Especiales

Coronavirus

La rebelión de los médicos contra Torra

El sector sanitario prepara un otoño de movilizaciones contra la gestión del coronavirus por parte de la Generalitat

Debate de los presupuestos de la Generalitat en el Parlament
El sector sanitario catalán se prepara para salir a la calle tras el verano contra la gestión de TorraJob VermeulenEFE

El malestar entre los profesionales del sector sanitario es tal que se prevé una gran movilización del sector para hacer evidente este descontento. Aún se desconoce el cuándo y el cómo, pero el objetivo está claro: reclamar a las administraciones la recuperación de unas condiciones laborales y salariales que el colectivo reclama desde hace una década y que, tras hacer frente de forma estoica a la crisis del coronavirus, con muchos menos recursos materiales y humanos de los mínimamente imprescindibles para combatir con garantías una pandemia de tal envergadura, considera de justicia.

Si bien en algunos centros, el personal sanitario ya protagoniza semanalmente alguna acción pacífica de protesta, como en el Hospital del Mar o el Clínic, todo apunta a que, cuando la situación se normalice, habrá una movilización masiva del sector. “Habrá un antes y un después de la pandemia”, asegura Josep Maria Puig, secretario general de Metges de Catalunya, quien señala que los profesionales del sector sanitario, “tras arrastrar una situación de maltrato desde hace una década, ahora ven que todo el esfuerzo que han hecho durante los últimos dos meses tampoco se les va a compensar”.

Y es que como ponen de relieve los diferentes sindicatos del sector sanitario, desde 2010 el colectivo ha sido víctima de grandes recortes, tanto salariales como de personal, que ha ido encajando y asumiendo durante todo este tiempo. En este sentido, Jessica Morilla, presidenta de Infermeres de Catalunya, señala que en 2010, “hubo recortes salariales de entre el 5% y el 8% y en esta última década no ha habido ninguna incremento de los sueldos y cuando lo ha habido ha sido por debajo del IPC, así como también se ha reducido la ratio de enfermeras, que ahora es tres veces menor de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud”, mientras que Inma Vívar, coordinadora del Grupo Sanitario de UGT en Cataluña, apunta que durante todo este tiempo, no solo no se han mejorado los salarios, sino que además los profesionales sanitarios han tenido que “pasar de trabajar 1520 horas anuales a tener que hacerlo 1554 horas".

Mª Angels Rodríguez, responsable de comunicación de la Federación de Sanidad de Comisiones Obreras, subraya, por su parte, que “aún estamos pendientes de recuperar la paga del 2013, que se comprometieron a pagar en un 60% durante este 2020 y aunque aún hay unos meses de margen, en un gesto de buena voluntad podrían pagar ya”, pero por ahora eso no ha sucedido y tampoco parece que vaya a suceder a corto plazo.

Y tras la COVID, todo sigue igual

Por su parte, Josep Mª Puig, de Metges de Catalunya, comenta también que “la pandemia nos ha cogido tras años de agresiones por parte de la administración” y lo peor, a su entender, es que después de esta experiencia “no se evidencian cambios de actitud por parte de las autoridades”. De hecho, se hablaba sobre la posibilidad de que los profesionales sanitarios recibieran una paga compensatoria por el esfuerzo y trabajo realizado durante el pico de la crisis, sin embargo “eso también ha quedado en nada”, constata Puig. “Las señales desde la administración son siempre las mismas: muy buenas palabras, mucha gratitud, pero tras ese discurso solo hay números devastadores”, señala el secretario general de Metges de Catalunya. “Nosotros ya estamos recogiendo muestras de insatisfacción por parte de los profesionales sanitarios, que ven que se les utiliza y, cuando ya no se les necesita, se les deja tirados”, señala Puig, quien prevé que “en algún momento, ese malestar acumulado acabará cuajando y habrá una respuesta contundente”.

“Todo esto, previsiblemente puede acabar en una explosión de difícil control”, augura Puig para a continuación afirmar que “impulsar una queja es la única herramienta para salir de esto, como demostró en su día la huelga que en noviembre de 2018 protagonizaron los médicos de atención primaria y mediante la que al fin se consiguió que la administración se sentase a negociar”. “Si no hay una acción que ponga en riesgo el sistema sanitario, nos seguirán toreando, así que es necesaria una acción de fuerza que pare el país”, sin embargo considera que “la gente aún está muy agotada física y emocionalmente, los profesionales de la salud lo han pasado muy mal y ahora están viviendo el estrés postraumático”, de manera que probablemente “no es el momento” de movilizaciones, protestas o acciones reivindicativas, algo en lo que coinciden los diferentes sindicatos.

No quieren premios, sino derechos

Y, de nuevo, el sector es unánime a la hora de definir sus principales reivindicaciones. “No queremos gratificaciones en forma de premios, porque al final hemos hecho nuestro trabajo, sino que exigimos recuperar unas condiciones laborales dignas”, clama Morilla y en la misma línea Vivar señala que “lo que pedimos es recuperar los derechos perdidos, no una paga extra”. Por su parte, Rodríguez subraya que “todos hemos colaborado, hemos arrimado el hombro, así que como mínimo nos podrían devolver lo que es nuestro”. “Esfuerzo sí, pero también compensación”, resume la representante de Comisiones Obreras, quien asegura que “en Cataluña el personal sanitario está maltratado”

En este sentido, Rodríguez advierte: “Si vuelve a haber un rebrote, ¿crees que la gente estará allí a tope?”, mientras que Puig avisa que “los profesionales del ámbito sanitario, después de ver cómo la administración les ha dado la espalda” tras trabajar de forma entregada durante los dos últimos meses, “han escarmentado”.

Además, el secretario general de Metges de Catalunya se muestra preocupado por la situación en la que se encuentra ahora el sistema sanitario tras la devastadora irrupción del el COVID-19 . Por un lado, “teme que un rebrote pueda cogernos con una falta real de efectivos, ya que muchos profesionales se encuentran agotados y son víctimas del estrés postraumático, otros pueden negarse a trabajar tras haber comprobado ya la falta de recursos materiales que existe en el sector para combatir el coronavirus, como los Equipos de Protección Individual...”, lo que se suma a la ya de por si escasa disponibilidad de personal. “Nos da miedo”, admite Puig, quien, por otro lado, además apunta que “la previsión es que haya un desbordamiento de los hospitales por las listas de espera, pero sobre todo, de la atención primaria”.