Cataluña

Jordi Pujol recibe alta tras ser hospitalizado por una arritmia

El expresident de la Generalitat ha permanecido ingresado por precaución por sus 91 años

El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol en un homenaje a su figura celebrado en Barcelona, en una imagen de archivo
El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol en un homenaje a su figura celebrado en Barcelona, en una imagen de archivoMarta PérezEFE

El expresident de la Generalitat y fundador de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Jordi Pujol, se encuentra ingresado en el Hospital de Barcelona desde ayer jueves por una arritmia cardíaca. Según ha adelantado “La Vanguardia”, su estado por ahora no reviste gravedad y se encuentra estable, aunque ha permanecido en el centro hospitalario por precaución debido a sus 91 años.

También para someterse a diversas pruebas de control antes de poder regresar a su domicilio, ubicado en la parte alta de la ciudad y a poca distancia del centro donde se encuentra ingresado. Fuentes de su entorno explican a Europa Press que a Pujol se le ha detectado una fibrilación auricular paroxística, y que este viernes tenía programada “una breve operación ambulatoria”. El expresidente de la Generalitat ha recibido el alta hospitalaria y ha podido volver ya a casa.

No es el primer problema de salud del expresident de la Generalitat este 2021. A inicios de año, Pujol y su mujer, Marta Ferrusola, dieron positivo en coronavirus en torno al 20 de enero y, debido a la edad avanzada de ambos (90 y 85 años), pertenecen al colectivo de riesgo frente a la pandemia. El exdirigente pasó una sintomatología leve de la enfermedad, estuvo en aislamiento y se recuperó en dos semanas.

Fundador de CDC y presidente de la Generalitat durante 23 años consecutivos, redujo drásticamente su actividad y desapareció de la escena política a raíz del caso Pujol. En un comunicado remitido el 25 de julio de 2014, el exdirigente confesaba que había tenido una cuenta oculta en el extranjero que “lamentablemente nunca se encontró el momento adecuado para regularizar” en treinta años y que era fruto de una herencia de su padre, según sus propias palabras. Pujol, su esposa y sus siete hijos están imputados por un supuesto delito fiscal en la Audiencia Nacional desde enero de 2017.

En junio de este año, el magistrado de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, envió al banquillo de los acusados a toda la familia, a excepción de la mujer del ex president, Marta Ferrusola -a la que exoneró por su estado de salud mental-, así como a otras once personas, por presuntos delitos de asociación ilícita, blanqueo de capitales, delito continuado de falsificación de documento mercantil, delito de frustración en la ejecución y hasta siete delitos contra la Hacienda Pública.

Alejado de la vida política, Pujol vive la mayoría del tiempo en su casa de Premià de Mar (Barcelona) y, sobre todo, en Queralbs. Hace unos meses empezó a retomar su agenda pública y celebró con su familia y antiguos compañeros de partido su 90 aniversario, pospuesto un año por la pandemia.

Este verano, en un libro-entrevista publicado por Vicenç Villatoro en Edicions Proa y titulado “Entre el dolor i l’esperança”, el expresidente de la Generalitat volvió a la escena pública y abordó diferentes cuestiones como la corrupción y el “procés”. De hecho, aprovechó para pedir perdón y defenderse, rotundo: “No soy un corrupto”.