Sociedad

¿Qué ciudad medieval amurallada es la más bonita de España?

Tiene más de 2.000 años y es Patrimonio de la Humanidad

La muralla de Ávila.
La muralla de Ávila.larazon

El patrimonio y la historia de España es inigualable. Muchos son los pueblos y las ciudades de nuestro país que llevan en pie y por las que han pasado grandes partes de nuestra historia. La mayoría nacieron en la Edad Media y su urbanización característica era la formada por compacta, amurallada, y con una vivienda típica, la casa gótica.

La ciudad medieval aparece como lugar cerrado dentro del paisaje agrícola y forestal, sirviendo de fortaleza defensiva y refugio de los habitantes y campesinos del entorno, a la vez que constituye el mercado del área de influencia. Estas ciudades se desarrollaron con la expansión agrícola iniciada en el siglo XII que generó prosperidad económica y favoreció los intercambios comerciales que se realizaban en núcleos urbanos ya existentes, aunque despoblados desde el fin del Imperio Romano. Estos intercambios también se llevaban a cabo en los castillos y en los monasterios del feudo, especialmente si estaban situados en alguna ruta comercial transitada o tenía puerto.

Las ciudades medievales estaban rodeadas de altas murallas para su protección y algunas contaban con una fortaleza construida dentro del recinto de la ciudad conocida como ciudadela. En sus puertas se cobraban los impuestos sobre las mercancías que entraban en la ciudad. Las puertas se cerraban por la noche pero por el día permanecían abiertas. Los edificios más destacados eran la catedral, la casa consistorial, la universidad, la lonja, las Iglesias y conventos, las hospederías, los hospitales y los palacios de algunos nobles y burgueses.

La ciudad se dividía en barrios, cada uno con su propia parroquia. Disponían de un gran espacio abierto, la plaza del mercado, donde los comerciantes y campesinos instalaban sus tenderetes y en el que tenían lugar los principales acontecimientos de la ciudad: las representaciones de los artistas, las celebraciones festivas y los ajusticiamientos. El resto del espacio estaba ocupado por un enjambre de viviendas que propiciaban calles estrechas y tortuosas, tras las cuales, se encontraban pequeños huertos y corrales.

De los aspectos más destacables de estas capitales son sus murallas, que como consecuencia de las guerras se han ido deteriorando con el paso del tiempo. Pero hay otras ciudades que las mantienen prácticamente intactas. Es el caso de la ciudad medieval amurallada más bonita de España, según los internautas, que también es la mejor conservada de Europa. Esta capital es Ávila, una histórica ciudad amurallada esconde un valioso tesoro arquitectónico formado por un conjunto de iglesias y palacios de estilo renacentista. Declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad, alberga un tesoro arquitectónico e histórico que fue testigo del esplendor de esta villa que fuera centro de producción textil.

La muralla abulense rodea el casco antiguo.Su construcción se inicia a finales del siglo XI a instancias del rey Alfonso VI de León, el cual encargó al conde Raimundo de Borgoña, marido de su hija la infanta doña Urraca, repoblar los territorios llamados «de nadie» y fortificar las ciudades de Ávila, Segovia y Salamanca. Casandro Romano y Florín de Pituenga se ocuparon de la dirección de las obras que, según la historiografía tradicional, duraron nueve años, de 1090 a 1099.

En el siglo XIV se llevaron a cabo reformas encaminadas a aumentar la eficacia defensiva de los muros. Se arreglaron las puertas y se levantaron los lienzos de algunos lugares hasta la altura de las torres, alcanzando los 15 metros. También se construyó una segunda barrera. Se abrió una poterna en el tramo del Palacio de los Dávila que en 1507 se tapió por orden de la reina Juana I de Castilla. Años más tarde, en 1542 el señor de Villafranca, como revancha, abrió una nueva ventana en la que reza la leyenda "Donde una puerta se cierra otra se abre" y, sobre la puerta del Rastro, abrió un bonito mirador.

