Salud

La exposición al paracetamol durante la gestación se asocia con síntomas de TDAH y autismo en la infancia

Según un estudio de ISGlobal, la ingesta de este fármaco durante el embarazo aumenta la probabilidad de desarrollar síntomas, sin embargo no desaconseja su uso, sino que lo indica solo cuando sea necesario

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Ya se había realizado con anterioridad varios estudios sobre la relación entre la exposición al paracetamol durante el embarazo y el desarrollo de síntomas de TDAH y TEA, pero fueron criticados por su heterogeneidadMarta Fernández JaraEuropa Press

Un estudio epidemiológico liderado por investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación ‘la Caixa’, confirma la existencia de una asociación significativa entre la exposición al paracetamol en el embarazo y la probabilidad de desarrollar síntomas de trastorno por déficit de atención (TDAH) o trastorno del espectro autista (TEA) durante la infancia, en los primeros 12 años de vida.

Ya existían estudios previos que apuntaba esa relación, sin embargo éstos partían del análisis de cohortes de nacimiento de forma individual, por países y muestras concretas. Posteriormente, tras acumular evidencia, se llevaron a cabo dos metaanálisis a partir de esos estudios previos, uno de ellos en TDAH y TEA y el otro, solo en TEA y ambos coincidían en poner de relieve esa asociación entre los síntomas de ambos trastornos en personas en edad infantil y el que sus madres hubieran tomado paracetamol durante el embarazo, sin embargo éstos fueron criticados por su heterogeneidad.

Al respecto, Silvia Alemany, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio, comenta que “esos metaanálisis parten de la combinación de diferentes estudios con medidas diversas respecto a la exposición al paracetamol y fenotipos dispares para valorar los síntomas de TDAH y TEA, mientras que nosotros hemos hecho también un metaanálisis, en el que de nuevo se combina el efecto que observamos en distintas muestras de países diferentes, pero a diferencia de los anteriores, hemos hecho un esfuerzo por armonizar, tanto las exposiciones como los síntomas que estamos observando, de manera que reducimos esa heterogeneidad”. “Definimos de una misma manera la exposición al paracetamol en todas las muestras que participan en nuestro estudio, que son cinco cohortes de cinco países distintos, e intentamos hacer lo mismo con los síntomas de TDAH y de autismo”, añade.

En este contexto, el estudio liderado por ISGlobal, en el que se analizaron 73.881 niños, revela que aquellas personas en edad infantil que habían estado expuestas al paracetamol antes de nacer mostraban una mayor probabilidad de desarrollar síntomas de trastornos del espectro autista y trastornos por déficit de atención desde el nacimiento a los 12 años que los no expuestos. Concretamente, “se observó un 19% más de probabilidades en lo que se refiere a los rasgos autistas y un 21% en lo referente a los síntomas de TDAH, sin embargo no vemos esa asociación entre la exposición al paracetamol y los síntomas de TDAH y TEA durante la etapa post natal, es decir desde el nacimiento hasta los 18 primeros meses de vida”, señala Alemany, quien al respecto indica que “estos datos son consistentes con lo que indicaban los estudios previos, pero además salvamos algunas críticas que se habían hecho a los metaanálisis anteriores por su heterogeneidad”.

En cualquier caso, la investigadora quiere dejar claro que, pese a los resultados del estudio, publicado en el European Journal of Epidemiology, “no hay que alarmarse”. Se calcula que entre el 46% y el 56% de las mujeres embarazadas de los países desarrollados recurre en algún momento de la gestación al paracetamol, que está considerado el analgésico más seguro en este periodo y en la infancia, y ahora “éstas no deben dejar de tomarlo porque la investigación haya confirmado esa asociación con el desarrollo de síntomas de TEA y TDAH”. De hecho, “hay estudios que indican que cuando hay una causa que lleva al consumo de este fármaco, cuando hay una indicación, es mejor tomar paracetamol, porque muchas veces es necesario e incluso puede proteger”, destaca Alemany, quien al respecto indica que “el mensaje no es que el paracetamol no sea seguro o que se deba suprimir, sino simplemente que hay que revisar y supervisar el uso de este medicamento para asegurarnos que se recurre a él solo cuando es necesario y así lo estime un profesional sanitario, que además valorará también el riesgo”.

Y es que como ella misma recuerda, “hay muchos factores que intervienen en el desarrollo de la sintomatología del TDAH y el TEA y el paracetamol es solo uno de ellos. Éste podría contribuir a ese riesgo, pero un único factor no explica la causalidad de estos trastornos, ya que suelen tener efectos muy pequeños por sí solos”.