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Coronavirus: Victoria Eugenia, la Reina enfermera

La esposa de Alfonso XIII ayudó a la creación de la primera promoción de profesionales sanitarias con estudios específicos a través de la reorganización de la Cruz Roja española

El uniforme de la primera promoción de enfermeras profesionales de la Cruz Roja
El uniforme de la primera promoción de enfermeras profesionales de la Cruz RojaArchivo

La figura de la Reina Victoria Eugenia de Battenberg, esposa de Alfonso XIII y bisabuela de Felipe VI, está empañada por una vida marcada por la desdicha. Nieta de la Reina Victoria, conoció al monarca español en Buckingham Palace, casándose el 31 de mayo de 1906. El día de su boda, en pleno desfile del carruaje real, el anarquista Mateo Morral lanzó un ramo de flores desde uno de los balcones del número 88 la calle Mayor de la capital madrileña. Dentro se escondía una bomba que mató a 23 personas e hirió a un centenar, marcando de rojo su paso por la historia de España. “El atentado fue triste, con muertes, sangre, dolor. Lo peor que le puede suceder a una novia ilusionada. Mi vestido blanco teñido de sangre, la gente gritando”, confesaría años después.

En 1931, con la irrupción de la República, la monarca se exilio sola en Lausana después de una difícil relación con el Rey por sus infidelidades y la muerte de dos de sus seis hijos por culpa de la hemofilia. Todos estos hechos han dejado en segundo plano una de las labores que hoy día todos podemos agradecerle, la profesionalización del cuerpo de enfermería en España después de que la Reina entrara en la dirección de la Cruz Roja española en 1916.

A partir del estallido de la Primera Guerra Mundial, la Reina Victoria Eugenia inició una campaña para que las damas de la aristocracia se involucrasen en la ayuda de enfermos y heridos, no sólo con limosnas. Lo primero que hizo fue crear el cuerpo de Damas Enfermeras, formado por mujeres de la alta sociedad, de la alta burguesía a la aristocracia, que prestaban sus servicios de forma voluntaria. Entre los nombres que hoy todavía se recuerdan destaca el de doña Carmen Angoloti y Mesa, duquesa de la Victoria, que colaboró intensamente con la Reina en la creación de una red de hospitales de la Cruz Roja en España.

El 16 de enero de 1916 se reorganizaba así la Cruz Roja dividiéndole en dos secciones, la de Caballeros y la de Señoras, ésta presidida por Victoria Eugenia. Su principal tarea, crear el Cuerpo de Enfermeras, institución que ella presidirá. Iniciará así una campaña personal para que el rango de enfermera se profesionalice. El primer curso ya comenzó en 1915, pero no pudo concluirse. 42 alumnas se presentaron. El 28 febrero de 1917 se dictó un Real Decreto por el cual se aprobaban las instrucciones generales para la organización y constitución del Cuerpo de Damas Enfermeras de la Cruz Roja Española, con un programa que constaba de 35 lecciones. Entre los requisitos para entrar a formar parte de los estudios estaba ser española, tener más de 17 años y ser socia afiliada a la Cruz Roja. Las estudiantes alcanzaban la titulación después de un examen de contenidos y unas prácticas en hospitales. Recibían entonces un diploma, un brazal y una insignia.

La Reina quiso ir más allá y para establecer la definitiva profesionalización del gremio abrió en 1918 el Hospital Central de la Cruz Roja, conocido como Hospital de San José y Santa Adela, donde se creó el Cuerpo de Enfermeras Profesionales. Aquí se estableció definitivamente la primera Escuela de Enfermeras y empezó un cuerpo estable de profesionales sanitarias retribuidas. A partir de aquí se abrieron sedes en San Sebastián, León, Granada, Valladolid, Melilla, Santa Cruz de Tenerife y La Coruña, Barcelona, Alicante, Cartagena, Huelva, Bilbao, Mataró, Mahón, Oviedo, Pamplona, Santander, Santiago y Vitoria

Estas nuevas profesionales fueron esenciales en lo que vendría en la segunda mitad de 1918 y 1919, la terrible gripe española, que mataría a 260.000 españoles y afectaría a un tercio de la población. Victoria Eugenia no quiso mantenerse al margen, ni mirar la desgracia desde palacio, y ayudó a crear este cuerpo estable de profesionales sanitarias, con trabajo retribuido y respeto social, que hoy sigue siendo vital en la lucha contra el coronavirus.