Patrimonio
El Palacio Real de La Granja recupera parte de su historia
Patrimonio Nacional apuesta por la rehabilitación de la fuente de La Cascada con una restauración “integral” que supone una inversión de seis millones procedentes de fondos europeos
Un lavado de cara, una actuación integral que permita otorgarle a la fuente tricentenaria de La Cascada, en el Palacio Real de La Granja, su esplendor, aquel del que presumió cuando fue construida, entre 1720 y 1724. Y así, poder recuperar parte de la historia de este espacio emblemático.
Con estas premisas, Patrimonio Nacional apuesta por retomar parte de la historia del Palacio Real de La Granja, o lo que es lo mismo, de una fuente levantada durante el mandado de Felipe V, frente a su dormitorio que ha estado más de cinco años sin funcionamiento. Una estructura que, según indica el historiador de Patrimonio, José Luis Sancho, mantiene su forma original, pero no el color “fue objeto de una restauración muy importante en el reinado de Isabel II”.
Cuando Felipe V la mandó construir el color era de un mármol amarillo de Soria, “de manera que la fuente que estamos acostumbrados a ver y que es histórica es el negativo fotográfico de la construcción inicial” y se corresponde a la fuente central del jardín de La Granja que, cuando Felipe V lo construyó, “era la que quería ver correr continuamente cuando estaba despierto y en casa”.
Siempre se dice, según subraya Sancho, que la fuente de la Cascada se inspira en Versalles, pero, según asegura el historiador, “hay que hablar de Marly”, que era el palacio de retiro de fin de semana de Luis XIV, el abuelo de Felipe V. Enfrente del palacio existía la Cascada Campesina, que inspiró a esta fuente de la Cascada de la que “su ambición en cuanto a escultura e hidráulica se conserva”.
El papel de los historiadores en este trabajo de restauración, según señala Sancho, se basa en la documentación de cómo han sido las cosas, por ejemplo, que se cambió y que no en la restauración del siglo XIX. “El problema de la fuente siempre ha sido que tiene filtraciones, por lo que fueron necesarias varias intervenciones” en la que una de ellas, según detalla Sancho, pretendía cambiar “completamente” la forma.
Como curiosidad, expone el historiador de Patrimonio Nacional, en La Granja existe, paralelamente a La Cascada, el eje hidráulico de la Carrera de Caballos “que glorifica al rey”, mientras que Anfitrite, la diosa que corona La Cascada “la esposa de Neptuno” es el eje reina “en clara alusión a que realmente quien ejercía el mando era Isabel de Farnesio”.
Importancia de La Cascada
Según el arquitecto técnico de Patrimonio Nacional, Alberto Fernández, en el Palacio Real de La Granja en los últimos años se han realizado numerosas intervenciones, pero esta, en la fuente de La Cascada “es de las más importantes”, tanto por su presupuesto como por el impacto que tiene en el entorno del jardín del Palacio Real.
Las fuentes de San Ildefonso “son el escaparate para el mundo”, a parte del Palacio Real, algo que le hace distintivo del resto de ellos, subraya el arquitecto. La peculiaridad de esta fuente “es que está en el eje de la fachada”, remarcó Fernández, mientras detallaba que es de las fuentes de la primera fase de construcción del jardín “que por su ubicación y espectacularidad es de las más importantes que tenemos”.
La Cascada cuenta con un sistema hidráulico del siglo XVIII que, según confirmó Fernández, “no se va a tocar”, sino reparar, “se van a desmontar las piezas que estén en mal estado y se van a recuperar con plomo y las mismas técnicas utilizadas en esta época”.
Proyecto planteado
Las obras, que dieron comienzo hace poco más de un mes en el que se han desmontado escaleras, bordillos, sistema de riego “se han hecho trabajos previos”, tratan de restaurar esta fuente en su integridad para, según declara la jefa de servicio de Arquitectura de Patrimonio Nacional, María Corzo, poder volver a disfrutar de ella y se integre en el funcionamiento de fuentes general que hay en época estival en el Palacio Real de La Granja.
En este sentido, Patrimonio Nacional actuará tanto en la propia estructura como en los revestimientos de mármol, en la impermeabilización de las bandejas “para intentar que no pierda agua” y, también, en los grupos escultóricos de la propia fuente y de su entorno inmediato. Además, se centrarán en el ajardinamiento y el sistema hidráulico “es una restauración integral de La Cascada y de su entorno más próximo”.
“Es muy compleja”, asegura Corzo, tanto por las propias dimensiones que tiene la fuente, casi 1.600 metros cuadrados de superficie en planta, la superficie de mármol son en torno a los 2.500 metros cuadrados “es una intervención compleja porque se han hecho muchos estudios previos de caracterización de los materiales que tenemos”, así como del terreno y la estructura, mediante catas constructivas “para ver como está realizado”, además de haberse investigado su evolución históricamente y que restauraciones ha tenido.
Con toda esa información, se ha llevado a cabo el proyecto de restauración “con técnicas tradicionales fundamentalmente”, aunque se incorporan también materiales del momento “suficientemente contrastados”, confirma la arquitecta.
Problemas que resolver
Fundamentalmente, según explica Corzo, la fuente de La Cascada cuenta con problemas de impermeabilización “eso le hace perder mucha agua”, que pasa del solado de las bandejas, se filtra a esa estructura interior “que se filtra de nueva hacia el exterior a través de los frentes produciendo una serie de empujes en esos mármoles verticales”, algunos de los cuales se encuentran apuntalados.
Por ello, en los años en los que la fuente se encendía al público “solo se encendía Anfitrite, el surtidor más bajo” y se rellenaban las bandejas ligeramente “para proporcionar unos mínimos juegos”. “Eso podía ser perjudicial para la propia fuente”, asiente Corzo, por lo que dejó de funcionar al completo.
Ahora, parte del mármol se va a tener que reponer, insistió Alberto Fernández, “vamos a intentar recuperar el máximo posible, pero a lo mejor en un ocho o diez por ciento va a tener que reponerse de las canteras”. En este sentido, señaló que, a través de los estudios realizados, se han detectado las canteras de origen “que están en Italia”, a las que volverán para que el impacto visual “sea el menos posible”.
El plazo inicial para la realización de estas obras, que cuentan con un presupuesto de seis millones de euros provenientes de fondos europeos, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, era de 24 meses, afirma la jefa de servicio de Arquitectura, mientras recalcaba que la empresa adjudicataria lo ha rebajado a 22 meses “para mitad de año de 2026 tendrá que estar acabada”, concluyó Corzo.
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