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«La transmisión del coronavirus en niños y jóvenes es igual de baja»

Entrevista a Iolanda Jordan, pediatra especialista en enfermedades infecciosas y coordinadora del estudio Kids Corona

Iolanda Jordan, pediatra especialista en enfermedades infecciosas y coordinadora del estudio Kids Corona
Iolanda Jordan, pediatra especialista en enfermedades infecciosas y coordinadora del estudio Kids CoronaDepartamento Audiovisuales

El Hospital Sant Joan de Déu ha puesto en marcha un estudio, en colaboración con el FC Barcelona para analizar la capacidad de transmisión de la COVID-19 en adolescente y jóvenes. Éste se está llevando a cabo en la Masía del Barça y en él participan jugadores de fútbol, basket y balonmano de las categorías base del club y adultos que conviven con ellos. Desde el inicio de la desescalada se está señalando a los jóvenes y adolescentes por sus actitudes y acciones irresponsables en lo que respecta a la prevención del contagio por coronavirus. Además, ahora también se habla de los adolescentes y adultos jóvenes como el colectivo que lidera los contagios. ¿Qué se sabe hasta el momento sobre su capacidad de transmisión?

-No hay artículos que hablen sobre a partir de qué edad los niños y jóvenes son más transmisores del coronavirus, pero, gracias al estudio Kids Corona, tenemos datos a nivel local del análisis de los contagios de los niños de 3 a 15 años durante los casales de verano. Entonces, vimos que éstos se infectaba y transmitían el virus pero en un número más bajo en comparación con la población en general. Además pudimos comprobar que no había diferencia entre los niños mayores de diez años y los menores de diez años, ya que todos transmitían el virus en muy bajo número, es decir que el número de casos no aumentaba o se reducía en función de la edad. Sin embargo, quedaba por profundizar acerca de lo que pasaba con los chicos de entre 12 y 20 años.

-¿Cómo se está desarrollando el estudio en colaboración con el F.C. Barcelona? ¿Cómo se está llevando a cabo?

-En el estudio participan 185 jugadores de las categorías inferiores de los equipos del Barça que están en la Masía, 80 residiendo allí y el resto, durmiendo en sus casas aunque todos ellos se juntan en actividades deportivas y educativas. También participan 45 adultos que conviven con ellos. Desde agosto, se les hace a todos test PCR de saliva cada semana y cada 15 días, un frotis de nasofaringe. Además, también se les lleva a cabo una prueba serológica al principio y al final del estudio y, semanalmente, les pasamos un cuestionario de salud. En diciembre, analizaremos los resultados.

- ¿Cuál es el objetivo de este estudio?

-La idea es corroborar que la transmisión del coronavirus también es baja entre los adolescentes y jóvenes y por ahora los resultados van en esta línea. De los 185 chicos que participan en el estudio, solo dos han dado positivo en los dos últimos meses y medio y todos ellos se han contagiado fuera del ámbito del Barça. Por el momento no está claro a partir de qué edad los niños o jóvenes son más transmisores y será interesante ver si los adultos jóvenes y adolescentes del Barça siguen un patrón de transmisión similar al de los niños o bien se acerca más al de los adultos o los universitarios. Quizá, al final del estudio acabamos viendo que el virus se comporta en adolescentes y jóvenes igual que en los niños pequeños y que es a partir de los 18 años cuando aumenta el número de transmisiones. Posiblemente, sería interesante estudiar también a los universitarios para ver cómo es la transmisión entre este colectivo. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que tanto el Kids Corona como este estudio se han desarrollado en el contexto de una población que sigue a rajatabla unas exigentes medidas de prevención y quizá, en lo relativo al número de transmisiones, pesan más esas medidas que la propia edad del individuo. En definitiva, se intuía que el número de contagios es similar en los niños y en los jóvenes y con este estudio queremos confirmar que la tasa de transmisión es igual de baja en ambos casos, siempre con medidas de prevención,

-Se trata de jóvenes y adolescentes deportistas que conviven a diario entre ellos y con adultos, pero ¿los resultados pueden ser extrapolables a la sociedad en general?

-Serán extrapolables a nivel de otros jóvenes en el ámbito deportivo. Se ha prestado poca atención al ámbito deportivo y es importante que los jóvenes y los niños puedan hacer deporte. Si con este estudio demostramos que la transmisión en el contexto de la Masía es baja, se pueden extrapolar los datos a las actividades deportivas que hacen los niños a nivel escolar, siempre y cuando se tomen las medidas de prevención exigidas, sobre todo el uso de mascarillas hasta justo antes de empezar la actividad, el lavado de manos frecuente y la distancia social. Es decir, que quedaría probado que se puede hacer deporte de forma segura y, por lo tanto, en el caso de tener que tomar medidas más restrictivas debido al aumento de contagios entre la población en general, las actividades deportivas serían de las últimas en prohibirse.

-¿Los resultados de este informe podrían justificar una modificación o adaptación de las medidas de prevención y seguridad en el contexto de los jóvenes y adolescentes?

-Sí. Si se demuestra que los deportistas de las categorías inferiores del Barça pueden hacer deporte con medidas de prevención, y especialmente al aire libre, sin miedo a generar brotes o grandes tasas de transmisión ello podría servir para que, ante posibles brotes o un aumento de los contagios, no se obligara a parar las actividades deportivas como medida de prevención. Y es que es muy importante que los niños y adolescentes hagan ejercicio.

-Y respecto a los alumnos universitarios, ¿el estudio que están llevando a cabo puede arrojar información acerca de la tasa de transimisión de este colectivo?

-Se habla sobre la posibilidad de hacer un estudio como éste en las universidades y es posible que se pudieran extrapolar las conclusiones que se refieren a las medidas de seguridad: si éstas se respetan, disminuye el riesgo de infección y transmisión de la enfermedad también entre los jóvenes universitarios de unos 20 años.