Historia
El impresionante Palacio segoviano que pudo guardar todas las obras de arte del Museo del Louvre
Fue durante la II Guerra Mundial y contó con la mediación de Franco
La historia de España es tan grande que cuenta con numerosas curiosidades que pudieron hacerla más grande. Uno de los museos más importantes del mundo es el francés del Louvre. Pues en una ocasión todas las obras del centro cultural francés pudieron trasladarse hasta un impresionante Palacio de Segovia. Corría la Segunda Guerra Mundial, cuando el ejército nazi avanzaba por territorio francés, arrasando con todo lo que pillaba. Además de la gran pérdida de vidas que este conflicto provocó en el continente, también la cultura y el patrimonio se vieron afectados por sus pretensiones. Numerosas obras fueron prohibidas e incluso destruidas a su paso, por incumplir los principios morales del régimen. Tampoco faltó el expolio. Los continuos bombardeos y ataques generalizados no ponían mucho más fácil la preservación de las obras. Así, numerosas instituciones, desde bibliotecas hasta museos, se vieron obligadas a tomar medidas desesperadas.
Entre esas obras por las que se temía se encontraba "La Gioconda" o Mona Lisa de Leonardo da Vinci y la "Venus de Milo", una de las esculturas de mayor fama internacional. Jacques Jaujard, director de los Museos de Francia en verano de 1939, decidió durante esos meses que París no era un lugar seguro.
Diversos castillos del suroeste francés acogieron buena parte de estas obras, amenazadas no solo por los bombardeos, también por ese miramiento de los nazis hacia cualquier tipo de expresión artística. Así fue como el museo se quedó prácticamente vacío de existencias. El buen hacer de Jaujard estuvo justificado, pues durante esos meses los nazis saquearon muchas colecciones privadas.
En este caso, los galos decidieron que su arte tenía que abandonar París y buscar un refugio. Lo que seguramente nadie imaginaba es que Francisco Franco quería que su nueva casa fuera Segovia, y que estas maravillas culturales llegaran al Palacio Real de Riofrío.
De hecho, el Palacio de Riofrío ya había sido barajado por María Isabel de Braganza, impulsora del Museo del Prado, como lugar en el que hacer florecer un gran museo con las obras españolas. En el caso de Franco, quería de esta manera acercarse a Francia, por lo que pudiera pasar en el futuro.
Aunque cruzar fronteras para proteger ciertas obras era una acción que ya se había llevado a cabo con anterioridad, en esta ocasión la propuesta española no llegó a buen puerto. Los franceses prefirieron mantener cerca sus posesiones. Por fortuna, la gran mayoría se libró de los males de la guerra. Claro que, a cambio, el Louvre nunca llegó a Segovia.
Palacio de Riofrío
A pesar de ello, el Palacio Real de Riofrío esta lleno de historia. El edificio se encuentra en Riofrío, un enclave del término municipal de Real Sitio de San Ildefonso, en Segovia, a 11 kilómetros de la localidad de San Ildefonso. Se encuentra próximo a las localidades de Navas de Riofrío y La Losa.
El Palacio es de estilo italiano con planta cuadrada y tres pisos de altura, diseñado por el arquitecto italiano Virgilio Rabaglio a imagen y semejanza del Palacio Real de Madrid. Resultan de interés el Museo de la Caza, además del patio interior, la escalera de honor, la capilla y su colección de pinturas, tapices y muebles.
Se encuentra rodeado por un extenso bosque de unas 640 hectáreas, donde habitan gamos y ciervos, entre otros. Utilizado por los monarcas exclusivamente para la caza, únicamente ha sido habitado como residencia habitual, con carácter temporal, por los reyes Francisco de Asís de Borbón y Alfonso XII.
El origen de este conjunto palaciego se encuentra en los terrenos del bosque y Dehesa de Riofrío que el Rey Felipe V compró en 1724. Cuando éste murió, su viuda, Isabel de Farnesio, impulsó la construcción allí de su propio señorío y así poder ofrecerle a su hijo, el infante Don Luis, un palacio en el campo para retirarse.
