
Cultura
Lola Eiffel: "La danza no es solo bailar, tiene que contar algo y remover conciencias"
La directora, coreógrafa y bailarina impulsa desde hace 8 años el Festival Internacional de Danza Contemporánea en Valladolid y avanza que extenderá este certamen artístico a León

En apenas unos días se dará el pistoletazo de salida en Valladolid a la programación de la octava edición del Festival Internacional de Danza Contemporánea (CDC).
Un certamen que sigue creciendo cada año, que en esta edición incluye varias novedades y muchas sorpresas y que, además, tendrá un especial carácter solidario, en esta ocasión con los afectados por la DANA que sacudió varias zonas de Castilla-La Mancha y especialmente a la provincia de Valencia.
De hecho, el compromiso social es una de las banderas de este evento impulsado por la directora, coreógrafa, bailarina y académica de Artes Escénicas de España, la vallisoletana Mar Espinillla García, más conocida por su nombre artístico Lola Eiffel, por su devoción a Lola Flores y su amor a Francia.
Así, el CDC ha programado una Gala de Danza Solidaria el 18 de enero en la Sala Borja de Valladolid con la colaboración de la Compañía de Danza "Lola Eiffel", que lleva diez años de andadura, así como del Centro de Danza y Arte Bailarte; Estela Sanz Flamenco; Danzarella; la Sala Borja, Cdta.L.E.; Pobrelavaca Studio; Vir Pintado Photo; Aisha Eventos; Gremio Contable S.L.; Taberna Morgan; Kafka Bar y Los Faroles Rock.
Un evento en el que se podrá disfrutar de las actuaciones de los alumnos de las escuelas colaboradoras, y cuya recaudación se donará a la Asociación de Profesionales de la Danza de la Comunidad Valenciana.
Las entradas ya se pueden adquirir en los centros coreográficos y en los bares citados anteriormente. También hay una Fila O para quien quiera colaborar con la causa.

"La formación y el espectáculo son importantes en este festival pero la solidaridad y el compromiso social forman parte también de la danza y está en nuestro ADN", señala Lola Eiffel a LA RAZÓN.
Tras la gala comenzarán las masterclass que se celebrarán en los centros de formación y danza "Bailarte" y "El Norte a la Izquierda", para Youth y Amateur, y en el Salón de los Espejos del Teatro Calderón, para Profesionales, los días 19, 25 y 26 de este mes de enero.
Clases magistrales que reunirán a un importante elenco de coreógrafas, entre quienes se encuentra la vallisoletana Lucía López, artista multidisciplinar que toma la cultura y danza de raíz como eje principal de comunicación artística.
También estarán presentes Tania Garrido, ganadora del Premio del Público del CDC7, quien suma a su formación en danza contemporánea la formación en contact-improvisación y danza Butoh; Sara Cano, Premio Max, y con la que los alumnos disfrutarán la danza de raíz; Paula Urquijo, que imparte clases en el conservatorio de Bilbao; la intérprete italiana Mado Dallery, bailarina polifacética donde las haya formada en la Kibbutz Contemporary Dance Company; y la compañía Babirusa Danza, fundada por Beatriz Palenzuela y Rafael de la Lastra
Igualmente, habrá representación en el festival de tres gimnastas del Club Ritmo de León en el que trabaja Lola Eiffel como entrenadora desde hace muchos años, en una actividad deportiva de la que es también jueza.
Todo aquél que quiera acceder a cualquiera de las masterclass podrán adquirir el ticket de entrada en la web oficial del Festival www.cdcdanza.com completando sus formularios.
Arquitectura y campo
Cada edición del CDC se dedica a una temática distinta -la pintura, las mujeres, la moda, el cine, la libertad o el amor ya lo han sido- y en esta el hilo vertebrador será la arquitectura y el campo.
"La vida en las ciudades siempre está reñida con la de los pueblos y creo que ambas deberían estar más unidas", señala la bailarina vallisoletana, convencida de que desde la danza se puede aportar y ayudar a conseguirlo.

