Investigación
Una punción lumbar permite predecir la respuesta de las metástasis cerebrales a la inmunoterapia
Un estudio demuestra que el análisis de las células del sistema inmune de los pacientes con metástasis cerebral es una buena guía para establecer el tratamiento
Las metástasis cerebrales son el tumor más común en el cerebro y hay algunos cánceres, como el de pulmón, melanoma o mama, que tienden a desarrollar este tipo de complicación, la cual, debido a su heterogeneidad y su localización, hace que sea extremadamente difícil el tratamiento de estos pacientes que desarrollan metástasis cerebral.
En estos casos, tal y como apunta el doctor Joan Seoane, director de Investigación Traslacional y Preclínica del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) y profesor ICREA, “se puede controlar la parte extracraneal, es decir, el tumor primario o las lesiones metastásicas extracraneales, pero a veces tiene lugar la metástasis cerebral, muy agresiva y difícil de tratar, ya que hay heterogeneidad en las lesiones metastáticas y en concreto sabemos que las metástasis que van al cerebro suelen ser diferentes al resto porque se adaptan al entrono, el cerebro, que es diferente”. Paralelamente, destaca el doctor Seoane, “el melanoma y el cáncer de pulmón, dos tumores que tienen tendencia a ir al cerebro, pueden responder a la inmunoterapia, porque tienen muchos antígenos” , pero es más complicado conocer cómo responderá al tratamiento la metástasis cerebral.
En este contexto, el doctor Seoane ha liderado un estudio, publicado en la revista Natura Communications, para “ver si existe alguna manera de poder saber si un paciente que tienen metástasis cerebral podrá responder a inmunoterapia” y esa manera sería a través del líquido cefalorraquídeo, que, como señala Seoane, “ya se había visto que es importante para determinar las mutaciones del tumor, pero en este estudio queríamos además utilizarlo para determinar el sistema inmune, caracterizarlo, que es lo que me dirá si la metástasis cerebral puede responder a inmunoterapia”.
En resumen, tal y como indica el doctor, “se sabe que en torno a un 30% de los pacientes que tienen un tumor de pulmón o un melanoma pueden responder a inmunoterapia, conocemos marcadores que nos pueden predecir si responderán o no, pero el problema es que, cuando hay metástasis cerebral, puede ser que las características del tumor en el cerebro sean diferentes al resto y, por lo tanto, no sabemos si éste responderá o no a la inmunoterapia. Es por ello, hemos de mirar si los marcadores que predicen respuesta a la inmunoterapia están en la lesión cerebral”.
“En definitiva, se trata de identificar a este 30% de pacientes que podrían responder a la inmunoterapia y, hasta el momento, la única manera de conocer esa información era mediante una biopsia del tumor cerebral, pero se considera que el riesgo es tan elevado que no se hace”, comenta Seoane, quien sin embargo pone de relieve que para extraer líquido cefalorraquídeo solo es necesario hacer una punción lumbar.
Así las cosas, en este estudio se ha llevado a cabo un análisis del sistema inmune de las metástasis cerebrales de 48 pacientes y, a la vez, de las células del sistema inmune que están en el líquido cefalorraquídeo y se ha puesto de relieve que son muy parecidas. Es decir, “las características de las células que están en el líquido cefalorraquídeo recapitulan el sistema inmune de la metástasis cerebral,, de manera que a través de este análisis podemos predecir si la metástasis cerebral de un paciente podrá responder a inmunoterapia”, comenta el doctor.
Además, como se puede adquirir este líquido cefalorraquídeo de manera consecutiva, podemos ver la evolución del tumor, algo muy importante en cáncer, porque los tumores no solo son diferentes, sino que además cambian en el tiempo. “Nosotros podemos monitorizar este cambio mediante el análisis de estas células del sistema inmune”, asegura Seoane, quien al respecto explica que podemos saber en cada momento si el tumor está respondiendo observando las células T. “Éstas actúan contra el tumor y tienen un receptor con una secuencia única, que es la que reconoce el antígeno. Podemos secuenciar esta secuencia del receptor y ver si hay muchas células T que tienen la misma secuencia o no: si hay muchas, quiere decir que la célula T ha proliferado porque se ha activado al ver el antígeno, lo cual es muy bueno; en cambio, si tenemos pocas células T con una misma secuencia es que ésta no ve el antígeno y esa es una mala noticia”, constata Seoane, quien concluye que “a través de esa monitorización del número de células T activas podremos saber si éstas va en aumento, lo que significaría que el tratamiento con inmunoterapia está funcionando, o bien van disminuyendo, signo de que la terapia no está siendo eficaz”.
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