Gastronomía
Los pueblos donde mejor se come en España
Nuestro país cuenta con una cocina clásica y popular fundamentada en la tradición, y otra más vanguardista e innovadora pero que combinan y maridan a la perfección
España puede presumir y, de hecho lo hace, de ser uno de los países donde mejor se come en el mundo, por no decir en el que mejor se come. La despensa española tiene de todo, y todo bueno, pero es que, además, nuestra bella e histórica nación cuenta con chefs y cocineros de renombre y reconocidos mundialmente, y con muchos miles de profesionales menos conocidos que hacen disfrutar al comensal de este arte de la buena mesa.
España cuenta con una cocina clásica y popular fundamentada en la tradición, y otra más vanguardista e innovadora pero que combinan y maridan a la perfección, puesto que esta cocina del siglo XXI se sigue apoyando en recetas y técnicas ancestrales en la gran mayoría de los platos. y qué decir de las tapas y pinchos, donde nuestro país es rey dominador con ciudades como Valladolid o San Sebastián en lo más alto de la cocina en miniatura por su ingenio, innovación, creatividad y, sobre todo, calidad y sabor.
Pues hecho este pequeño preámbulo, en estas breves líneas queremos desde este periódico que el lector conozca, aunque seguramente ya lo sabrá, algunos de los pueblos de España donde mejor se come, sus especialidades y algunos de los lugares que son emblema y bandera de nuestra gastronomía, que son sitios de obligada parada para reponer fuerzas si uno se encuentra cerca de ellos.
Casas-Ibáñez (Albacete)
En este pequeño municipio castellano manchego de la provincia de Albacete que no llega al medio millar de habitantes ubicado en la parte septentrional de la comarca de La Manchuela se come de maravilla, gracias al buen hacer de los chefs Javier Sanz y Juan Sahuquillo, de Cañitas Maite, donde el comensal puede disfrutar y deleitarse con su menú degustación o pedir según su carta de barra, donde los productos que se extraen de la matanza del cerdo, como la oreja de cochinillo. son protagonistas además de las famosas croquetas de Joselito o el steak tartar.
En esta zona de Castilla-La Mancha son típicos los gazpachos manchegos así como el moje manchego (una ensalada fresca de tomate casero con atún, huevo duro, cebolla y olivas negras), sin olvidar el pan bendito, los nuegados, los embutidos, especialmente las conocidas como güeñas (longanizas picantes hechas con carne y sangre), el perro (una especie de morcón) y las morcillas con piñones.
Ezcaray (La Rioja)
En La Rioja alta se encuentra Ezcaray, un municipio ubicado en la vertiente norte del Sistema Ibérico, donde además de esquiar en la vecina estación de Valdezcaray o disfrutar de unos vinos estupendos de la DO Rioja, se come estupendamente. De hecho, la revista National Geographic recomienda visitar algunos de los espacios gastronómicos de esta localidad como la Casa Masip, donde destaca el uso del boletus de temporada, y el Echaurren Tradición, donde nunca faltan sus conocidas croquetas y su tapa de callos.
Las Alegrías, unas guindillas rebozadas y rellenas de carne picada; los.Caparrones de La Rioja, una alubia roja típica de esta región, o las sopa de ajo a la riojana y las chuletillas de cordero al sarmiento, son otros platos típicos que se pueden probar en Ezcaray, además de las tradicionales verduras y setas riojanas o las torrijas de postre.
Betanzos (La Coruña)
la localidad coruñesa de Betanzos, en las Rías altas y cerca de la capital de La Coruña, es lugar obligado de parada y fonda al menos un fin de semana par descubrir sus encantos, que no son solo gastronómicos. Capital del gótico gallego, este municipio de alrededor de 12.000 habitantes conserva uno de los cascos históricos mejor conservados de Galicia, donde destacan sus figuras de lobos y una persona rezando, en un capitel de la portada de la iglesia de Santiago o la Iglesia gótica de Santa María del Azogue.
Y para comer, son típicas las empanadas de todo tipo, pero sobre todo las de marisco; el pulpo a la gallega o trozo como se le conoce en esta zona; los pimientos del Padrón o el caldo gallego; sus quesos o el churrasco, además de la tarta de Santiago y las filloas, también llamadas freixós, similares a los crepes franceses pero en versión dulce, sin olvidar la tortilla española. De hecho, se dice que fue en Betanzos donde nació "la única tortilla de patatas que merecería tener Denominación de Origen", según National Geographic, que recomienda Casa Miranda y Mesón O Pote.