Un Festival itinerante
Otra de las novedades del festival, y que además supone un cambio importante de estrategia, es la apuesta de Lola Eiffel por descentralizar el certamen y llevarlo a más zonas de Castilla y León, y no solo a Valladolid. De hecho, avanza a este periódico que la siguiente parada en el mes de febrero será León.
La impulsora del CDC señala que cada año tiene más dificultades económicas para poder sacar adelante un certamen que le sigue costando sangre, sudor y lágrimas.
El llevar este evento a otras partes responde a la necesidad que tiene de poder conseguir más financiación que en Valladolid dice no encontrar.
"Faltan apoyos institucionales en esta comunidad, donde no se apuesta del todo por lo local como sí se hace en otras autonomías como Cataluña o País Vasco", afirma Eiffel, quien asegura que las subvenciones son una "trampa" porque llegan a final de año y "hace falta poner mucho dinero por adelantado que es complicado de conseguir'.
Pese a todo, es optimista de cara al futuro y, apelando al refranero popular, tiene claro que en esta vida no hay mal que por bien no venga. "Cuando una puerta se cierra, otra se abre", señala la bailarina, en alusión a esta descentralización que busca ahora para dar otro enfoque al festival y empujarlo un poco más para que siga creciendo y no se estanque.
De todas formas, no todo es negativo en lo económico, ya que para esta octava edición, el CDC ha conseguido el apoyo de la Fundación Caja Rural como patrocinador principal. “Para nosotros es muy importante poder contar con el apoyo y la implicación de esta entidad, que sí ha sabido ver el valor que tiene la danza para el enriquecimiento cultural de Castilla y León", afirma.
Lola Eiffel advierte de que la situación actual de la danza es complicada a la hora de encontrar trabajo, sobre todo para bailar y en Castilla y León, aunque reconoce que en las escuelas se fomenta mucho la danza y que hay salida laboral para aquellos que quieran dar clase.
En este sentido, pone en valor el papel que desempeña el CDC en materia de formación y en promover el amor por este arte. "Ayudamos a muchos jóvenes bailarines y artistas emergentes a asomar la cabeza en este mundo, pero se programa poca danza", asegura Eiffel, al tiempo que iza con orgullo otra bandera y seña de identidad del Festival: su apuesta por las becas.
Al respecto, explica que todos los participantes de las clases magistrales podrán ser becados por las escuelas colaboradoras del certamen, Bailarte y El Norte a la Izquierda. Así, una persona de las masterclass Youth y otra de las clases Amateur serán seleccionadas y se podrán formar en uno de estos centros coreográficos, mientras que en la masterclass para profesionales será el propio Festival Internacional de Danza quien asuma esa ayuda y otorgue la formación de 9 horas profesional para la novena edición.

Una década de compañía de danza
Por otro lado, cabe señalar que ha pasado ya una década desde que Lola Eiffel pusiera en marcha su propia compañía de danza. Por ello, este 2025 se presenta apasionante para la bailarina vallisoletana, muy implicada en lo social, el feminismo y la igualdad así como a favor de la memoria democrática por una promesa que le hizo a su abuela, desde el activismo y la reivindicación de la mano de la danza.
Tal es así que para este año proseguirá con su trilogía "Ruta del Silencio", un espectáculo de calle con tres patas que no deja indiferente a quien lo vea, donde las palabras salen y el movimiento surge paseando y recorriendo el lugar asignado por todos sus rincones y en el que la gente y las acciones cotidianas son protagonistas.
En la primera parte de esta trilogía, Eiffel hace hincapié en cómo llevar la danza a los pueblos; en la segunda llama la atención sobre la necesidad de parar la "vorágine" de esta vida actual "sin empatía" y como desde esta expresión artística se puede conseguir que un transeúnte se pare y reflexione; y, en la tercera, rinde homenaje a los pacientes de los hospitales, sus familias y los propios profesionales sanitarios por el tiempo que tienen que pasar allí.
"Es importante que la gente vea el arte en la calle y sin previo aviso", asegura la bailarina, quien destaca que en el CDC también hay mucha calle.
Asimismo, avanza que para celebrar los diez años de su compañía de danza quiere rescatar el primer espectáculo que llevaron a escena: "La loca", una "locura de amor", como así lo define.
Igualmente, proseguirá con su trabajo con Intras y volverá un verano más al pueblo de su madre, Fuentes de Ropel, en la provincia de Zamora, e intentará acercarse a otros más que pueda "para promover la danza en el medio rural".
Lola Eiffel lleva más de 30 años en la profesión en los que ha bailado a todo, desde la libertad o el suicidio hasta la memoria histórica a través de su familia y siempre desde la protesta y la implicación. En este sentido, la coreógrafa tiene claro que en sus espectáculos no se bajará del carro de la reivindicación. "Siempre intento remover conciencias, es mi línea artística, y aunque puedo evolucionar nunca perderé este punto, porque la danza no es solo bailar sino contar algo", afirma.
Y de cara al futuro, que espera no muy lejano, sigue soñando con que la danza se integre más en el sistema educativo y llegue en las aulas a los más pequeños de la casa.
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