Museos

«El Hermitage se instalará donde sea querido»

Tras el rechazo de Barcelona, Málaga parece ser la ciudad más interesada en el museo

Proyecto del Hermitage en Barcelona
Proyecto del Hermitage en BarcelonalarazonLa Razón

Cada vez es más difícil que una franquicia del Hermitage abra sus puertas en Barcelona. La iniciativa privada no ha conseguido convencer por el momento al consistorio de la capital catalana y se ha tenido que buscar otro emplazamiento. Esta pasada semana se ha sabido que los responsables de este proyecto privado han iniciado conversaciones con el Ayuntamiento de Málaga, una ciudad que lleva años apostando por la puesta en marcha de franquicias de grandes instituciones culturales internacionales. Eso el lo que ha hecho que la localidad andaluza acoja en la actualidad sedes de los Museos Rusos, el Centro Georges Pompidou o la colección Carmen Thyssen.

Desde el Ayuntamiento de Málaga, ayer se aseguraba a este diario que «existen estas conversaciones con Hermitage Barcelona porque ellos se pusieron en contacto con nosotros». Pese a que, según estas fuentes, «no se reproducirá el mismo modelo que estaba previsto para Barcelona, lo que sí vamos a hacer es todo lo posible para que este proyecto se quede en Málaga». Todavía son numerosos los escollos en el camino, pero el consistorio que dirige en la actualidad Francisco de la Torre piensa darlo todo. Por ahora, han propuesto una ubicación al museo: los terrenos de San Andrés, en el puerto de Málaga, aunque será la Autoridad Portuaria la que finalmente decida si se puede construir allí el edificio. Lo que no está claro, en caso de que el proyecto se materialice, es que allí pueda ir el edificio ideado por Toto Ito y pensado para Barcelona.

Pero Málaga no es la única opción. Ya hace tiempo que los responsables de Hemitage Barcelona también dialogan con el Ayuntamiento de Madrid, aunque en este caso parece que las conversaciones están estancadas. Un portavoz del consistorio aseguró ayer «no hay ninguna novedad: en este momento el Hermitage no está ni descartado ni avanzado. Se sigue hablando». El principal problema es que no está clara la ubicación. «No se sabe si iría a un edificio ya existente, que sería cedido por parte del Ayuntamiento de Madrid o si sería una obra nueva. El problema es que no hay parcelas disponibles en la actualidad en el centro que sean de titularidad municipal y eso es lo que quieren en el Hermitage», dicen fuentes consultadas por este diario desde el equipo de José Luis Martínez-Almeida. Tampoco hace mucha gracia que, por ahora, no se hayan dado a conocer los contenidos del museo. «Ese debería ser el primer paso, que nos contaran qué quieren exponer, pero todavía no nos han explicado nada. Eso hace que no se pueda dar el segundo paso que sería el de la ubicación. No sabemos nada de la colección», se apunta desde Madrid. En Málaga, por su parte, se afirma que no es todavía el momento de hablar de piezas porque «hemos empezado a hablar». Tampoco se sabe si, con independencia de su ubicación definitiva, el Hermitage sería el proyecto museográfico que en su momento planteó el desaparecido profesor y divulgador Jorge Wagensberg.

¿Y Barcelona?Desde el Ayuntamiento ayer no se quiso hacer ninguna declaración, recordando que es sobradamente conocida la opinión que se tiene sobre la posible instalación de la franquicia en la capital catalana. El pasado mes de mayo, el equipo de Ada Colau dio carpetazo al tema y frenó cualquier posibilidad de que el proyecto saliera adelante en suelo barcelonés. En este sentido, la teniente de alcalde de Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad, Janet Sanz apuntó en pleno del Ayuntamiento de Barcelona que «queremos la inversión, pero queremos un proyecto mejor. Todo se ha precipitado». Esa inversión, de más de 50 millones de euros, sí cuenta con la aprobación por parte del Puerto de Barcelona para la concesión administrativa necesaria para sacar adelante el Hermitage en su suelo. Todo ello ha acabado con los promotores del museo presentando un recurso de reposición ante el Ayuntamiento de Barcelona en el que se alega falta de legitimidad del consistorio para vetar su proyecto por invadir competencias de la Autoridad Portuaria, incumplir la ley catalana de Museos y vulnerar incluso la legislación europea.

¿Y Hermitage Barcelona tiene alguna opinión sobre todo este colosal lío? El proyecto, que se resiste a ser definido como una franquicia, no ha brillado por su política de comunicación. Ayer simplemente se limitaron a divulgar este mensaje: «El Hermitage se instalará donde sea querido». Y no hace falta añadir más.