Barcelona teme la llegada de la fase 2 a sus playas

La imagen de las playas de Barcelona en plena fase 0, o 0,5, todavía persigue a los responsables del Ayuntamiento. En aquella ocasión bastó que se abriera la playa al paseo para que miles de barceloneses la tomasen. La proximidad de la fase 2, en el mejor de los casos, el 8 de junio, tiene a la administración municipal con las orejas tiesas. Durante el pleno municipal celebrado esta mañana, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha asegurado que el Ayuntamiento está trabajando en controlar el acceso a las playas en la fase 2 de desconfinamiento por si se produjeran masificaciones.

El problema de las playas, sin embargo, no es exclusivo de la capital catalana. El diabólico diseño de las áreas sanitarias aplicadas a la desescalada ha propiciado situaciones de difícil control. Por ejemplo, la región metropolitana sur, que incluye la costa de Gavà a Sitges, estaba en fase 1. Pero Garraf pasa a la fase 2 el lunes al mismo tiempo que se unifica la zona sanitaria del área metropolitana, que hasta ahora estaba dividida en tres partes: Barcelona, metropolitana norte, metropolitana sur. La confusión, o la picaresca, por lo tanto, está servida para quién esté interesado en darse le primer baño de la temporada en Garraf. Y eso pese a que la orden del Gobierno deja claro que no puede haber movilidad entre áreas en diferentes fases, aunque estén en la misma región sanitaria. Por si eso fuera poco, el reciente episodio de rebrote en Lleida ha supuesto la permanencia de fase durante una semana más.

En la fase dos, recordemos, además de las actividades permitidas en las fases 0 y 1, se añaden otras medidas de desescalada como el baño en piscinas y playas, la eliminación de franjas horarias para practicar deporte y se permitirá el acceso a las segundas residencias dentro de la región sanitaria. En cuanto a los restaurantes y bares, podrán abrir el interior del local, sin superar el 40% del aforo.

Colau, en cualquier caso, hizo especial hincapié que el fin de semana pasado en “ningún momento” se saturaron las playas y que el domingo a las 9.00 horas fue el momento de más gente con 1.600 personas. La alcaldesa ha afirmado que ha hubo “alguna imagen” de una mayor concentración de personas, pero que la Guardia Urbana les pidió que se dispersaran y la gente siguió las indicaciones