En mi nombre, no

No seré yo quien discuta la legitimidad ni el futuro Gobierno de España, ni del Gobierno de Cataluña, por poco que me gusten ambos.

Ahora bien ni el Gobierno que puede presidir Pedro Sánchez es España ni el que pueda presidir Torra es Cataluña, porque ambos son solo poder ejecutivo, delimitados ambos por el poder legislativo y sometidos a la independencia del poder judicial.

Dicho de otra manera, pueden hablar lo que quieran pero no acordar nada que vaya contra la ley y su expresión máxima que es la Constitución.

Han existido históricamente regímenes en los que los gobernantes podían hacer lo que querían sin sometimiento a otros poderes, por ejemplo en la Alemania nazi, en la Unión Soviética de Stalin o en la Cuba de Fidel Castro, pero ni en la Unión Europea, ni en Estados Unidos por ejemplo, un Gobierno puede hacer lo que le venga en gana o acuerde lo que quiera, sin control alguno.

No se puede hacer nada contra el marco legal vigente, si se quiere se puede promover una reforma constitucional, por eso, para evitar abusos de poder, esas modificaciones requieren amplias mayorías, porque los Gobiernos pasan y si hoy son de un color mañana pueden ser de otro.

Así que en mi nombre y estoy convencido en el de otros muchos, pueden hablar sobre lo que les plazca en el marco de sus competencias, y lo asumiré porque uno y otro son mi Gobierno como catalán y como español aunque no les haya votado.

Pero en mi nombre y en el de otros muchos les exijo el estricto cumplimiento de la ley y les advierto que si ustedes son los primeros en saltársela nos están legitimando a todos para hacerlo, lo que significa en consecuencia el caos más absoluto.