Con esta voluntad amplió el conjunto adquiriendo terrenos colindantes, y siendo ella de origen italiano, encargó el diseño del palacio al arquitecto Virgilio Ravaglio. Sin embargo, la temprana muerte de este artista en 1753 obligó a confiar en otros arquitectos. El resultado: un edificio de líneas sencillas y elegantes con una arquitectura deudora del gusto italiano que le convierten en el más romano de todos los palacios españoles.
Siguiendo una idea paralela a la que Felipe V e Isabel de Farnesio impulsaron en el cercano Palacio Real de La Granja, estaba previsto crear todo un conjunto levantando, además, edificios auxiliares como casas de oficios, caballerizas, una iglesia, un teatro. Sin embargo, el acceso al trono del hijo primogénito de Isabel de Farnesio, Carlos III, hizo que su madre volviera a representar un papel destacado en la corte y que no llegara a habitar este Real Sitio.
Riofrío fue un palacio sin huéspedes durante más de cien años. Sólo ha sido habitado en dos ocasiones: por el rey consorte Francisco de Asís, cuando lo decoró a mitad del siglo XIX y por el rey Alfonso XII, para pasar el luto por la muerte de su primera mujer, la reina María de las Mercedes en 1878.
En la década de 1960, en línea con la política llevada a cabo por parte de Patrimonio Nacional de apertura de los Reales Sitios a la visita pública, el Palacio de Riofrio sufre una gran modificación, decidiéndose entonces dividir el piso principal en dos grandes zonas: en una se recreaba un palacio romántico conocido como Museo Alfonsino y en la otra se instalaba el llamado Museo de la Caza, razón de la disposición actual del Palacio.
Gracias al programa de restitución histórica, enriquecimiento y actualización de la visita pública de los Reales Sitios contemplado en el Plan de Actuación de Patrimonio Nacional 2013-2016, los Salones del Palacio Real de Riofrío recuperaron, en la medida de lo posible, la decoración y el uso que tuvieron en el siglo XIX.
Se incrementó en las salas el número de piezas con más de 500 obras de arte, procedentes de otros Reales Sitios. La reforma permitió también recuperar la función perdida en las últimas décadas de diversos espacios como el Salón de Billar; la Sala de servicio al Comedor, con su montaplatos original; el Dormitorio de Francisco de Asís o el Oratorio, en donde además de recuperarse el altar que estaba oculto, se instaló de nuevo un interesante ciclo de 149 cuadros en los que se representan hechos de la vida de Cristo.
Un mobiliario mimado por ebanistas de maderas nobles, espejos con sabor veneciano, porcelanas francesas, relojes sobredorados, grandes cortinajes… embellecen actualmente las suntuosas estancias de este Palacio tan desconocido, pero a la vez tan acogedor y lleno de luz y de vida.
El Palacio está rodeado por El Bosque de Riofrío, un espacio natural de extraordinario valor ecológico. Está situado a nueve kilómetros de Segovia y a quince de San Ildefonso, término municipal al que pertenece aunque se encuentra entre las localidades de Madrona, Hontoria, Revenga, Navas de Riofrío y La Losa.
La diversidad faunística del Bosque de Riofrío es considerable y además de las especies emblemáticas como el buitre leonado y el buitre negro, se han detectado más de 50 especies de aves. También lo habitan numerosas especies de mamíferos: ciervos, gamos, conejos, zorros, en total hay 102 especies de animales catalogadas.
Horarios
De Martes a Domingo
PALACIO (Acceso hasta las 17:00)
10:00 -18:00
Cierre semanal: lunes durante todo el año
Acceso gratuito: miércoles y domingo de 15:00 a 18:00 (último acceso a las 17:00).
Todo el año
Bosque de Riofrío
Del 1 de mayo al 15 de agosto de 8:00 a 21:00 horas. El resto del año desde las 8:00 hasta la puesta de sol.