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«Es más beneficioso económicamente que siga Messi en el Barça que desprenderse de él»

Un libro de Roger Vinton analiza la crisis que vive en la actualidad la entidad deportiva

Joan Laporta, junto Lionel Messi
Joan Laporta, junto Lionel MessiALBERT GEA

El Fútbol Club Barcelona no está viviendo su mejore momento ni como entidad ni en lo deportivo. La espectacular deuda dejada por el club cuando ha estado en manos de Josep Maria Bartomeu será uno de los retos que tendrá afrontar el nuevo presidente Joan Laporta. Para conocer algo más del monumental lío al que se enfrenta la entidad azulgrana puede ser de mucha ayuda «El Barça davant la crisi del segle», un pequeño gran libro editado por Destino y que firma Roger Vinton. El autor, un perfil anónimo con numerosos seguidores especialmente en redes sociales, habló con este diario sobre el futuro del Barça y los problemas que debe resolver.

Sorprende que un club que presume ser el que más factura, sea hoy el más endeudado. ¿Cómo se ha llegado a esta situación? «Eso solamente se puede explicar por la deficiente gestión de los que han estado al frente del club en los últimos años. Se tiene que hacer muy mal para que una marca tan prestigiosa como el Barça, con millones de seguidores en todo el mundo deseando consumir Barça, con una facturación tan elevada llegue a un desequilibrio patrimonial como el que tenemos hoy. Creo que paradójicamente esta gran facturación es la causa de esta gran deuda: los gestores se marcaron como objetivo vender que se es el club que más factura, algo que hizo descuidar la calidad de esta facturación y la manera de conseguirla».

¿Hay algún detonante de esta crisis? Roger Vinton cree que deberíamos remontarnos al momento en el que Sandro Rosell decide salirse de la junta directiva de Joan Laporta en junio de 2005. Rosell llegará al poder cinco años más tarde. «Uno de los objetivos de Sandro Rosell es deshacer el modelo que se ha encontrado implantado. Quiere hacer uno mejor, pero alternativo. Por el camino se van perdiendo cosas que en principio no afectan a los números, pero sí a la imagen, como son los casos Unicef o Guardiola, con un estilo de juego del que Rosell no era especialmente partidario. Todo se acelera con la victoria en las elecciones de 2015 de Bartomeu con decisiones alocadas», afirma Vinton. En este sentido, pone como ejemplo el fichaje de tres jugadores por 400 millones de euros y cuyo rendimiento ha sido muy bajo.

La nueva junta directiva se enfrenta a no pocos problemas. El autor de «El Barça davant la crisi del segle» sostiene que el equipo de Laporta debería empezar por la deuda. Por eso apunta que «lo primero que tienen que hacer es sentarse con los acreedores y negociar la deuda, dejando una estructura de pagos que sea digerible para la entidad. Sin eso no hay un segundo paso. Estamos en riesgo de padecer un concurso de acreedores cuando acabe la moratoria el 31 de diciembre». Los consejos de Roger Vinton a Laporta no acaban aquí: también recomienda que el nuevo mandatario azulgrana «reduzca gastos. El gran problema del Barça en los últimos años son los gastos sobredimensionados. Hay que evitar que el club se empobrezca. Donde hay más gasto es en las nóminas del primer equipo y es aquí donde se debe actuar. Si creemos que hay jugadores que no han dado el rendimiento deportivo necesario sería interesante que dejaran el club».

En este último aspecto, los elevados sueldos del primer equipo, planea la sombra del contrato de Leo Messi. ¿Habría que desprenderse de un jugador que es un icono? Vinton sostiene que «sería un error desprenderse de él. Sí es verdad que genera un coste muy importante para el club, pero también muchos beneficios. Messi es una marca muy potente. Buena parte de lo que cobramos de los patrocinadores es gracias a la presencia de Messi en el equipo. Por eso hay que apostar por él como piedra angular para la reconstrucción del club. Para el mundo entero sería un gran impacto que Messi apuesta por participar en la reconstrucción del club. Su coste económico es el mismo del que puedan tener tres o cuatro jugadores que no han rendido, cuestan mucho y que pueden ser vendidos».

El autor tampoco deja de lado el hecho de que la junta de Bartomeu decidió no tener en cuenta la catalanidad del Barcelona. Ese hecho debería ser rescatado ahora, según Vinton apuntando que no se tenía que haber jugado el partido entre el Barça y las Palmas el 1 de octubre de 2017: «Si estás convencido de cuál es tu papel, encontrarías la manera de jugar ese partido. Pero como Bartomeu desconocía mucho de lo que representa el Barça, seguro que ese día le daba igual jugar o no jugar»