Salud
El asma podría ser un factor de protección frente a la Covid-19
Las personas con asma de componente alérgico se contagian menos que la población en general y desarrollan la enfermedad en sus formas más leves
Durante la primera ola de la pandemia se señaló a las enfermedades respiratorias como un factor de riesgo frente a la COVID-19, pero tal y como pone ahora de relieve un estudio elaborado por un equipo de investigadores de Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR) al menos el asma, una de las principales enfermedades respiratorias en todo el mundo, no solo no estaría relacionado con una peor evolución de la la enfermedad, sino que incluso podría ser un factor de protección ante el coronavirus.
Desde el 1 de marzo hasta el 30 de junio ingresaron en Vall d’Hebron con infección de SARS-Cov-2 confirmada por PCR 2.226 pacientes, de los cuales 71 de ellos eran asmáticos, una cifra que por entonces los doctores consideraron que estaba muy por debajo de lo que lo que cabría esperar por tratarse de un colectivo supuestamente de riesgo al padecer una enfermedad respiratoria de base. «Después de la primera ola y tras comprobar que los pacientes de asma ingresaban poco, revisamos los ingresos que se habían realizado y vimos que la prevalencia de pacientes hospitalizados con enfermedad grave que tenían asma era solo del 3,2%, una prevalencia inferior a la de la población general, que ronda el 6%», explica el doctor Xavier Muñoz, médico adjunto del Servicio de Neumología de Vall d’Hebron e investigador principal del estudio, quien apunta que «ello ya nos hizo ver que si el asma era un factor de riesgo, la prevalencia entre los pacientes hospitalizados debería haber sido más alta, o como mínimo igual, que la de la población en general y nos llevó a pensar que si, por el contrario, era más baja, quizá el asma era un factor protector frente al coronavirus».
En este sentido, se valoraron los datos recogidos sobre los pacientes asmáticos ingresado por COVID-19 según el tipo de asma que estos padecían y se comprobó como «hay un subgrupo de pacientes con asma de componente alérgico que no ingresaban», señala el doctor Muñoz, de manera que cabría pensar que «éstos tienen algún tipo de protección frente al virus, incluso cuando desarrollan enermedad grave».
Es decir que «los pacientes con asma de componente alérgico se contagian menos, pero también tienen formas más leves de enfermedad que la población en general, mientras que en el caso de las personas con otro tipo de asma, también se contagian un poco menos, pero en su caso la enfermedad no se desarrolla de forma más leve».
Ante estos datos, los investigadores manejan tres posibles hipótesis que podrían explicar esta relación entre asma y COVD-19. Una de ellas sería que «el receptor de la célula al que se adjunta el virus para entrar en ella e infectarla, en las personas asmáticas podría estar disminuido». «Otra posibilidad es que la inflamación que produce el asma, sobre todo el alérgico, inhibe la inflamación que puede producir el virus», comenta el doctor Muñoz, que señala como tercera y última hipótesis que «el medicamento con corticoides inhalados de los asmáticos pueda proteger a estas personas de formas más graves de la COVID-19».
Así pues, cualquiera de estas hipótesis, de demostrarse, «podría ser de gran relevancia de cara a desarrollar futuros tratamientos contra el coronavirus», razón por la cual varios hospitales están llevando a cabo un ensayo clínico para comprobar si el tratamiebnto con cortides podría hacer que la COVID-19 evolucionara diferente, mientras que el equipo de investigación del doctor Muñoz está tomando muestras de los pacientes de la segunda ola de la pandemia y «haciendo determinaciones en diferentes puntos de la enfermedad para ver cómo evolucionan los diferentes marcadores de la sangre y ver cómo pueden proteger al individuo frente al coronavirus»
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