Crisis en Vox

García-Gallardo: "La dirección de Vox me apartó de las negociaciones con la Junta tras el protocolo antiaborto"

El ex vicepresidente de Castilla y León denuncia una "guerra sucia" hacia su persona para "desprestigiarle" y apunta directamente a Garriga de quien dice que intentó "chantajearle" para obligarle a firmar la expulsión de Hernando y Teira

El exvicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo
El exvicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-GallardoRubén CachoIcal

El exportavoz de Vox en las Cortes de Castilla y León, Juan García-Gallardo, que presentó el pasado lunes la dimisión de todos sus cargos además de anunciar que deja la política, está molesto con la dirección de su partido, al que acusa de ponerle “zancadillas” en los últimos dos años, y no solo ahora, como ha trascendido, tras negarse a firmar la expulsión de los dos procuradores de la formación, Ana Rosa Hernando y Javier Teira, como según dice le obligaron desde la dirección nacional, apuntando directamente a Ignacio Garriga, secretario general del partido conservador.

De hecho, cuenta el ex vicepresidente de la Junta en una entrevista concedida a Carlos Herrera en Herrera en Cope, que las imposiciones empezaron con la presentación del protocolo antiaborto cuando era el número dos de Mañueco que finalmente no salió adelante. "Me apartaron de las negociaciones directas como parte del Gobierno autonómico de Castilla y León tras aquella polémica, que era una cuestión relevante de mi gobierno”, afirma, a la vez que admití no entender el "incumplimiento" de ese pacto. "Se nos llena la boca de principios pero luego no les ha importado no cumplirlos”, lamenta.

"La indicación agresiva de Garriga para que firmara de manera acelerada la expulsión de Teira y Hernando del Grupo Parlamentario en las Cortes autonómicas o si no que estaba fuera ha sido la guinda del pastel que ha forzado mi dimisión", desvela en la entrevista, mientras reconoce que quien le conoce sabe que nunca actuará "bajo chantaje".

Asimismo, denuncia una “guerra sucia” desde la dirección de Vox para desprestigiarle tras su marcha, y ha avanzado que no lo permitirá.

García-Gallardo aseguraba en la entrevista que sigue compartiendo el proyecto de Abascal en Vox y que espera que el partido "triunfe, sea fuerte y tenga cada vez más apoyos” e incluso deja claro que no comparte la iniciativa de los dos procuradores expulsados de abanderar una democracia interna así como de constituir una plataforma para abandonar en la Eurocámara el grupo Patriotas y volver al ECR. "En los partidos ya hay suficientes luchas cainitas para abordar unas primarias”, apunta.

Además, sale al paso de las críticas a la formación por haber abandonado en Europa el grupo de los conservadores que lidera la italiana Meloni, para pasarse al grupo de Patriotas por Europa que lidera el húngaro Orban, supuestamente apoyado por Rusia y China.

"A Orban y a Le Pen les votan en los barrios y en el territorio, que es lo que hay que pisar”, asegura García-Gallardo, para quien esto se consigue con carisma y gente que le dé la vuelta a España, no solo con un único liderazgo.

También ha negado que no estuviera de acuerdo con la decisión de romper con el PP en los gobiernos autonómicos tras la crisis migratoria del pasado verano: “Dije que no íbamos a transigir con la decisión de aceptar menores migrantes y me mantuve firme, dado que reiteré que íbamos a dimitir y que renunciaríamos al poder si se transigía desde los gobiernos del PP.

"Como no soy un robot ni un palmero, analicé los riesgos y oportunidades de esa decisión, ya que implicaba un camino difícil, pero había que ser coherentes y seguir por ahí”, recuerda, molesto también por el hecho de que desde la dirección nacional de Vox "estén dando a entender que soy un traidor”.

También rechaza que su salida tenga algo que ver con la marcha de Vox dotras personas durante los últimos meses y animaba a la dirección del partido a analizar si “alguien no está haciendo bien las cosas”, en referencia a la marcha de Espinosa de los Monteros.

Finalmente, considera que Vox debería tener una gran ambición y no conformarse con ser el partido refugio del PP”.

El diputado de VOX José María Figaredo,
El diputado de VOX José María Figaredo,Gustavo ValienteEuropa Press

"En Vox no hay baronías"

Desde Voz, el secretario general del Grupo Parlamentario Vox en el Congreso de los Diputados, José María Figaredo, ha contestado a Gallardo en RNE al asegurar que en esta formación “no hay baronías ni divisiones internas”.

"Gallardo ha dimitido, tiene sus razones y que no puede más, por lo que hay que respetar su decisión”, señalaba, mientras explicaba que el partido no tiene una estructura autonómica, sino provincial.

"Voz es un partido nacional que tiene una estrategia nacional, con una dirección nacional y un presidente que lidera el Comité Ejecutivo Nacional, en el que se marca una línea que es la que se sigue en todas las regiones”, apuntaba en la entrevista Figaredo.

Y dejaba claro que "si alguien de repente se da cuenta de que quiere ser en Vox una especie de barón autonómico, pues no tiene cabida”.