Historias de agosto

Una conversación

Abuelos de España dirigen una carta a Pedro Sánchez: "Ocúpese de nosotros por favor, porque es su responsabilidad"
Dos personas mayores conversan sentadas en un banco y con mascarilla.larazonEUROPA PRESS

–Abuelo, ¿no te aburres ahí todo el día sentado en el sofá? –le dice el niño.

–Sí, un poco.

–¿Y qué haces?

–Pensar, qué voy a hacer.

–¿En la política?

–No, qué va. ¿Por qué dices eso?

–Porque como hablas mucho de ella, y te enfadas tanto cuando te llevan la contraria…

–Ya, pero ahora no pensaba en eso.

–¿Entonces?

–No sé, en muchas cosas…

–¿En cuáles?

–Y a ti qué más te da. En cuando era un niño como tú…

–¿Y te acuerdas todavía?

–Pues claro, no me acordaré de lo que hice ayer, que es lo que me pasa muchos días, pero sí de lo de entonces, y algunas cosas es como si las estuviera viendo, o como si acabaran de pasar…

–¿Y por eso estás triste?

–Por eso y por más.

–¿Por qué más?

–Pues por lo que pasa ahora con la pandemia, que ya ni siquiera puede uno ir a gusto por ahí. ¡Con lo que a mí me gustaba callejear, y mirar y fijarme en todo, en la gente, en los escaparates, y entrar en alguna tienda, por curiosear un poco nada más, en las ferreterías sobre todo, para ver las herramientas, que las hacen cada día mejores y las tienen tan bien presentadas que dan ganas de comprarlas, aunque sea solo por capricho!

–¿Y hoy no vas a ese sitio de jubilados?

–Si es que allí no hay más que viejos... Pero eso no es lo malo. Lo malo es que nadie te escucha, que te pones a contar tus cosas y enseguida ves que ellos están pensando en las suyas... Y encima con la mascarilla todo el rato, y sin poder echar siquiera una partida. Conque mejor quedarse en casa.

–Es que podías haber esperado un poco más para hacerte viejo. ¿Qué prisa tenías?

–Sí, a lo mejor tienes razón.