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Desescalada: “Una generación que no soporta el aburrimiento será una generación de escaso valor”

Los psicólogos reivindican las bondades del tedio, una oportunidad de redescubrir nuestras capacidades aletargadas por la sobre actividad y ampliar nuestras miras

El aburrimiento es muy difícil de sobrellevar
El aburrimiento es muy difícil de sobrellevarlarazon

¡Aburrido! No hay adjetivo más peyorativo en la superconectada y vertiginosa era contemporánea. La cantidad de estímulos que se producen en la era digital parecen obligarnos a estar constantemente respondiendo a ellas, actuando, reaccionando, y la realidad es que la avalancha de imputs al final acaban por sepultarnos por completo. Nos convertimos en meros autómatas de un espectáculo que nosotros no hemos creado. Si algo nos ha servido este confinamiento es para saber que parar en seco, olvidar por un segundo todo estímulo externo, y centrarnos en eso cada vez más silencioso como es la voz interior, nos puede ayudar a mirar las cosas de otra manera y reivindicar de una vez una voz propia.

Con el comienzo de la desescalada, los psicólogos reivindican no olvidar el valor de esas horas perdidas durante estas siete semanas. Un reciente estudio de la universidad de East Anglia, en Norwich, aseguraba que durante los primeros años de vida, es esencial que los niños sientan periodos largos de aburrimiento para que aprendan a lidiar con la realidad sin recurrir a estímulos externos de rápida gratificación. Los niños aprenden así a llenar su tiempo y desarrollar su creatividad e imaginación. Esta imaginación les posibilitará en el futuro tener más recursos para resolver problemas. Todo gran científico ha sido un gran aburrido en su infancia. “Hay algo dulce y sosegador, y sobre todo sabio, en eso que los hombres del mundo llaman aburrirse”, sostenía Miguel de Unamuno.

El filósofo Bertrand Russell iba más lejos y aseguraba que “una generación que no soporta el aburrimiento será una generación de escaso valor”. Esta generación no ha tenido más remedio que soportar el aburrimiento, por culpa del aislamiento prolongado a causa del COVID-19, así que su valor tiene que ser inmenso, aunque sólo sea por causas de fuerza mayor. “El aburrimiento no es un producto final, sino que es comparativamente una fase inicial en la vida y el arte. Tienes que pasar por el aburrimiento comosi fuera un filtro para que emerja el gran producto”; sentenciaba Francis Scott Fitzgerald.

La psicología hace esta comparativa. Imaginemos a un ser humano colocado frente a un pelotón. De pronto, el pelotón empieza a lanzarle pelotas y el hombre intenta esquivarlas. Le lanzan tantas que no tiene tiempo de hacer otra cosa que agacharse, saltar o correr hacia un lado. Este hombre, desde luego, no está aburrido, pero tampoco sabe nada de si mismo, lo único que ha hecho es intentar que no le de ninguna pelota. Este es el hombre hiperconectado y sobre estimulado que existía hasta hace siete semanas. El aburrimiento le ha hecho pensar otra vez en sí mismo y el vértigo que esto ha supuesto puede ser el inicio de algo brillante. “El aburrimiento es realmente beneficioso para todos”, asegura Sandi Mann, profesora asociada de Psicología de la Universidad de Lanchasire y autora del libro “El arte de saber aburrirse”.

Existe, por tanto, una falta de aprendizaje en el hecho de aceptar aburrirse. La necesidad de estímulos constantes con los que llenar nuestro tiempo para no enfrentarnos con nosotros mismos ha hecho que lo primero que hagamos por inercia, al empezar a aburrirnos, es comer. En 1977 se relacionó aburrirse y comer con niveles reducidos de dopamina, pero sólo es una respuesta lógica a la necesidad de llenar de estímulos físicos de primera necesidad la falta de estímulos externos.

Los neurólogos aseguran que el aburrimiento brinda al cerebro una especie de “descanso” similar a la del sueño creando una “red neuronal por defecto” que nos acerca a altos niveles de creatividad e imaginación. Aburrise, por tanto, es en principio bueno, así que celebrémoslo, pero no en exceso, no vaya a ser que nos divirtamos demasiado.