Libros
Paula Bonet: «La literatura es ese arte que me hace ser mejor persona»
La artista presenta su primera novela «La anguila», un texto con tintes autobiográficos
Paula Bonet ha demostrado en sus libros que además de ser una excelente pintora, lo suyo también es la palabra escrita. En su nuevo libro, «La anguila» (publicado por Anagrama en castellano y por Univers en catalán), ha desvestido las páginas de cualquier tipo de ilustración para centrarse en el redacción de un texto duro en el que ha estado trabajando durante años. A medio camino entre la realidad y la ficción, Bonet nos presenta una obra cruda y sincera en la que explora una parte de su pasado. La novela es un proyecto que se extiende también una serie de pinturas que en estos días puede verse en La Nau de la la Universitat de València.
Como reconoce la propia autora, en declaraciones a este diario, sin la pintura sería imposible redactar una obra como esta. «Para mí ha sido muy interesante poder desarrollar un tema por un lado con palabras y por otro con pinturas. He tenido que hacer un esfuerzo para que ninguna de las disciplinas se contaminaran. Eso me ha permitido que en la novela hayan aflorado ciertos temas o momentos concretos que, de otra manera, no habrían aparecido. Por otro lado, la escritura me ha permitido que la pintura fuera mucho más compleja».
En «La anguila» nos encontramos cara a cara con el tema de la agresión que sufren muchas mujeres, tanto a un nivel físico como psíquico. Es el dolor el que se convierte en muchas ocasiones en el hilo que une lo relatado en este trabajo. Todo ello es un proceso que la autora divide en varias partes: «La primera parte es esta agresión sutil, por llamarla de alguna manera, que está en el lenguaje, en la carencia, en los familiares, en la manera que tienen de tratarnos cuando estamos embarazadas... La segunda parte es esta agresión más evidente que el contexto también permite y aplaude. Y la tercera parte iba a ser esto, el entender, el respirar, el liberarse de todo este dolor».
Esa estructura de tres partes, reconoce la autora, fue todo un reto no solo tenerla sino resolverla. «Tanto en la novela como en la exposición sabía cómo explicar y a dónde quería llegar respecto a la primera parte. Para la segunda, en el libro, todo fluyó porque salió como un rayo, imponiéndose la literatura. La tercera la eliminé en el libro porque quería dejar mal al lector, mientras que en el plano visual la necesitaba porque quería que la blancura se fundiera con la pared. Este es un texto que habla del amor por la pintura, pero también quería matar todo aquello que se nos ha dicho que se tiene que hacer de una manera en este terreno, en el pictórico». Todo eso se ha pintado con las manos y con los ojos cerrados «explicando todo aquello que escuchaba en mis años de formación universitaria».
«La anguila», ya se ha subrayado, une realidad y ficción. «Si lo hubiera escrito como una denuncia pública habría nombrado y eso es algo que no hago. Para mí lo importante es la literatura, no tanto lo que pueda suceder después una vez que se haya leído el contenido del libro. Hay ciertos elementos que vienen de haber vivido una experiencia real, pero me parecía interesante mientras revisaba el libro que me sorprendiera mi propia escritura. Ese fue el momento que me di cuenta que había dejado fluir en lo que redactaba lo mismo que dejo fluir cuando estoy pintando».
Paula Bonet no ha querido hacer ningún tipo de concesiones, pero reconoce que le ha perdido el miedo a la literatura. «He entendido que pintar no es controlar lo que se pinta sino un proceso. También lo es escribir. Tenía que dejar que hubiera un reposo, volver a ello, observarlo, reconocerme o no. Esa es la revelación. He escrito “La anguila”, pero no soy yo», asegura.
¿En algún momento tanteó la idea de que este libro fuera en realidad una autobiografía? «No sabía qué es lo que estaba escribiendo», aclara para añadir que «ahora, una vez que está ya en la calle este trabajo, empezaré a entender partes de este procedimiento literario. Por ser mi primera vez quizás no supe entender mientras tomaba decisiones sobre mi escritura. La conclusión general, espero que no ingenua, es que lo principal era el libro, la literatura. Para proteger la literatura no puedo dar nombres de agresores. Si quiero hacer una denuncia, voy y hago una denuncia. Si quiero gritar unos nombres, voy y los grito con un artículo en un periódico. La literatura es el arte que me alivia, lo que me hace ser mejor persona, lo que me ayuda a construir mi pensamiento. No quiero que esto sea un panfleto».
Todo ello se plantea a través de temas que son duros, que hacen pensar al lector y que te permiten conocer mucho mejor la obra literaria y pictórica de Paula Bonet en el mejor momento de su carrera.
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