Elecciones internas

Àngels Chacón coge las riendas de un PDeCAT en el abismo

La exconsejera dirigirá la nueva Ejecutiva Nacional tras quedar fuera del Parlament y con un objetivo claro: los comicios municipales de 2023

Àngels Chacón en un acto del PDeCAT en las elecciones al Parlament del 14 de febrero de 2021
Àngels Chacón en un acto del PDeCAT en las elecciones al Parlament del 14 de febrero de 2021David BorratEFE

El PDeCAT, el partido heredero de la extinta Convergència, empieza etapa fuera del Parlament y con una nueva Ejecutiva Nacional encabezada por la exconsejera Àngels Chacón tras ganar las elecciones internas. El objetivo de la formación serán las elecciones municipales de 2023, auténtica prueba de fuego para medir su supervivencia en el tablero político y en el mapa catalán.

“Empieza una nueva etapa de reafirmación y de proyección” para “posicionarnos de nuevo en las instituciones y en la sociedad”, ha asegurado Chacón en el acto telemático de proclamación de los resultados. Una comparecencia en la que ha esbozado a grandes rasgos los ejes de la formación heredera de un partido, Convergència, que gobernó con mano de hierro Cataluña durante 23 años consecutivos: se ha definido de “centro amplio”, “transversal”, ha reivindicado la “amnistía y la autodeterminación” siempre bajo el paraguas del “diálogo” y ha defendido la “política útil” más allá del “procés”.

También ha señalado los cuatro diputados del PDeCAT en el Congreso -separados de JxCat- como el gran bastión a conservar y la principal cuota de poder de un partido que aún goza de una importante implantación territorial en Cataluña con 200 alcaldes. Dos contrapuntos importantes tras el varapalo en el plano autonómico.

Y es que las elecciones del pasado 14 de febrero en Cataluña dejaron una sorpresa política que pasó bastante desapercibida por los dimes y diretes del independentismo y la influencia en la agenda de JxCat y ERC: el PDeCAT, formación heredera de la extinta Convergència, quedó fuera del Parlament al no lograr el 3% de los votos requeridos y empezó a librar una guerra interna por la supervivencia del espacio tras la ruptura con Carles Puigdemont.

La exconsejera -purgada del Ejecutivo de Quim Torra al ser la única en no romper el carné del partido para irse con Puigdemont y JxCat- ya encabezó la candidatura del PDeCAT en solitario y obtuvo 76.581 votos, que no fueron suficientes para que la formación en la que milita el expresidente de la Generalitat Artur Mas consiguiese ningún escaño.