"Extremadamente sectario"

TV3 purga a un periodista crítico con el procés

El veterano reportero fue apartado del espacio de documentales “30 minutos” por no aceptar la tutela de la cadena

Edificio de TV3
Edificio de TV3La Razón

Tras casi 40 años de existencia, la maquinaria de TV3 está más que engrasada. Contrariamente a la sospecha general, sus prácticas no responden tanto a la manipulación tradicional como a la propaganda constante. Desde 2017, por ejemplo, no hay semana en la que no aparezcan las cargas del 1 de octubre. Si a eso le sumamos una férrea política de contrataciones, pues blanco y en botella. De ahí que sorprenda lo ocurrido esta semana. Al fin y al cabo, con el sistema, sobre el papel, sin fisuras de TV3 resulta extremadamente difícil que alguien se salga del redil. El periodista Santiago Torres, sin embargo, ha sido purgado tras discrepancias en la elaboración del reportaje “Cerco al referéndum”, que versaba sobre la aplicación del artículo 155 en Cataluña.

Así las cosas, el veterano reportero se ha convertido en el primer periodista de la cadena pública en invocar la cláusula de conciencia y ha presentado una demanda en el juzgado número 6 de lo Social de Barcelona. Torres fue apartado del conocido espacio de documentales “30 minutos” por no aceptar la tutela de David Bassa, jefe de informativos de TV3, en el mencionado reportaje sobre el procés. El abogado de Torres también ha trasladado la documentación de su caso a los miembros de la Comisión de Control Parlamentario de la CCMA.

Según la denuncia presentada por el periodista, el año 2017 se le encargó a Torres la elaboración del reportaje, “Cerco al referéndum”. El jefe de informativos de la cadena, David Bassa, lo convocó entonces a una serie de reuniones con el fin de darle directrices sobre el documental que debía realizar, algo que nunca había ocurrido con anterioridad. En concreto, Bassa le comunicó que, como jefe de informativos, sería la persona que establecería los contactos con los políticos que participarían en este documental. Torres no aceptó una tutela en esos términos por lo que, posteriormente, fue apartado del programa “30 minutos”. Dejo la realización de reportajes para convertirse en redactor raso del canal 24 horas de TV3. La demanda de Torres alega que este hecho demuestra la voluntad de control sobre los periodistas para que los mensajes respondan a una visión política e ideológica determinada y consideran el comportamiento del jefe de informativos como “extremadamente sectario”.

Lejos de amilanarse, Torres ya presentó en su día una denuncia por acoso laboral que, sin embargo, el juez acabó desestimando. Por lo que ahora ha vuelto a la carga invocando, esta vez, la cláusula de de conciencia. Es decir, el derecho que de todo profesional de la información tiene para garantizar su libertad frente a los cambios de orientación de la línea editorial del medio o la imposición de la organización de trabajos contrarios a sus principios ideológicos.