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Barcelona crea una nueva tasa de residuos: Cada hogar pagará de 27 a 51 euros al año

El nuevo impuesto se cobrará en la factura del agua a partir de mayo, entre 2,35 y 4,25 euros mensuales por familia, es el paso previo hacia una tarificación en función de lo que se recicla

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau
La alcaldesa de Barcelona, Ada ColauEdu BayerAyuntamiento de Barcelona

La zona de bajas emisiones ayudará a reducir la concentración de partículas contaminantes en el cielo de Barcelona y su área metropolitana, pero no va a solucionar el problema. Los 50.000 coches viejos que se supone que dejarán de circular a partir de enero, no son los únicos que contaminan. El tratamiento de los residuos municipales, por ejemplo, es el responsable del 10,4% de las emisiones de efecto invernadero de Barcelona. Resulta que cada habitante de Barcelona genera 493 kilos de basura cada año, de los cuales 308 kilos van a las papeleras o al contenedor gris, es decir, no se reciclan.

Toda esta montaña de residuos, principalmente, acaban en el vertedero o se incinera. Hace años que el reciclaje en Barcelona está estancado entre un 35 y un 40%. El alud informativo de informes científicos que alertan de un futuro catastrófico si no cambiamos la forma de vivir a la que estamos habituados no es suficiente para empujar a reciclar. Por eso, el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido que hará pagar una tasa de recogida de residuos. Por eso y porque una directiva europea obliga a las ciudades a llegar al 55% de la tasa de reciclaje en cinco años. El impuesto entrará en vigor el próximo mayo y se cobrará a través de la factura del agua.

Un ingreso extra de 41 millones

Cada hogar pagará entre 2,25 y 4,25 euros cada mes, esto son entre 27 y 51 euros al año. Afectará a 557.000 domicilios, el 73% del total, y quedarán exentas unas 12.500 familias vulnerables.

Además, habrá bonificaciones para personas con un grado de discapacidad superior al 75% y descuentos de hasta un 14% para quienes utilicen los puntos verdes, fijos y móviles, de la ciudad. Estos descuentos se pueden conseguir utilizando un carné que se puede solicitar en los mismos puntos verdes. Habrá un descuento de un 1%, si se utiliza el punto verde al menos dos veces al año, y de hasta un 14%, si se va quince o más veces. Actualmente, Barcelona sólo tiene 19.165 usuarios de estos puntos que se podrán beneficiar de los descuentos. Son una nimiedad si se tiene en cuenta que la ciudad cuenta con más de 1.620.000 vecinos.

El impuesto tiene dos objetivos: recaudar dinero para introducir mejoras en la recogida selectiva y empujar a la gente a reciclar. El concejal de Emergencia Climática, Eloi Badia, estima que la medida podría entrar en vigor en mayo, una vez supere el debate con la oposición. El primer año –de mayo a diciembre–, el Ayuntamiento prevé ingresar 20 millones de euros, pero a partir de 2021, espera recaudar 41 millones de euros. Este dinero se destinará a mejorar la recogida selectiva de Barcelona.

La idea de este impuesto es poner las bases para que en los próximos años se pueda desplegar un recibo individualizado, con el objetivo de que pague menos quien más y mejor recicla y quien menos basura genere. Ya lo dice el refrán: «no es más limpio el que más limpia sino en el menos ensucia».

Hasta que se desarrolle el sistema que permita saber qué genera y qué separa cada hogar, en una primera fase, el Ayuntamiento cuantificará los resultados de la recogida selectiva por distritos, primero, y después, por barrios. Sistemas de recogida piloto, como el puerta a puerta de Sarrià, que aún despierta quejas entre vecinos, o las plataformas del Bon Pastor, ayudarán a aplicar estas tasas diferenciadas en la mitad de los barrios en 2021.

Para dar el siguiente paso e implementar la tasa justa –saber qué genera y qué separa cada familia–, se necesita invertir en tecnología. En algunas ciudades de Europa funciona ya y hay contenedores cerrados que se abren con un chip o bien bolsas que identifican al usuario. La Generalitat aprobará el año que viene la ley de residuos catalana que obligará a introducir la tasa justa en todos los municipios.

Sólo el 37,7% de los barceloneses reciclan

Hace años que la recogida selectiva en Barcelona está estancada en el 37,7%. En 2030 esta tasa debería llegar al 65%, según una directiva europea. Con este tanto por ciento, la recogida tiene un coste de 191 euros, si se llegara al 70% de hogares que reciclan el coste bajaría a 150 euros.

El coste y recogida de la fracción de basura del contenedor gris (deshechos) es de 206 euros por tonelada. En cambio, el coste de la fracción orgánica es de 124 euros, el coste del tratamiento de cristas y papel es de 45 euros, cuatro veces menos que la tonelada de deshechos.