La lluvia obliga a "acelerar" una multitudinaria procesión de Santa Teresa en Ávila

La celebración de la festividad de Santa Teresa, patrona de Ávila y primera mujer doctora de la Iglesia, se ha visto marcada este domingo 15 de octubre por una ligera lluvia que ha obligado a 'acelerar' a la multitudinaria procesión que ha seguido a la Misa Mayor, presidida por primera vez por el recientemente nombrado obispo de la Diócesis, Jesús Rico.

La celebración religiosa, en la que Rico ha estado acompañado por el cardenal abulense y arzobispo emérito de Valladolid, Ricardo Blázquez, ha contado con la presencia de la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, que es la cuarta vez que acude desde que forma parte del Gobierno central.

La festividad de Santa Teresa ha tenido lugar un día después de que el sábado 14 de octubre se cerrara la Puerta Santa de la basílica menor de La Santa, donde se encontraba la casa natal de la patrona de la capital abulense, poniendo así punto y final al Año Jubilar Teresiano más largo de los últimos tiempos.

Precisamente hacia la basílica menor de La Santa se han dirigido en procesión las imágenes de Santa Teresa, obra del escultor Gregorio Fernández, y de la Virgen de la Caridad, ante la cual oró en su día la mística abulense tras la muerte de su madre.

El trayecto entre la Catedral y la basílica de La Santa ha sido algo más breve de lo habitual, tras comenzar a caer unas gotas de agua que han obligado a 'acelerar' el paso a la larga comitiva procesional, integrada por bandas de música, gigantes y cabezudos, autoridades e intendentes, de cuyo cuerpo es patrona Santa Teresa.

Todos ellos han custodiado a las dos imágenes, que también han presidido una multitudinaria misa en la Catedral, presidida por Jesús Rico, quien en nombre del papa Francisco ha otorgado a los asistentes la bendición apostólica con indulgencia plenaria.

En su homilía, Rico se ha referido a Santa Teresa como "un ejemplo de amor a la Iglesia" y como una doctora de la Iglesia que "sigue dando muchas elecciones al hombre de hoy".

En su intervención ha hecho una reivindicación de "ser cristiano", que a su juicio "no va con ser español, con ser occidental o con ser nacido en Europa, sino con una opción libre y personal, que hasta en ocasiones extraña en determinados contextos".

"Esto significa", ha añadido el obispo de Ávila, "que si la experiencia de fe no es fuerte, el ser cristiano se debilita, ya que hay que manifestarse en un mundo en el que ser cristiano tantas veces es extraño".

Parafraseando a la patrona de Ávila, el prelado ha señalado que en la actualidad la sociedad vive "tiempos recios, que para muchos son de incertidumbre", en lo que a su juicio "hay que luchar contra ese cristianismo vergonzante" y contra la que ha denominado "privatización de la fe".

Una "privatización" que desde su punto de vista "atenta contra la dimensión misionera y comunicativa del cristianismo desde sus orígenes", de ahí su defensa de la figura de Santa Teresa como una mujer que "ama profundamente a la Iglesia".