna para construir una plataforma elevada y permitir la observación del cielo nocturno y sus estrellas.

Cuenta con dos prismáticos, un telescopio de mediana apertura, un puntero láser verde para marcar los objetos celestes, dos planisferios para encontrar las estrellas y constelaciones y seis camillas de exterior para poder dormir a la intemperie y poder disfrutar de las estrellas.

José Galíndez, propietario del hotel la Quinta San Francisco en Castrojeriz (Burgos), patrocinador del proyecto, asegura que tienen “mucha ilusión” puesta en esta iniciativa que se encuentra además en un entorno “tan maravilloso”, ya que manifestó que es un “monumento” que permite mirar al cielo.

Asegura que el impulso de iniciativas para el tramo del Camino de Santiago entre Palencia y Burgos es “absolutamente central” y remarcó la importancia de restaurar el patrimonio. “Este espacio en San Antón es un ejemplo de cómo se puede hacer las cosas bien y para la utilización de todos”, apostilla.

Por su parte, Ovidio Campo, responsable del hospital de peregrinos de San Antón en Castrojeriz e impulsar del proyecto, explica que la idea comenzó a gestarse hace ya 21 años con un telescopio “muy básico”. “Me pareció tan espectacular las noches aquí tan estrelladas que bueno pues me empecé a aficionar un poco a las noches de San Antón”, indica.

Su propuesta es que los peregrinos que se queden a dormir puedan disfrutar de la noche y ver las estrellas. “Para mí es un aliciente más que pretendemos dar al Camino de Santiago y sobre todo a esta zona, a este tramo de Castilla, que sigo diciendo alto y claro que no se puede saltar, o sea, no hay Camino de Santiago sin Castilla, Castilla es la esencia del Camino de Santiago y la esencia está en Castrojeriz”, señala.

Finalmente, José Galíndez, que financia en un 90 por ciento el proyecto, asegura esto ayuda a generar “una especie de leyenda” de que merece la pena pasar por Castilla y León y por el Camino de Santiago. “Es la esencia del camino y es la parte en la que uno realmente se siente abrumado por los cielos y las tierras. Por el paisaje y el paisanaje”, concluye.