Desaparición

La joven fugada del psiquiátrico de Ávila es "un peligro para la seguridad pública"

La madre de Lorena de Rafael Cintas asegura que su hija cuenta con una gran capacidad para manipular a otras personas

Buscan a Lorena de Rafael Cinta, una joven de 28 años desaparecida en Arévalo
Sucesos.- Buscan a una mujer de 28 años desaparecida desde este jueves en Arévalo (Ávila)

Lorena de Rafael Cintas, una joven de 28 años con una larga historia de tratamiento psiquiátrico debido a una grave enfermedad mental, escapó el pasado 26 de octubre del centro de día en el que estaba ingresada en Arévalo (Ávila). Se le concedió un permiso para asistir a una cena, pero desde entonces no ha regresado, lo que genera una seria preocupación tanto por su propia seguridad como por la de otras personas.

El síndrome de Munchaussen, una peligrosa enfermedad mental que lleva a las personas a simular enfermedades, lesiones o síntomas que en realidad no padecen, ha afectado a Lorena desde los 17 años. Su madre, Inés, ha levantado alarmas debido a la naturaleza manipuladora de su hija y la preocupación de que pueda hacer cualquier cosa. Además, Inés teme que Lorena pueda engañar a otros hombres para quedar embarazada, ya que ha tenido cuatro hijos de los que no tiene la custodia. Además, ha presentado más de 50 denuncias falsas por violencia de género, complicando sus relaciones sentimentales.

La madre ha revelado que en septiembre se emitió una orden judicial para realizar una ligadura de trompas a Lorena, ya que su comportamiento plantea un peligro para sus futuros hijos. La Guardia Civil considera su desaparición de alto riesgo debido a la falta de información sobre si está tomando su medicación antipsicótica.

Uno de los rasgos destacados en la personalidad de Lorena es su capacidad para manipular a otras personas, algo común entre aquellos que padecen el síndrome de Munchaussen. La madre lamenta la permisividad del centro donde estaba ingresada, lo que podría haber facilitado su desaparición.

La familia está particularmente preocupada porque a pesar de estar sometida a un régimen de encierro permanente dictaminado por un juez para los próximos tres años, Lorena obtuvo permiso para salir el día de su desaparición. La última vez que se tuvo noticias de ella fue en la calle de la Encina (Arévalo), donde vestía una chaqueta marrón, vaqueros azules oscuro y tenía el pelo rubio, largo y ondulado.