Las murallas han sufrido varias modificaciones a lo largo de su historia.De los trabajos de mantenimiento rutinarios que se cubrían con el reparo de los muros a los trabajos de restauración que se emprendieron a principios del siglo XX. En 1907 bajo la dirección de Repullés se llevaron a cabo varios trabajos que cambiaron la fisonomía de algunos puntos del monumento. No fue hasta 1982 cuando se pudo dejar la muralla libre de casas adosadas.El 24 de marzo de 1884 se declaró a las Murallas de Ávila Monumento Nacional lo que permitió que se considerase necesario su conservación. El 15 de diciembre de 1982 Ávila fue declarada Conjunto Histórico Artístico​ y el 6 de diciembre de 1985 Patrimonio de la Humanidad.

La muralla tiene un perímetro de 2515 metros, 2500 almenas, 87 cubos o torreones y nueve puertas.Ocupa una superficie de 33 hectáreas y conforma un rectángulo orientado de este a oeste. Sus muros tienen tres metros de grosor y 12 de altura. Para su trazado se aprovecharon los desniveles del terreno y no se construyeron ni taludes ni contrafuertes.

La Muralla de Ávila ha sido el marco para todo tipo de acontecimientos acaecidos en la ciudad. Y también el lugar en el que se mezclan lo real con lo imaginario. No son pocas las leyendas que encuentran, en estos contundentes muros, el misterioso escenario para su ambientación. Entre ellas se encuentran: "Mal que os pese la he de ver", "La Princesa Mora", "Monje por desamor", "El Cubo de la Mula", o “El Rey Niño”.

Otros monumentos de Ávila: -Catedral de Ávila: Se proyecta como templo y fortaleza, siendo su ábside, conocido como cimorro y entestado en la muralla, el cubo más robusto del lienzo oriental. Considerada la primera catedral gótica de España, se erige sobre los restos de un primitivo edificio dedicado a El Salvador, siendo en el año 1172 cuando Alfonso VIII decide la ampliación de la fábrica anterior, encargando los trabajos al maestro de obras francés Fruchel. Éste será el encargado de comenzar la consolidación del actual edificio, en estilo románico de transición al gótico, interviniendo en la realización del ábside o cimorro, construido en granito “caleño” sangrante, de la girola (que conserva los primitivos ventanales románicos), del primer cuerpo del crucero y del cimiento de los muros en piedra “caleña”. Tras su muerte, una segunda fase constructiva muestra el cambio de materiales con la utilización de sillares de granito, continuándose la obra en estilo gótico.

La construcción, de claro estilo borgoñón, se inscribe en planta de cruz latina formada por tres naves, crucero y cabecera semicircular de doble girola, con capillas entre sus contrafuertes, flanqueado a los pies por dos torres de planta cuadrada (la de la derecha inacabada y la izquierda rematada en merlones con saeteras) y cubiertas mediante bóveda de crucería, cuyos nervios descansan sobre semicolumnas adosadas a los pilares de separación de las naves, y refuerzo de arcos fajones apuntados. En la diferencia de altura de las naves se abre un doble cuerpo de ventanas formado por paños de vidrieras, las cuales resultaron dañadas en el terremoto de Lisboa del año 1755 y tuvieron que ser repuestas posteriormente.

Del siglo XIII son el primer cuerpo de las torres y las naves, y del siglo XIV el segundo cuerpo de las torres, el claustro (rematado en el XVI), las bóvedas y los arbotantes. En la segunda mitad del S. XV la portada de acceso –puerta de los Apóstoles del siglo XIII- fue desmontada y trasladada al muro norte; Juan Guas será el autor de la nueva portada occidental. En 1578, sobre el original tejado de piedra berroqueña, se levanta, previo alzamiento de los muros laterales en ladrillo, la actual cubierta. A finales del siglo XVI- principios del siglo XVII se concluyen las obras, con la anexión de algunas capillas.

- Plaza de los Dávila: Es un edificio construido entre el siglo XIII y XVI por don Pedro Dávila y Zúñiga, primer Marqués de las Navas y tercer Conde del Risco. Es, sin duda, uno de los palacios más representativos de la ciudad de Ávila debido a su adosamiento a la Muralla de Ávila.

El Palacio de los Dávila consta de una estética muy similar a la muralla con la intención de mantener una armonía arquitectónica, sin embargo, es evidente que existen disparidades en la edificación a causa de la evolución de la construcción a medida que pasaron los años.

Dado el carácter defensivo que tiene el palacio, podremos observar en la fachada los matacanes y merlones. Por último, destaca una ventana de estilo renacentista abierta por Pedro Dávila en el año 1541 y un letrero que dice “cuando una puerta se cierra otra se abre”. Seguro que incluso tú la has dicho alguna vez.