Trujillo (Cáceres)
En tierras extremeñas, la localidad de Trujillo es un paraíso gastronómico. De hecho, la despensa de esta Comunidad no puede faltar en estas líneas en las que hay que destacar los platos de migas, el zorongollo, la torta del casar o la sopa del obispo. Nos nos olvidamos de las judías carillas, la patatera, una especie de puré con grasa de cerdo y pimentón, además del cardillo o manteca colorá, de color naranja que se cocina con carne picada y lleva orégano, laurel y pimentón. Se acompaña de pan y es ideal para disfrutar a modo de entrante o para cenas.
Y entre los santuarios donde el visitante puede parar a reponer fuerzas se encuentran La Troya, Bizcocho Plaza, El Refectorio o Azafrán.
Navacerrada (Madrid)
En la Comunidad de Madrid se come de maravilla también. Y en estas líneas queremos destacar al restaurante Carande, ubicado en el municipio de Navacerrada, donde se hace una cocina creativa con recetas que combinan lo clásico con lo moderno de la mano del chef Carlos Carande. Un templo gastronómico donde la alcachofa es protagonista, cocinada a baja temperatura. Destacan también el ceviche de vieiras; la Ensalada de tomates cherry confitados y pelados; los coulis de batata asada, el queso feta y crujiente de parmesano o sus croquetas, además de las Cocochas de merluza o el Solomillo de la sierra del Guadarrama.
Peñafiel (Valladolid)
En pleno corazón de la Ribera del Duero vallisoletana se encuentra Peñafiel, la peña más fiel de Castilla, límitrofe con las provincias de Burgos y Segovia también. Tierra de vinos donde las haya, cuenta con algunas de las bodegas más emblemáticas y reconocidas en el mundo como es el caso de la nongenaria Protos, situada en las faldas del castillo medieval, sede del Museo Provincial del Vino de Valladolid, y que cuenta también con un restaurante de recientecreación Ágora, que está sorpendiendo por su calidad; Pago de Carraovejas, donde se encuentra el restaurante Ambivium, un espacio gastronómico presume de Estrella Michelín, en cuya cocina está al frente el prestigioso chef Cristóbal Muñoz; o Tomás Postigo, entre muchos otras bodegas
Un pueblo milenario con mucho patrimonio, como su tradicional plaza del coso, lugar donde se celebran los festejos taurinos de agosto o la bajada del Ángel el Domingo de Pascua, declarada de Interés Turístico nacional; o las iglesias de Santa María, sede del museo de Arte Sacro; la iglesia de Reoyo; la de San Pablo, donde está enterrado el Infante Don Juan Manuel; o el convento de Las Claras, que actualmente alberga un Hotel de cuatro estrellas.
En esta villa, además del vino, es típico el lechazo asado o cordero lechal, además de las chuletillas, el pan de coscoja con aceite y el queso de Flor de Esgueva. Y entre los los lugares donde se pueden degustar estos manjares se encuentra El Corralillo, Mauro, El Lagar de San Vicente, El Molino de Palacios o Restaurante María Eugenia, en la plaza de España. También se puede comer bien y más moderno en el Restaurante Curioso y en el Origen-es, en el Hotel AF Pesquera.
Castroverde de Campos (Zamora)
Este pequeño municipio zamorano de apenas 300 habitantes es un santuario de la gastronomía española, ligada a la tradicional producción cerealista, las huertas y cultivos de la zona, como las legumbres, de entre las que destaca la lenteja pardina. Y entre sus carnes, destaca la ternera, el pollo de corral, el lechazo, el cabrito, además del conejo, la perdiz o el pichón.
Entre los platos habituales, destacan el cocido, contundente y completo, la sabrosa y humilde sopa de ajo, el pichón estofado, las patatas a la importancia, el bacalao al ajo arriero o el escabeche. El cremoso queso de leche de oveja y los sabrosos embutidos, extraídos de las matanzas tradicionales que aún se siguen celebrando, son también dignos de degustar para darle una alegría al cuerpo.
Los amantes de los platos de caza tienen al Restaurante Lera como lo más de lo más.
Pedraza (Segovia)
La localidad segoviana asentó sus inicios gastronómicos en los corderos asados para feriantes y los guisos de la fonda. En repostería destacan los soplillos, el ponche segoviano y una muy variada bollería, todo elaborado artesanalmente en los hornos de nuestras tahonas. Tripadvisor recomienda acercarse a los restaurantes El Corral de Joaquina; Bar Restaurante Reberte; El Jardin; o Restaurante El Soportal.
✕
Accede a tu cuenta para comentar