En Cataluña

Toque de queda a las 1.30 horas en Navidad y Fin de Año y a las 23 horas la noche de Reyes

La Generalitat permitirá reuniones de hasta diez personas en plena desescalada de la segunda oleada

Ambiente de compras prenavideñas este lunes en el centro de Barcelona
Ambiente de compras prenavideñas este lunes en el centro de BarcelonaEnric FontcubertaEFE

El Govern sigue perfilando cómo será la Navidad de un año marcado por la pandemia de coronavirus y la crisis sanitaria y social derivada. El plan previsto y anunciado esta mañana en el Parlament incluye dos grandes novedades respecto a la situación actual: el toque de queda se alargará y empezará a las 1.30 horas la noche de Navidad (del 24 al 25) y en Fin de Año, mientras que el día 5 de enero comenzará a las 23 horas; y se permitirán reuniones de hasta 10 personas. Estas medidas específicas para las fiestas “no están sujetas” a la desescalada y se aplicarán sí o sí al margen de los datos epidemiológicos.

“Deberemos celebrar una Navidad muy diferente, no serán unas fiestas normales”. Así ha resumido el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, cómo serán unos días marcados por la pandemia y la reapertura que recién empieza en Cataluña. Además, ha llamado a cumplir las restricciones para que el cambio de año no sea la “semilla de una tercera ola”.

Otro de los aspectos que más preocupan a la ciudadanía es la movilidad. En este sentido, el Govern ha optado por mantener las directrices que fija el calendario de la desescalada y levantará los confinamientos perimetral y de fin de semana el próximo 21 de diciembre si los datos se mantienen estables.

Cataluña debe seguir con la desescalada y pasar de fase el próximo lunes 7 para saltar a la siguiente el citado día 21. Es decir, cada etapa se alarga 15 días en los que se flexibilizan las restricciones fijadas siempre y cuando los datos de transmisión del virus lo permitan. Y justo ahora, tras la reapertura parcial iniciada el pasado 30 de noviembre, las cifras han experimentado un ligero repunte y amenazan el plan previsto para los próximos días, aunque la flexibilización del horario para las citadas fechas navideñas está garantizada. En concreto, la velocidad de reproducción de la enfermedad (rt) sube hasta 0,89 -100 personas contagian a 89- y la incidencia acumulada en los últimos 14 días es de 256,84 por cada 100.000 habitantes.

La tasa del riesgo de rebrote también ha crecido: el martes alcanzaba un nivel de 201, y 24 horas después está en 210. En cuanto a los pacientes ingresados actualmente, la cifra se sitúa en 1.674 de los que hasta 449 se encuentran en las ucis. Los contagios se mantienen estables con 1.462 casos más, una cifra similar a la de los últimos días.

Hay que tener en cuenta quepara pasar a la segunda fase el próximo 7 de diciembre y a la tercera fase el 21 de diciembre, es condición “sine qua non” del Govern que la velocidad de transmisión del virus se mantenga por debajo de 0,9 y que las hospitalizaciones vayan a la baja.

En este contexto, el vicepresidente Pere Aragonès se ha esforzado en pedir responsabilidad y prudencia a la ciudadanía ante el fin de semana largo que se avecina -por el puente de la Purísima y la Constitución-, el pase de fase justo en medio de los festivos (el día 7) y la cercanía de las fiestas navideñas.

El Govern avisa a Illa: “Tenemos nuestro plan”

Tras este anuncio por parte del vicepresidente Pere Aragonès, la portavoz del Ejecutivo, Meritxell Budó ha reafirmado la estrategia catalana ante la reunión de esta tarde de las comunidades con el Ministro de Sanidad, Salvador Illa, para perfilar conjuntamente las fiestas pese al margen autonómico existente. La Generalitat “tiene su propio plan de Navidad”. “Y es el que aplicaremos”, ha advertido.