- Cuatro Postes: En la margen izquierda del río Adaja, dominando la ciudad desde Poniente, se erige el humilladero (pequeña ermita a las afueras de la población) de San Sebastián, popularmente conocido como Los Cuatro Postes. Y es que el conjunto está constituido por cuatro monolíticas columnas dóricas unidas por un arquitrabe, que ostenta el escudo de la ciudad; en el centro una cruz granítica.

Se construye en 1566, habiendo autores que defienden que se levantó donde en época romana se erigiría un pequeño templo. También hay quienes afirman que se construyó para rememorar el lugar en que Francisco de Cepeda, tío de Teresa de Jesús, encontró a la santa y a su hermano Rodrigo cuando estos huyeron para sufrir martirio en tierra de moros.

El lugar constituye un mirador único sobre la ciudad amurallada, especialmente al atardecer, cuando el día da paso a la noche y la muralla queda iluminada artificialmente.

- Basílica de San Vicente: Construida en granito “caleño”, se levanta, muy condicionada por la orografía, en el lugar donde la tradición señala fueron martirizados y enterrados Vicente, Sabina y Cristeta. Es el gran modelo del románico en Ávila y sus cuidadas proporciones le convierten en un ejemplo único del románico hispano; receptor de las influencias foráneas y de la fábrica de la catedral, es al mismo tiempo difusor del estilo en la ciudad.

Su planta es de cruz latina con tres naves de seis tramos y un brazo de crucero, presentando la singularidad de contar con un triforio gótico sobre las naves laterales. La esbelta cabecera triabsidiada se levanta sobre una cripta funeraria de carácter litúrgico.

Su construcción se inicia hacia 1120, ejecutándose la caja general, hasta alcanzar la puerta Oeste; hacia mediados de la centuria (1150-1170), se alzaron las torres y el nártex de entrada, cerrándose las naves laterales con bóvedas de cuarto de cañón deprimido y bóvedas nervadas para la central, que ya anuncian el gótico. A mediados del siglo XIII se cubre el cimborrio con bóveda ochavada.

Los capiteles historiados de la capilla mayor, el cenotafio de los santos (obra de Fruchel de mediados del Siglo XII), en el que se relata la detención, condena y martirio de los santos Vicente, Cristeta y Sabina, la portada occidental y la cornisa meridional, constituyen lo mejor de la escultura románica del templo y de la ciudad.

La galería porticada, adosada al mediodía, se construye en el Siglo XV. San Vicente será el primer edificio español restaurado de acuerdo a criterios historicistas, donde Hernández Callejo, Vicente Miranda y, sobre todo, Repullés y Vargas intervinieron desde mediados del Siglo XIX hasta el primer cuarto del Siglo XX.

En la cripta se encuentra la imagen de la virgen de la Soterraña (S.XV), venerada por Santa Teresa de Jesús. Declarada Monumento Nacional en 1923.

Otras ciudades con muralla: - Cáceres: Tiene uno de los centros históricos medievales más bellos de nuestro país. Pasear por sus calles nos traslada a otro periodo de la historia y es absolutamente increíble. Por supuesto, la parte más nueva de la ciudad está separada del centro gracias a su muralla y sus puertas. Esta es una cerca militar de origen romano.

En el siglo XII fue reconstruida por los almohades, lo que demuestra la importancia de esta muralla que sigue ahí, después de tanto tiempo. El centro histórico, Patrimonio de la Humanidad, junto a su muralla, es uno de los rincones más visitados de Extremadura.

- Lugo: La antigua ciudad romana de Lucus Augusti, fundada por Paulo Fabio Máximo en nombre del emperador Augusto en el año 13 a. C. con la finalidad de anexionar, definitivamente, el noroeste de la península ibérica al Imperio romano fue dotada en el Bajo Imperio de un muro de defensa que ha perdurado, con escasas reformas, hasta la actualidad.

Muralla romana de Lugo.
Muralla romana de Lugo.Rosa Cabecinhashttps://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/deed.es

La muralla, con una longitud de 2266 metros, coronada por 85 poderosas torres, delimita el casco histórico de la urbe gallega y ha pasado de ser un obstáculo para su evolución y crecimiento a ser un monumento integrado en la estructura urbana y fuente de riqueza turística.