Sociedad
La Meditación: Un mundo sin fin
Ramiro Calle, una institución en el mundo de yoga y la meditación, con más de 60 años de experiencia y pionero del yoga en España
Un gran amigo, sabio y constante meditador, me confesó en una ocasión: A veces, como todo el mundo, me enfado, y entonces mi mujer me dice: "Mucho meditar, pero mira como te pones". Y yo le contesto: "Pues fíjate cómo me pondría, si no meditase".
La meditación, que es una disciplina básicamente yóguica, se afianza en Occidente. En España, por ejemplo, cada día más personas meditan, convencidos de que es la mejor decisión que han tomado en su vida, al ver la holgura y bienestar que da a su día a día. Crece, en todas partes, el número de mujeres y hombres _muchos de ellos jóvenes_ que trabajan interiormente en métodos de autoconocimiento y hacen yoga. "Cuando empecé con el yoga y sus distintos métodos, yo tenía 16 años. Una década después, abrí el Centro de Yoga y Orientalismo Shadak, por el que han pasado alrededor de 600.000 meditadores de todas las profesiones, edades y condición", así se explica Ramiro Calle, una institución en el mundo de yoga y la meditación, con más de 60 años de experiencia y pionero del yoga en España.
Autor de 256 libros -que se dice pronto- sobre yoga, filosofía oriental, espiritualidad y conocimiento interior, traducidos a los principales idiomas; pero sobre todo un hombre cercano y práctico a la hora de enseñar que, ha puesto al alcance de todo el que ha querido, las técnicas para practicar la meditación y el yoga.
Ahora, Ramiro Calle, figura de renombre internacional, publica un libro claro y sencillo, en la editorial HOEPLI, que se titula "concentración y meditación para dummies". Una obra que cambiará la vida de muchos, como ya sucedió con 'El Faquir', 'El gran libro de la meditación' o 'El libro de la serenidad', entre otros. Pero lo mejor de estas nuevas páginas es que abordan, de forma fácil y práctica, las bases de la meditación y el dominio de la concentración y la respiración.
Además de mostrar como meditar de pie o caminando, con ese estilo suyo tan personal de conversación, entre dos amigos que hablan de tú a tú. Incluye, también, decenas de sentencias y aforismos. Tomó prestados dos: uno de Upanishad: "alta, como una montaña, larga como 1000 leguas, la ignorancia acumulada durante una vida, sólo puede ser destruida a través de la práctica de la meditación; no hay otro medio posible" y este otro de Anguttara Nikaya: "las personas, arrebatadas por la codicia, el odio y la frustración, perdido el gobierno de la propia mente, se hacen daño a sí mismas, o hacen daño a las demás, o se hacen daño a sí mismas y a las demás, sufriendo toda clase aflicciones.
Pero el que se ha apartado de la codicia, el odio y la ofuscación, no se hace daño a sí mismo, no hace daño a los demás, y no sufre ninguna clase de dolor ni aflicción". Un libro, en fin, que abre las puertas a la serenidad y a la alegría compartida, a la atención y la observación de uno mismo, a la compasión y al amor. Porque sin amor, todo es mal. La vida misma sin amor es un mal.