Sociedad
Localizan herramientas líticas en un nuevo yacimiento que compararán con Atapuerca (Burgos)
Esta nueva excavación se enmarca en el proyecto de investigación "Cota 1000"
La campaña de excavación en el yacimiento de La Revilla, en Hortigüela (Burgos), ha permitido descubrir una colección de herramientas de piedra que permitirá conocer cómo era la tecnología de los grupos humanos que ocuparon el valle alto del Arlanza hace medio millón de años y compararla con la de los yacimientos de Atapuerca.
La excavación arqueológica, que se realizó la pasada semana bajo la dirección de un equipo de arqueólogos y estudiantes de Prehistoria de la Universidad de Burgos, ha ampliado en diez metros cuadrados el sondeo realizado en enero, abriendo la excavación a dieciocho metros cuadrados, han explicado en nota de prensa remitida por la Fundación Atapuerca.
Las herramientas recuperadas son principalmente de cuarcita y cuarzo, y un estudio preliminar ha permitido constatar la existencia de dos sistemas de talla: uno muy antiguo, conocido como “olduvayense” o “modo tecnológico I”, y otro más evolucionado, denominado “achelense” o “modo tecnológico II”.
La tecnología más antigua es conocida gracias al estudio de los conjuntos de herramientas descubiertos en los niveles inferiores de los yacimientos de Gran Dolina y la Sima del Elefante de la Sierra de Atapuerca.
Mientras, el “achelense” está documentado en el yacimiento de Galería, también en Atapuerca y en el cercano yacimiento de “La Revilleja de Valparaiso” (Hortigüela), que fue excavado durante dos campañas en los años 2020 y 2021.
El estudio del nuevo conjunto de herramientas de “La Revilla” permitirá comprender cómo era la tecnología y qué estrategias desarrollaron los grupos humanos para gestionar este territorio, y compararlas con las documentadas en los yacimientos de la sierra de Atapuerca y con el yacimiento de “La Revilleja de Valparaiso”.
Esta nueva excavación se enmarca en el proyecto de investigación “Cota 1000", cuyo objetivo es localizar nuevos yacimientos arqueológicos de más de medio millón de años en el valle alto del río Arlanza y conocer los patrones de movilidad y la tecnología de estos grupos humanos y poder compararlos con las poblaciones que en esos momentos ocuparon la sierra de Atapuerca.
El nombre del proyecto hace alusión a la altitud en la que se ha trabajado, ya que es en torno a esta cota donde se pueden conservar depósitos geológicos de esta cronología que alberguen en su interior las herramientas de piedra fabricadas por los primeros grupos humanos que ocuparon este territorio.
Estos trabajos de excavación han sido dirigidos por Eudald Carbonell Roura (catedrático de Prehistoria de la Universidad Rovira Virgili, profesor colaborador honorífico en la Universidad de Burgos y vicepresidente de la Fundación Atapuerca); Marta Santamaría Díez (beneficiaria de una ayuda económica para investigación de la Fundación Atapuerca); Marta Navazo Ruiz (profesora titular de Prehistoria de la Universidad de Burgos), Alfonso Benito Calvo (investigador del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, CENIEH) y Rodrigo Alonso Alcalde (Museo de la Evolución Humana – Universidad de Burgos).
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